Cascadas a flauta sola, para decirte hasta siempre José Luis Cortés

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Apenas acabo de escuchar la noticia de la partida de uno de nuestros grandes músicos cubanos y siento que todavía no puedo creerlo. La música cubana y la flauta, están en silencio. La obra de José Luis Cortés, El Tosco, quedará como un capítulo obligatorio, un referente necesario. Cuando se hable de nuestra identidad musical, debe ser incluido. Cuando se recoja la identidad de la escuela interpretativa de flauta en Cuba, él ha ganado un meritorio lugar.

El profesor del ISA Luis Bayard, me hizo escucharlo desde otra perspectiva para que yo pudiera comprender su grandeza. Ellos habían sido compañeros de estudio en la ENA y le tenía gran estima. Con él supe de la curiosa anécdota de unas botas rusas, por las que ganó el apodo de El Tosco, que lo acompañó desde entonces.

José Luis Cortés dejó grandes aportes dentro de la música popular bailable en nuestro país y sobre todo en su estilo y sello personal en la interpretación de la flauta. Su sonido, versatilidad, manera de interpretar varios géneros, estilos e improvisaciones, son dignas de estudio para nuestras cátedras de música popular.

Debido a sus sólidos conocimientos musicales, pudo moverse con facilidad entre el jazz y la música cubana en su totalidad. Revolucionó estilos interpretativos y los transformó con su sello de modernidad, al tomar las tradiciones y llevarlas a la altura de la interpretación de la flauta de nuestros días a nivel mundial. La flauta es un instrumento que ha estado presente desde la Antigüedad, siendo asociada a varias deidades en diversas mitologías. De ahí que le llamen el instrumento de los dioses, como le gustaba señalar a José Luis Cortés.

Y con los monarcas de la música cubana estuvo aprendiendo, antes de crear su orquesta. Primeramente, con una de las agrupaciones más importantes en la historia musical, Juan Formell y Los Van Van, y posteriormente con otro ícono de nuestra cultura, Chucho Valdés e Irakere.

Fue uno de los fundadores de Los Van Van en dónde entró con solo 16 años y creó un antes y un después; también, quien le propuso a Formell introducir los metales. Sin dudas la sonoridad que tiene esta orquesta a partir de que su director llevó a ella los trombones, ha sido uno de sus sellos distintivos por excelencia.

Durante su paso por Irakere se le recuerda por sus solos de saxofón barítono. Estas dos grandes escuelas, de las cuales formaría parte antes de crear N.G. La Banda, serían definitorias. De ambas tomó experiencias y desarrolló una sonoridad propia. La cuerda de metales y la introducción del jazz, es sin dudas una característica determinante en su agrupación, que puede verse como su apropiación de la propia sección de aerófonos de Irakere.

José Luis Cortés dejó grandes aportes dentro de la música popular bailable en nuestro país y sobre todo en su estilo y sello personal en la interpretación de la flauta.

N.G. La Banda fue su propio laboratorio para experimentar y crear libremente. La oficializa el 4 de abril de 1988. En ella reunió, desde sus inicios, a toda una constelación de grandes músicos cubanos, dígase: Víctor Valdés Cortés, Peruchín, Tony Calá, Germán Velazco, Chapotín, Feliciano Arango, Coco Freeman, Isaac Delgado, Giraldo Piloto y Emilio Morales, por citar algunos entre los más conocidos en la escena nacional e internacional. Según palabras del maestro Juan Formell, “José Luis Cortés fue el que aglutinó, amarró y concretó el boom de la salsa cubana”.

Al músico nacido un 5 de octubre de 1951, en el Reparto El Condado, de la ciudad de Santa Clara, lo acompañó el tesón, que ligado a su musicalidad lo llevarían hacia el reconocimiento y respeto por su arte. Un ejemplo es la Universidad de Veracruz, México, que le dedicara un festival de Jazz. También nuestra Universidad de Las Artes le otorgó, el 17 de abril de 2015, el Diploma al Mérito Artístico por su aporte al engrandecimiento de la música y la cultura cubana y por su labor pedagógica, en este caso con la fundación de la Camerata Cortés. Le fue otorgado, además, el Premio Nacional de la Música en el año 2017, en reconocimiento a su rica trayectoria y aportes a la música cubana.

No es posible decirle adiós este 18 de abril de 2022, más bien es un: gracias, por todo lo que nos legó, por llevar la escuela de flauta popular cubana hasta zonas mágicas e insospechadas desafiando a la técnica, por enriquecer con el jazz nuestra música popular bailable y por tan buenos momentos que vivimos junto a su música. Hay seres humanos que dejan el cuerpo para volar, para acompañarnos desde la luz. Me quedo sola en mi espacio y te dedico, José Luis Cortés, el solo de flauta que más me gusta y que escribiste un día para el Maestro Carlos Averhoff, Cascadas.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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