Fertiliza tus plantas con cáscaras de huevo

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Las plantas, como seres vivos al fin, necesitan nutrientes para su desarrollo. Esos “alimentos” los obtienen del suelo donde están sembradas, pero ocurre que con el tiempo ese sustento de agota y es necesario proporcionar los minerales y vitaminas mediante el uso de fertilizantes.

La mayoría de los agricultores apelan a abonos de produción industrial como una buena carga de químicos; sin embargo, la naturaleza nos facilita elementos orgánicos que pueden tener la misma función, al tiempo de ser mucho más sanos para la salud humana, en caso de obtener vegetales comestibles, pero lo mismo para otro tipo de cultivo de plantas ornamentales.

APROVECHA EL CASCARÓN

Existen múltiples opciones de escoger productos que muchos consideran desechables para fertilizar tu huerto o jardín. Los más sencillos pueden ser la borra de café, desperdicios de comidas, cortezas de frutos, residuos de cosechas y hasta cascarones de huevos.

Precisamente, en el sitio web gastrolabweb.com aparece una receta con ese fin que en esencia resulta una infusión de esa parte de las también llamadas  posturas, cuyas propiedades alcalinizantes puede ayudar a equilibrar el pH; en tanto también es aportador de un montón de minerales y vitaminas para la tierra.

Luego, de acuerdo con diversos sitios especializados en agricultura y plantas, el cascarón de huevo es una rica fuente de calcio y fósforo, un par de minerales, que contribuyen a la la formación de las paredes celulares, fortalece la estructura del vegetal y favorece el crecimiento de las raíces.

Para aprovechar esas bondades es necesario recolectar y lavar bien las cáscaras. Después, debes colocarlas en un recipiente grande y cubrirlos con agua. Deja reposar la mezcla durante unos días a fin de permitir que los minerales se liberen en el H2O y después el resultante te servirá para regar las plantas de manera nutritiva.

Otra receta con igual resultado, consiste en confeccionar una infusión para la cual debes machacar la cáscara de seis huevos y luego llevarla a ebullición en tres litros de agua. Posteriormente, deja que la mezcla se enfríe y, cuando sea hora de riego, aplícala de poco en poco a todas tus plantitas

Como ves esta alternativa constituye un método muy sencillo y útil a la vez. En fin, se trata de los tantos recursos agroecológicos que tienes a la mano, sin necesidad de comprar fertilizantes químicos, los que, en definitiva, son perjuciales para el organismo humano, y los que por otro lado, son caros y a veces escasean.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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