Alberto Durán sobre la montura del teatro

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Inobjetablemente, es un hombre de teatro. Hasta la ancianidad soñaba con relatar historias y disponer sus emociones en la escena. Compartió el escenario con grandes figuras del ramo en la Isla, al modo de Sergio Corrieri y Carlos Pérez Peña, y constató que aún con taxativos registros se podía calar en el aprecio popular. Alberto Durán Bermejo (Cienfuegos, 21 de febrero de 1940) será recordado por esa cubanía que supo impregnar a sus personajes; frecuentemente de reparto, pero intensos.

El Curro, como le endilgaban sus amigos, cursa estudios de primaria y secundaria en el Colegio de los Hermanos Maristas, de la ciudad de Sévres, y se titula de bachiller en Ciencias y Letras en 1958. Sus preferencias por el teatro se manifiestan desde esta etapa, cuando debuta como actor bailarín en el espectáculo de graduación Café Bohemio. Entre 1959 y 1962 consigue la Licenciatura en Química en la Universidad de La Habana e inicia su etapa laboral en una empresa de jabonería y perfumería. Seducido por el teatro se acerca a un nuevo proyecto espigado en Cienfuegos: el Centro Dramático de Las Villas. Con este colectivo participa en las puestas de El Premio Flaco,  El fantasma de Aravaca, Don Centén y los cheverones, Muchacho de oro, De la TV, En la Prangana, Los cuentos, Naranjas en Saigón, La Excepción y la Regla, entre otras.

En 1974 pasa a formar parte del grupo Teatro Escambray, donde permanece hasta 1997. A las órdenes de reputados directores, como Sergio Corrieri, Carlos Pérez y Elio Martín, participa en logradas producciones: La Vitrina (1971), encarnando al viejito; Unos hombres y otros (1974), El Cuentero (1974), uno de sus éxitos más rotundos; Francisca y la muerte (1974), Las provisiones de Jehová (1974), El Patio de Maquinaria (1975), La lechuza ambiciosa (1975), El Paraíso recobrado (1976), La Vitrina (1976), Ramona (1977),La emboscada (1978), Los Novios (1979),Molinos de viento (1983), Accidente (1986), Contar y cantar(1990), Fabriles (1991), Los equívocos morales (1995), etc.. Con esta agrupación viaja a numerosos países de Europa (Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega, Escocia, Inglaterra y España) y América (Nicaragua, Panamá, Venezuela, México, Canadá y Estados Unidos). Asimismo, se ha desempeñado como director desde su debut en 1993, con la puesta de El Ladrón. Más tarde asume la segunda versión de Molinos de viento.

Su debut en televisión acontece en 1986, cuando encarna a Ramón, el padre alcohólico de uno de los miembros del grupo musical Ismaelillo en la serie La semilla escondida, dirigida por Lázaro Buría. Más tarde participa en otras series o novelas, como: Loma arriba, de Consuelo Elba, en la que interpreta a Enobelio; La mala hierba, de Daniel Mena, donde caracteriza a Ramoncito, y Cuando el agua regresa a la tierra (1991), de Mirta González, su puente al personaje de Titi, etc. Uno de sus roles más encomiados sucede en 1994, con el teleplay La emboscada, dirigida por Sergio Corrieri.

En 1996 abandona Teatro Escambray y vuelve a la ciudad de Cienfuegos, presentando el proyecto de grupo teatral Entre comillas, con el que estrena el espectáculo Los últimos hijos del bolero. Más tarde viaja a la capital de Ecuador. Entre 1997 y el 2005 funda el Conjunto Dramático de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito e imparte docencia en la Universidad UNITA y el Colegio de Informática Colón, también en Quito. En ese período interviene en espacios televisivos y publicitarios.

En 2007 vuelve a Cienfuegos y permanece como asesor en el Consejo de las Artes Escénicas. Luego de un período de estudios concibe, con la colaboración de la UNEAC, el proyecto Crecer, que se encamina a la labor con niños discapacitados. Entonces gestiona la filmación del mediometraje El viento en el estanque (2008), que dirige Urra Maqueira, donde asume a un actor que en el ocaso de su vida toma nuevas fuerzas luego de su encuentro y relación con Adriano, un niño afectado por una parálisis infantil. Con este, su primer protagónico, alcanza a revelar sus potencialidades, aunque el deseo de dirigirse a sí mismo e intervenir en los procesos de filmación y postproducción fue angustioso para el equipo y fragmentó sus recursos y estilo actoral. Pareciera que el personaje se adueñó de él, convirtiéndose en un ser hostil, receloso y desmemoriado. Justo, en 2009 recibe el Premio Provincial de Teatro, otorgado por su trayectoria en las Artes Escénicas.

Hacia 2010 se instala temporalmente con sus hijos en laFlorida y rehace su vida en lo posible, regresando a Cuba con alguna frecuencia hasta 2018. A todas luces, intentó volver a la escena en los EUA, pero ya para entonces no conserva su buena memoria ni está apto físicamente; de modo que no alcanza a subirse a la montura del teatro.

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