Celebran en Cienfuegos Día de la IA en la Escuela Cubana
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La cita tuvo lugar en la escuela primaria Ignacio Agramonte organizada por miembros de la Unión de Informáticos (UIC) de Cuba y trabajadores de Bandec Cienfuegos
¿Saben qué es la IA? Esta fue la pregunta para iniciar el intercambio con niñas y niños de la Escuela Primaria Ignacio Agramonte en Cienfuegos. La atención fue automática y la respuesta generó que la mayoría levantara la mano para responder, todos coincidieron en el término que hace referencia a la Inteligencia Artificial.
Estaba claro que para los pequeños presentes el tema no era nuevo y los miembros de la Unión de Informáticos (UIC) de Cuba y los trabajadores de Bandec en Cienfuegos, quienes compartieron con los estudiantes de quinto y sexto grados, consiguieron entusiasmarlos y a la vez sentir gratitud por el encuentro, a propósito del Día de la IA en la Escuela Cubana. No obstante, resta mucho por educar en su uso.
La inteligencia artificial (IA, por su abreviatura) “es una tecnología basada en programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, con el aprendizaje y el razonamiento lógico y, por tanto, permite a las máquinas pensar y aprender parecido a los humanos”, refiere sobre el tema la edición ¡Descubriendo la Inteligencia Artificial!, preguntas y respuestas para niños curiosos, de la autoría de Miriela Milagros Escobedo Nicot y Yailé Caballero Mota.

Esta herramienta informática forma parte de numerosos ensayos, descubrimientos y hasta de la vida cotidiana. En la actualidad está disponible desde diferentes dispositivos electrónicos y para personas de todas las edades; con su fácil uso de preguntar y recibir respuestas parecería muy fácil, pero siempre ha de primar la inteligencia humana y por ello la importancia del aprendizaje desde los centros estudiantiles.
Lograr el entendimiento entre, qué es la inteligencia humana y qué la IA, así como su diferencia, fue un razonamiento entendible entre juegos. Por ejemplo, al simular la caída de un niño que transita en una bicicleta, el hecho genera en su amigo preocupación y ayuda; en cambio si se le preguntara sobre el mismo hecho a la inteligencia artificial, la respuesta será más programada: —lo siento, tienes que tener más cuidado—, respondería de manera automática.

En tal caso ninguna respuesta es equivocada, pero entre los presentes se reconoce la capacidad de análisis, con la riqueza emocional y sensorial que poseemos los humanos; demostrando que la experiencia es mucho más rica que lo artificial.
Es fundamental recordar que toda tecnología es una extesión de la inteligencia humana, por ello su aplicación en el estudio debe estar guiada por principios éticos.
Según el prólogo del libro citado, “Impresionantes son los alcances que nos brinda la IA, pero la inteligencia artificial no entiende qué es una flor, ni tampoco lo que representa para nosotros los humanos. Los sistemas basados en la inteligencia artificial sólo se basan en palabras y, en algunos casos, imágenes y esta información no puede compensar las faltas de experiencias directas; no puede olerla, ni tocarla, ni puede imaginar un campo lleno de flores”.
De ahí que preguntar a la IA para hacer una tarea no puede ser solo copiar y pegar, debe constituir una herramienta para simplificar lo que antes pudiera tomar más tiempo. Pensar que la IA es el único camino también puede ser un error, porque una orden a la inteligencia artificial será atendida solo con la información que el propio humano coloque a su alcance.
Encaminarse en el mundo digital con seguridad, no compartir información personal, ni fotos, y contar con la supervisión de los adultos constituyeron enseñanzas adicionales del encuentro con los escolares primarios, y al mismo tiempo una recomendación de los profesores del centro estudiantil que acompañaron el encuentro este 9 de diciembre, por el Día de la IA en la Escuela Cubana.
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