El desarrollo tecnológico y su impacto en los niños
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Por: Melisa Ojeda*
El mundo actual ha experimentado una serie de cambios fundamentales en su evolución, principalmente en el ámbito tecnológico y social, los cuales han transformado drásticamente la forma de vivir y relacionarse de las personas.
Antiguamente era algo común ver a grupos de niños y adolescentes reunidos en las calles disfrutando de juegos tradicionales como las bolas, el trompo, el yoyo, las escondidas, los yaquis, el pon, la suiza o empinando papalotes.
Cada uno de estos no solo proporcionaba entretenimiento, también fomentaban el desarrollo de habilidades motoras, la cooperación y creatividad de quienes tenían el placer de practicarlos. Por ejemplo: la destreza manual que desarrollaba el yoyo y el trompo, la paciencia para empinar una cometa, el trabajo en equipo y la precisión que requería el juego de bolas y los ejercicios físicos al saltar la suiza eran evidencia de que su práctica además de dirigirse hacia fines recreativos, eran una escuela de vida por las enseñanzas y valores que transmitían.
El desarrollo tecnológico ha tenido protagonismo en la desaparición gradual de estos juegos de antaño, lo cual no es solo una señal de progreso, sino también el reflejo de cómo las prioridades y estilos de vida en las personas han cambiado con el transcurso del tiempo.
El creciente uso de las redes sociales ha revolucionado las formas de interacción entre las personas. Algo tan simple como establecer una conversación cara a cara con sus gestos y señas, regalar una sonrisa, hacer nuevos amigos a través de una buena conversación, es desplazado, en gran medida, por la interacción a través de las plataformas digitales.
Las tecnologías vienen acompañadas de numerosos beneficios, entre ellos destacan la posibilidad de conectarse con personas de todo el mundo e intercambiar ideas y culturas con ellas; el acceso a recursos educativos como libros, vídeos, conferencias, tutoriales más actualizados y fáciles de acceder; la oportunidad de descargar medios de entretenimientos ya sean juegos virtuales, música, aplicaciones de lectura y diseño.
Si bien es cierto que este desarrollo tecnológico ha abierto nuevas oportunidades para la educación, el trabajo y entretenimiento, también es verídico que actualmente existe un uso desmedido de todo ello, fundamentalmente por parte de los más pequeños de casa. La destreza, inteligencia y pensamiento que los niños adquirían a través de los juegos físicos actualmente han sido sustituidas por problemas de concentración y comunicación, discapacidad visual, comportamientos violentos, atraso en el lenguaje, problemas de conducta, irregularidades en el sueño y bajo rendimiento académico.
En muchos hogares es común exponer al menor a largas horas de televisión o celular sin pensar las consecuencias que esto puede tener. Quizás se debe a la poca disponibilidad de tiempo que tengan para atenderlos o jugar con ellos, a largas horas de trabajo, cansancio o simplemente ganas de entretenerlos con algo llamativo para calmar sus ánimos. Pero no se tiene idea del poder de una plática, la lectura de un cuento, la práctica de cualquier deporte, la interacción con más niños de edades similares, las risas y miradas cómplices con sus padres o abuelos después de hacer alguna travesura, los momentos en familia y el apoyo emocional que esta le puede brindar.
Ello no quiere decir que deben alejarlos completamente de las pantallas, al contrario, el reto es encontrar un equilibrio adecuado. Es fundamental fomentar el uso racional de la tecnología y en conjunto promover más actividades que requieran interacciones cara a cara y actividades físicas. De esta manera los padres y educadores pueden garantizar que las actuales y futuras generaciones tengan la oportunidad de disfrutar de los avances tecnológicos sin poner en riesgo su salud física y mental.
*Licenciada en Comunicación Social.
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