El planeta arde

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Este julio de 2023, a falta de computar los datos de la última semana, se convirtió en el mes más caluroso jamás registrado en el planeta. Las tres primeras ya de hecho lo son, según comunicó el pasado jueves el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

A base de marcar temperaturas altísimas en muchas localizaciones, como los 52,2 grados Celsius en Sanbao (China), los 53,4ºC de Dead Valley (Estados Unidos), los 49ºC de Argel (Argelia) o los 45,4ºC en Cataluña (España), la media planetaria ha sido la máxima medida nunca: el 6 de julio se marcó el récord mundial (más de 17ºC) y se convirtió en el día más caluroso registrado en el planeta, seguido de cerca por el 5 y 7 del mismo mes de este año.

Además, tanto en la primera como en la tercera semana de julio, la temperatura media de la Tierra superó el umbral de seguridad de 1,5ºC extra sobre el nivel preindustrial. Esa línea es la que traza el Acuerdo de París contra el cambio climático, y la que los científicos demostraron como frontera para limitar sus efectos más devastadores.

A alcanzar estos registros, contribuyó que, desde mayo, la temperatura promedio global de la superficie del mar esté muy por encima de los valores observados anteriormente para dicha época del año.

Las altísimas temperaturas se traducen en olas de calor, como las soportadas en España, Italia o Grecia, además de en Norteamérica, y Asia. Esta situación climática también está detrás del elevado número de incendios críticos que están quemando diversas partes del orbe, los cuales provocan graves daños en la salud humana, el medio ambiente y la economía.

Cuba no se encuentra ajena a esta situación de calor extremo, a la que se le añade además la presencia por estas fechas en territorio nacional del “polvo del Sahara”. Tal combinación propició que en la tarde del 22 de julio los termómetros en Jucarito, Granma llegaran hasta 39.0 ºC, el valor más alto medido hasta ese momento en la Isla en un mes de julio y una de las pocas ocasiones que se ha alcanzado el límite de los 39 grados en el país.

Más allá del impacto que tiene el evento natural El Niño (que consiste en un aumento de la temperatura de las áreas tropicales del océano Pacífico con consecuencias globales), del cual se prevé que sus efectos no hagan sino dejarse sentir con más fuerza en el 2024, está claro que el principal causante de la situación de altas temperaturas por la que se atraviesa a nivel mundial, es el calentamiento global causado por el hombre.

Este fenómeno está provocado por las emisiones de efecto invernadero, ocasionadas principalmente por el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas). Se sabe que cuánto más de estos gases se liberen a la atmósfera, más aumentarán las temperaturas y peores serán las consecuencias.

Por tal razón, y ante las señales tan evidentes que nos envía la naturaleza, resulta imprescindible que el uso de las fuentes de energía renovables adquiera cada más importancia y llegue a encabezar la matriz energética de las naciones, sobre todo de las más industrializadas, principales contaminantes del planeta. Cuba encauza sus pasos hacia tales objetivos.

También precisa reducirse al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero y dióxido de carbono, antes de que sea demasiado tarde, sino lo es ya.

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