La mente es maravillosa
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 10 segundos
El cielo nocturno está poblado de estrellas. Es difícil contarlas todas. Si intentásemos hacer lo mismo con las neuronas que conforman el cerebro humano, el conteo sería imposible.
Las neuronas son las células nerviosas especializadas que componen el cerebro. Ellas, con el apoyo del sistema endocrino controlan desde los estados de ánimo, sentimientos y actitudes de diversa índole hasta las formas de pensamiento. En el caso nuestro, de los seres humanos, son consideradas la base de toda la actividad inteligente.
Aparte de nosotros existen especies dotadas de ciertos rasgos de inteligencia. Por si alguien duda, sepan que los chimpancés son famosos por usar herramientas y resolver problemas; al igual que los amigables delfines los que aprenden y recuerda; los elefantes se caracterizan por la sociabilidad y por contar con muy buena memoria. En cuanto a los cuervos se afirma que dan solución a dificultades complejos y usan herramientas. Los pulpos aprenden y los cerdos se reconocen a sí mismos ante un espejo.
¿Qué hay, pues, con nosotros?
Es lógico preguntárselo y, para que no sintamos vergüenza, nuestro cerebro, con sus células neuronales especializadas, hace muchísimas otras cosas
Nos comunicamos mediante un lenguaje complejo y estructurado. Con él expresamos ideas abstractas, emociones y pensamientos. Aunque otras especies animales pueden comunicarse entre ellas, carecen de capacidad de abstracción como la nuestra.
Los miembros del reino animal no padecen pensamiento abstracto; nosotros, en cambio, podemos imaginar cosas que aún no existen. Con semejante capacidad podemos planificar el futuro, diseñar herramientas complejas y desarrollar tecnologías avanzadas.

A diferencia de las otras especies, sí somos conscientes de nosotros mismos, así que reflexionamos acerca de nuestros propios pensamientos y acciones. Esta capacidad permite tener identidad y sentido de propósito.
¿Dónde dejamos la cultura y el conocimiento? Somos creadores y transmisores de cultura; significa que compartimos conocimientos, habilidades, tradiciones y más de una generación a otra. Gracias a esto, acumulamos conocimientos y construimos a partir de logros y aportes de quienes nos precedieron.
Somos creativos porque generamos y creamos ideas y cosas nuevas. Así podemos pintar, componer música, escribir obras literarias y realizar otras formas de expresión cultural.
Aunque muchos animales son inteligentes, en nuestro caso desarrollamos una existencia más compleja que ellos.
Cito el ejemplo del arquitecto o el ingeniero civil que diseña una vivienda, un edificio o un puente. Generalmente lo hace a partir de su imaginación, o sea, esa obra comienza siendo una idea sin existencia previa para luego convertirse en proyecto y después transformarse en un objeto real.
Esto mismo que redacto para ustedes comienza como una idea que quiero comunicar; la manera de redactarla aclara “cómo” hacerlo. Cosas así, aparte de las personas no existen seres capaces de hacerlo.
La mente humana con su ingenio es el más preciado tesoro del universo. Si una persona imagina algo – lo que fuere -, otra será capaz de realizarlo. Basta con que algo exista en la mente, para instrumentar las vías y modos de hacerlo realidad.
Ese potencial no es suficiente. La inteligencia y la creatividad pueden dejar de ser lo mejor que tenemos si no se emplean con propósitos nobles. Es aquí donde entra en funciones el pensamiento abstracto y junto con él los conceptos de lo que es bueno y ético.
Esa es la importancia de pensar bien, y hacerlo sobre bases de crecimiento personal, procurando el bien de todos.
Muchas cosas no son buenas o malas en sí mismas. Todo depende del propósito moral con que las pongamos en práctica. En este aspecto es bueno pensar bien, para actuar bien. Todo lo positivo tiene su raíz en el propósito que lo inspira.
La mente es el mayor tesoro, es maravillosa. Nada más importante que darle el uso merecido sin dejarnos llevar por el egoísmo o la vanidad. Cuidemos la maravilla que es la mente humana.
Visitas: 39