Andreas Brehme: adiós al ambidiestro que llegó a la cima del mundo

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 51 segundos

Andreas Brehme murió este martes 20 de febrero a los 63 años a causa de un infarto, confirmó su familia.

El Kaiserslautern, el primero y también el último club en su carrera profesional, lo definió como “una leyenda del fútbol”, y sus compañeros del Inter de los récords, el equipo con el que consiguió el “scudetto” al cabo de una campaña llena de hitos, lo recordaron por la generosidad de su juego, pero también de su carácter.

Brehme vistió 86 veces la camiseta de su país, primero con Alemania Federal y luego con el equipo unificado una vez que cayó el Muro de Berlín, y a pesar de que su reducto era la defensa, llegó a anotar 69 goles en su carrera profesional y ocho con la selección germana.

El más recordado de ellos fue el de la final ante la Argentina de Diego Armando Maradona en el Olímpico de Roma. Brehme no era el primero ni el segundo cobrador de penales de aquel combinado, pero Lothar Matthäus, su socio del Bayern Munich y luego también del Inter, pidió al técnico Franz Beckenbauer (fallecido el mes pasado) no ponerlo detrás del balón cuando Roberto Sensini derribó en el área a Rudi Völler, y el árbitro uruguayo Edgardo Codesal señaló la pena máxima.

El “Kaiser” tampoco quiso que fuera Völler el encargado de cobrar desde los 12 pasos, de modo que la responsabilidad recayó en Brehme. Sin asomo de duda, tiró cruzado de derecha, pero también pudo haber sido con la izquierda, porque ambas piernas eran igual de rendidoras, y batió a quien hasta ese momento había cargado sobre los hombros a Argentina a fuerza de atajadas en las tandas de penales, Sergio Goycochea.

Pero la solvencia que demostró para detener los ataques rivales no se trasladó a su vida personal. Brehme llegó a estar en quiebra poco después de su retiro del fútbol, lleno de deudas y sin trabajo desde que en 2006 fue asistente técnico de Giovanni Trapattoni, su antiguo técnico del Inter, en el Stuttgart.

Beckenbauer promovió en 2014 una colecta para ayudarlo a salir del trance económico que atravesaba, y Brehme alcanzó a salir a flote con contratos publicitarios y apariciones eventuales.

El Inter de los récords nunca lo olvidó

El mejor momento deportivo de Andreas Brehme fue su paso por el Inter de Milán, donde se asoció a su compatriota Mathäus para ganar la temporada 1988-1989 con un dominio impensable, tomando en cuenta que su gran rival era el Milan del tridente naranja, los neerlandeses Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco Van Basten.

Ese año los nerazzurri llegaron al tope de la tabla apenas en la cuarta jornada, y allí en la cima se mantuvieron hasta la última fecha, con apenas dos reveses y seis empates en toda la temporada, y una seguidilla de ocho victorias en la segunda mitad de la campaña.

Brehme permanecería cuatro años más en el Inter, y en la zafra 1989-1990 se armó otra asociación histórica, con la adición de Jürgen Klinsmann para responder al trío naranja del Milan.

“Desde el punto de vista futbolístico ha sido un jugador increíble: el único que he encontrado en mi carrera del que no sabría decir si era zurdo o diestro”, recordó este martes el defensa Ricardo Ferri, con el que compartió las campañas de gloria en el Inter. “Cuando estabas en problemas en el campo solo había una cosa que hacer: darle el balón a Andy. Era como guardarlo en el banco”.

Giuseppe Bergomi, también parte de aquel Inter histórico, lo definió como “director defensivo”, por su capacidad de distribuir juego, y el portero Walter Zenga recordó cómo en los entrenamientos explotaba su versatilidad en el disparo: “me retaba cobrando 10 penales, cinco con la izquierda y cinco con la derecha”.

El Inter anunció que todos sus jugadores disputarían el partido de octavos de final de la Champions contra Atlético de Madrid este martes con una banda negra en el brazo, en señal de duelo por la partida de Brehme.

Un equipo milagroso

El Kaiserslautern fue el equipo con el que debutó en la Bundesliga en 1981, y también con el que se despidió 17 años después con una aventura inolvidable, porque el club comenzó el año como recién ascendido de la segunda división y lo cerró como campeón, una hazaña jamás vista en el fútbol alemán.

Esa divisa, que llegó a dirigir en 2000, fue la encargada de dar a conocer la muerte de Brehme, a través de una publicación en la red social X en la que hizo un recorrido por la carrera del jugador.

Inmediatamente después, su pareja, Susanne Schaeffer, agregó que la partida había sido “súbita e inesperada”, víctima de un ataque cardiaco.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se sumó a las condolencias recordando que “sus contribuciones al fútbol, tanto en su faceta de jugador como de técnico, han dejado una marca indeleble en el deporte”.

Visitas: 4

Cubadebate

Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Agrupa a periodistas cubanos y de otras nacionalidades en torno al Círculo de Periodistas contra el Terrorismo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *