El Papel Periódico de la Havana y su legado a los estudios sobre la música en Cuba

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Este 24 de octubre se celebrarán 233 años de la primera publicación del Papel Periódico de la Havana (1790-1805). Aunque no fue el primero, abrió un camino dentro de las publicaciones en la isla, por su estabilidad y marcado interés por lo económico y literario. Dentro de su legado, está el ser una fuente precisa, con vasta información, que ha facilitado a los estudiosos referencias fiables del ambiente capitalino de finales del siglo XVlll, entre ellos, el musical.

En su primera etapa 1790-1793 contó entre sus redactores con Tomás Romay, tan interesado por el progreso científico como por el cultural de Cuba. Realmente podemos constatar que, desde su número inicial, el Papel Periódico de la Havana brinda datos como el nombre de distintas tonadillas y tiranas, sus autores y quienes las interpretaron. Nos ofrece una panorámica sobre los conciertos instrumentales, señalando la presencia de la flauta y el violín entre los más destacados. Para la publicación del 30 de enero de 1791, nos remite a la presencia de la mujer en la vida cultural capitalina.

En general, en esta primera etapa, y gracias a los datos encontrados en las publicaciones del Papel Periódico de la Havana, podemos conocer que la tonadilla escénica que se realizaban en los teatros de la época eran interpretadas por compañías de cómicos. El 27 de octubre de 1791, se anunciaba para el sábado 29 la zarzuela El alcaide de Mairena, primera obra del género estrenada en Cuba. De igual forma se conoce la representación de óperas como Zemira y Azor. Durante 1792 continúa brindando detalles sobre el desarrollo del teatro musical en la escena capitalina cubana, junto al estreno de diversas obras y tonadillas. Nos permite conocer los lugares donde fueron representadas, como la Casa de Comedias del Callejón de Jústiz donde, el 25 de marzo, tuvo lugar una función vocal instrumental, en la que se cantaron Arias que formaban parte del gusto popular en su época. Menciona además al Coliseo y sus festividades por la temporada del año, donde los tres días se tocarían varios conciertos por la orquesta. Se hace referencia, además, a la casa núm. 150, en la Calle de la Cuna.

Gracias a esta publicación tenemos noticias de que en agosto de 1792 se interpretó en La Habana el cuarteto de clarinete del compositor checo, Václav Pichl (1741-1804). Nos remite a la interacción que existió en la época entre el teatro y la música interpretada en vivo con carácter incidental; dos manifestaciones que se fueron alejando, utilizándose posteriormente la música grabada en las puestas en escena teatrales. Sin embargo, gracias a estas publicaciones existen datos de las obras que fueron representadas y de las partituras que se interpretaron para acompañarlas. Constatamos también, que los conciertos se fueron haciendo independientes al teatro alrededor del año 1799, curso que seguirían durante el Siglo XlX y hasta nuestros días.

Otro de los flancos abordados por el Papel Periódico de la Havana, fue dar a conocer en la prensa la llegada a la isla y la impresión de papeles de música. Contar con las partituras de grandes obras del repertorio internacional, satisfacía las necesidades del teatro, de los intérpretes y de las academias de música. Se debe mencionar la venta de instrumentos musicales que fueron anunciados por sus páginas. Esto nos da la presencia de órganos, claves, piano fortes, espinetas, guitarras, violines, flautas, como los principales de la época y el comercio que existía de cuerdas para violín, guitarra y harpa.

En sus publicaciones se anunciaron también las diversiones públicas campestres que incluían bailes, juegos, comedias; aunque no me detendré en ellas, son otra fuente de conocimiento para la comprensión de la vida cultural cubana de finales del Siglo XVlll. Entre los años 1793 y 1794, por los pocos ejemplares que se han podido conservar del Papel Periódico de la Havana y la falta de reseñas encontradas, no son muchos los datos que se pueden aportar dentro de historia musical de la capital cubana, solo la presencia fundamentalmente de tonadillas, seguidillas y boleros (en este caso del llamado bolero español, nada tiene que ver y solo coincide en el nombre con el bolero nacido en Cuba en 1885).

Además de su trascendencia para el desarrollo y la historia de la prensa cubana, sus páginas, correspondientes a la época, son actualmente una referencia obligada para los estudios socioculturales y también musicales, cuando se busca una comprensión de lo que aconteció a finales del Siglo XVlll y dio paso al Siglo XlX. A 233 años de su primera publicación, el Papel Periódico de la Havana sigue siendo ejemplo de la importancia de la prensa, como documento histórico, por ser testigo y cronista del quehacer cotidiano de la nación.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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