Alexis Díaz de Villegas: revisitación de un actor que nos dejó antes que cerrara el telón (V)
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A la par que funge como profesor en la Universidad de las Artes, Alexis dirige varios textos dramáticos, como Cuentos cubanos (2010), junto a Yanier Palmero, en la Fundación Pablo de la Torriente Brau, y la obra La balada del pobre Bertolt Brecht (2011), en el Instituto Superior de Arte, una y otra protagonizada por Carlos Peña Laurencio. Contiguo, participa en la Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral 2012 con su unipersonal El Trac, en representación de “El Público”, y en el octubre de 2013 en el estreno de la obra Ana en el trópico, de Nilo Cruz, una producción de Teatro El Público-FUNDarte dirigida por Carlos Díaz, en el Teatro Trianón.
En 2014 dirige y encabeza la puesta Sueños de un seductor, del cineasta Woody Allen, presentada en la Sala Teatro Adolfo Llauradó, la historia de un cinéfilo que tras su divorcio procura encontrar el amor haciendo uso de técnicas seductivas inspiradas por Humphrey Bogart. En esos momentos aparece en un proyecto humorístico televisivo llamado Sala O, que fracasa, entre otras razones, por el irregular guion de Carlos Torrens y la dirección de Mandy Arencibia. En el programa forma parte del elenco fijo, vadeando en lo posible al encargado de limpieza, el travieso empleado que deambula por una clínica donde varias personas reciben tratamiento.
Tiene un rol pequeño en la telenovela La otra esquina (2014), de Ernesto Fiallo, asumiendo a Alexander, y en el filme norteamericano Papa Hemingway en Cuba (2015), del iraní Bob Yari, en torno a la primera etapa de la vida de Ernest Hemingway, donde recrea a Paxtchi Ibarlucia. Inspirado en unos talleres que ofreciera a estudiantes del ISA hacia 2011, monta la obra Balada del pobre Bertolt Brecht, basada en textos del dramaturgo alemán, una suerte de reconquista del teatro en vivo, en el cual los histriones cantan e interpretan prosas de Virgilio Piñera. El elenco estuvo integrado por jóvenes estudiantes que ya conocían sus códigos teatrales, como Lili Santiesteban, María Forcade, Yara Masiel y Carlos Laurencio. La puesta es reestrenada en octubre de 2015, en la Sala Adolfo Llauradó. En este periplo encarna a Oliva en la serie televisiva Rebeldes, drama canadiense con locaciones en Cuba sobre las luchas gestadas por un grupo de guerrilleros antes de 1959. A su vera figuran Alexandria Benoit (Natalia) y Elías Aguirre Cobas (Diego).
En lo sucesivo, tiene otro corto desempeño en la coproducción Ernesto (2017), de Junji Sakamoto, basada en la historia de Freddy, un descendiente japonés que cursa estudios de medicina en La Habana y al regresar a Bolivia, donde nace, se une a las fuerzas del Che y muere asesinado en 1967, durante una celada del ejército boliviano. El filme obtuvo el Premio Especial de la Paz en el Hiroshima Internacional Film Festival 2017. Similar, interviene en la exitosa serie La otra guerra (2017), de Alberto Luberta, sobre la lucha contra bandidos en las lomas del Escambray; todo un suceso por la frescura del guion y el rigor del enunciado dramático y audiovisual.
Con el propósito de asentar sus experiencias y el modo singular con que asume el teatro crea, finalmente, una agrupación propia en 2016, cuyo debut oficial acontece en Camagüey, en tributo a Vicente Revuelta, con Balada del pobre Bertolt Brecht: Impulso Teatro. Con esta agrupación dirige y protagoniza la obra Traslado (2018), de Thomas Melle, que cuenta la ascensión y desplome de un profesor que, tras ser promovido en su institución, debe afrontar impugnaciones de toda naturaleza. La puesta, su oferta para la Semana de Teatro Alemán en La Habana, estuvo dedicada a su hijo Pablo Alexandro y permite disfrutar su brillante caracterización de Ronald (Roland) Rupp, junto a su staff de actores: Ayris Arias, Carlos Pérez Peña, Dila Paimier, Ignacio Reyes, Linda Soriano y Arbel Molina.
Insultos… (2019), del escritor austriaco Peter Handke, resulta una obra de intensa meditación y perspicaz caladura crítica; unos la rechazan, otros la ensalzan por transgresora. En la Sala Adolfo Llauradó los siete actores insisten en despojarse de los convencionalismos escénicos y el fluir amanerado de posturas estéticas y deconstrucciones sobre las tablas, en franco recorrido por “el teatro, lo que ha sido y lo que pensamos hoy que debe ser” —como dijera el actor a Tribuna de La Habana. Justo, Alexis subraya que se trata esta de “una obra tan autocrítica y crítica que incluso se critica a sí misma y se contradice constantemente. Es como el bufón de las cortes victorianas, que era incómodo, pero hacía reír, era anarquista y se burlaba del rey, pero también debía estar preso al traje y a las órdenes, porque también hacía de público”. Finalmente, da aliento a un periodista en el filme Havana Kyrie (2019), del italiano Paolo Consorti, en el que intervienen Franco Nero y Jorge Perugorría, sobre un director de orquesta que busca a su hijo de origen cubano.
[Continuará]
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