Ernesto Alzuri y la formación técnico profesional del estudiante de música en Cienfuegos

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La enseñanza artística en Cienfuegos ha contado con especialistas de formación muy completa que han llevado a sus aulas sólidos conocimientos. Ernesto Alzuri Sánchez es ejemplo de intérprete y pedagogo, que destaca por su entrega y compromiso al desarrollo de la enseñanza artística en esta ciudad. Tuvo, además, la responsabilidad de asumir la dirección de la escuela de música Manuel Saumell durante 22 cursos escolares. Actualmente, aunque ya está jubilado, continúa en su aula, formando profesionales en la especialidad de trompeta.

Desde la cuna, la música era protagonista de muchos momentos familiares. Su abuelo materno era pianista, y su mamá Silvia Sánchez Lluch, profesora de ese instrumento, de solfeo y teoría. Aunque inicialmente sintió atracción hacia la percusión, el destino quiso que llegara a sus manos una trompeta, y desde ese momento ha sido el instrumento que lo ha acompañado. Su primer maestro fue Sergio Almenteros, músico de la Banda Municipal de Conciertos. Posteriormente, se presenta a las pruebas de ingreso de la Escuela Nacional de Arte en La Habana y obtiene plaza. Allí terminó sus estudios correspondientes a los niveles elemental y medio con el profesor Marcos Urbay. Al crearse el Instituto Superior de Arte, continuó bajo la tutela del profesor checoslovaco Ivo Prei y del cubano Lázaro Cruz. Finaliza su licenciatura en música con Diploma de Oro.

Su vida profesional comenzó desde Cienfuegos, entre 1963 y 1965, con apenas once años y estudiando aún en la secundaria; cuandopasó a integrar la orquesta del cabaret Guanaroca, en el Hotel Jagua. Estando allí conoció a importantes figuras como Zenaida Manfugás, Esther Borja y Luis Carbonell. Esther es quien intercede ante su familia para que le permitieran presentarse a las pruebas de la Escuela Nacional de Arte. Así, en 1966 va para La Habana, y allí consolida su preparación técnico profesional. Al graduarse, permaneció algunos años en la capital, donde se unió al claustro de la Escuela Manuel Saumell (La Habana), a los músicos del cabaret Tropicana y a la Orquesta de la Ópera. Por situaciones familiares debe buscar la cercanía con su natal Cienfuegos. Por esa época estuvo un tiempo trabajando en Matanzas, luego en Varadero y posteriormente en Santa Clara, hasta instalarse definitivamente en su ciudad natal. Aquí se une a la Banda Municipal de Conciertos ya la agrupación Septiembre 5. Regresa a la orquesta Jagua y a la enseñanza artística, que no ha abandonado desde entonces. Fue director de la Escuela Manuel Saumell de Cienfuegos. De esta etapa recuerda:

“Asumo la dirección de la escuela, primeramente, por dos años, y luego permanecí 22 cursos en esta función. Tuve momentos felices, caracterizados por los logros. Era una institución pequeña, porque teníamos música nada más, un conservatorio. Se alcanzaron cosas muy buenas y sobre todo en la disciplina. Esa escuelita llegó a ser una de las mejores de nivel elemental de Cuba. Aquello funcionaba como un reloj. Todo el mundo tenía responsabilidad. Contábamos solamente con piano, violín, guitarra, trompeta y percusión. Empezamos así, y se hizo un trabajo con muchocompromiso y dedicación. Ya después con el tiempo, cuando pasamos para la otra escuela, se fueron incorporando más especialidades. Actualmente tenemosviento metal y madera completos; percusión, guitarra, tres, laúd, canto coral y piano.

Estuve como director desde que la escuela radicaba en la calle de Santa Clara y hasta el local donde se encuentra hoy, que cambia el nombre por Benny Moré. Estando ahí se crea el internado y crece la escuela cuando se unen danza, música y artes plásticas, que es como está actualmente. Me exigían pocas horas clases por las funciones que tenía al frente de la escuela, pero yo asumí el cuerpo de alumnos completo, porque a mí me gusta enseñar. Me jubilé y estoy trabajando todavía. Es gratificante cuando veo a un niño con condiciones y tengo la posibilidad de hacerlo músico. La base fundamental para un trompetista en su formación es la técnica. Le recomiendo a los jóvenes maestros que el alumno que vean con perspectivas no lo limiten, cumplan lo básico, pero sigan adelante con él, esa es mi manera de actuar”.

El maestro Alzuri ha realizado colaboraciones a través de la Unesco en países como Portugal, República de Cabo Verde y Haití. Es un referente para la enseñanza de su instrumento en Cienfuegos y continúa preparando a las nuevas generaciones.

Talentosos músicos deciden compartir sus conocimientosen una vida dedicada al noble arte de enseñar. Equilibran así, favoreciendo la cultura, su carrera entre el escenario y las aulas.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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