Juan Gualberto Gómez y José Martí: simientes del periodismo fervoroso

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Por estos días, en conmemoración a la fundación del periódico Patria, el gremio de las plumas rinde tributo a sus mejores representantes. Todos los periodistas cubanos celebran su jornada y congratulan a los más destacados, con los premios Juan Gualberto Gómez, por la obra del año y José Martí, por la obra de la vida.

Ambas figuras representan lo más preciado de las raíces nacionalistas, por su labor en los órganos de prensa de la etapa colonial, primordiales en la génesis de nuestras luchas libertarias. Fueron importantes los vínculos entre ambas figuras.

Juan Gualberto Gómez era descendiente de esclavos, pero desde el vientre de su madre, ganó el mecenazgo de la familia dueña del ingenio Villancicos en Matanzas y fue con ellos a París, donde le pagaron estudios y se hizo una persona de bien.

De regreso a la isla en 1878, Juan Gualberto coincide con José Martí en un viaje que el futuro Apóstol hacía de incógnito a La Habana, pues vivía en el extranjero como desterrado. La simpatía y la avenencia entre ambos fue rápida y desde entonces sus vidas tuvieron una relación que se estrechó cada vez más.

Era el año en que la primera Guerra de Independencia, había finalizado con la capitulación, inaceptable para los patriotas de ley, del Pacto del Zanjón.

Al año siguiente, el mulato identificado de lleno con lo mejor del pensamiento libertario, es deportado a España al descubrirse sus vínculos con los conspiradores de la Guerra Chiquita.

Entonces el futuro Apóstol de Cuba, desde el exilio,  ya contactaba a compatriotas diseminados por Estados Unidos, Centroamérica y Cuba para organizar con abnegación la última insurrección anticolonialista y estableció comunicación con Juan Gualberto, con fines políticos y libertarios.

Posteriormente este destacado patriota e incisivo periodista resultó electo delegado a la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana, abierta el 24 de octubre de 1898. En esta se desempeñó Juan Gualberto Gómez como vocal hasta junio de 1899,tras la injerencia e invasión de Estados Unidos que frustró la independencia cubana.

Martiano consecuente, Juan Gualberto igualmente anhelaba hacer el ideal de una república “con todos y para el bien de todos”, por eso se pronunció contrario a la formación sectaria de partidos de negros. Supo aquilatar el valor incuestionable de la unidad de todos los cubanos clamada por el Héroe Nacional José Martí

Acompañó además al Mayor General Calixto García a Washington, en 1898, integrando la comisión que gestionaría el reconocimiento a la Asamblea y los fondos necesarios para el licenciamiento del Ejército Libertador.

Luego resultó designado delegado por Oriente a la Asamblea Constituyente, en la cual se opuso radicalmente, sin tregua, a la Enmienda Platt, que finalmente fue impuesta.

En tiempos de la segunda intervención militar norteamericana (1906-1909), fue miembro de la Comisión Consultiva, ocupó escaños en la Cámara de Representantes desde 1914 hasta 1917 y en el Senado de 1917 a 1925.

Pero sus responsabilidades no le impidieron ejercer el periodismo militante que lo caracterizó. Fue un incansable organizador de campañas por los derechos de sus hermanos de piel negra y mestizos. También era conocido como analítico y culto orador político, a favor de toda causa justa.

Marzo honra la mejor estirpe del periodismo fervoroso, reto y compromiso para las generaciones actuales.

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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