Alertas y prevenidos, ante la calma ciclónica

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En la actualización del pronóstico estacional cubano se ratificó la perspectiva de una temporada activa, al esperarse desde esa fecha hasta el 30 de noviembre, 14 tormentas tropicales, de las cuales ocho pueden llegar a ser huracanes

Para muchas personas interesadas en la meteorología, la naturaleza está haciendo de las suyas, pues la temporada ciclónica 2022 en la cuenca del Atlántico tropical (incluye también el golfo de México y el mar Caribe) muestra un comportamiento menos activo de lo previsto en los pronósticos estacionales, difundidos antes de su comienzo por  instituciones  especializadas de varios países.

 Baste recordar, por ejemplo, que el emitido por nuestro Instituto de Meteorología, indicaba la formación de 17 organismos ciclónicos con nombre, proyección superior al promedio histórico de 14 para la serie de años 1991-2020, según la actualización realizada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, de EE. UU.

Esa predicción se fundamentó en la presencia de condiciones atmosféricas y oceánicas correspondientes a un evento La Niña/Oscilación del Sur (Aenos) en el Pacífico ecuatorial, el reporte de temperaturas del mar más cálidas de lo habitual en la franja del Atlántico norte y el Caribe, y las anomalías observadas en los  patrones circulatorios en la troposfera baja y media, hasta los seis kilómetros de altura, en los meses de enero a abril.

Sin embargo, y a punto de finalizar la tercera decena de agosto, solo han surgido tres tormentas tropicales: Alex, el 5 de junio; Bonnie, el 1ro. de julio, y Colin, el 2 de julio.

Ninguna alcanzó la categoría de huracán y, desde hace más de 45 días, toda nuestra área geográfica de interés vive una calma ciclónica absoluta.

La inactividad observada en agosto contrasta con la climatología del octavo mes del calendario, que clasifica como el tercero más activo de la temporada.

Pero como advierte la doctora Miriam Teresita Llanes, jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, no podemos confiarnos, ni bajar la guardia ante esa notoria tranquilidad.

Según el consenso de especialistas nacionales y foráneos, la frecuente cobertura de nubes de Polvo del Sahara sobre el Atlántico tropical figura entre las causas de ese comportamiento,  pues dicha capa aporta un aire muy caliente  con valores mínimos de humedad relativa, que literalmente ha «secado  a las ondas tropicales activas, en cuanto a nubosidad y lluvias salidas de las costas de África».

Este propio factor incrementa la cizalladura vertical del viento en las altas capas de la atmósfera, que impide a los sistemas tropicales concentrar la energía para su surgimiento y desarrollo.

Resulta oportuno subrayar que, en la actualización del pronóstico estacional cubano efectuada el pasado 1ro. de agosto, se ratificó la perspectiva de una temporada activa, al esperarse desde esa fecha hasta el 30 de noviembre, 14 tormentas tropicales (no se incluyen las tres ya formadas), de las cuales ocho pueden llegar a ser huracanes.

Algunos modelos comienzan a sugerir que las condiciones ambientales desfavorables al desarrollo ciclónico deben empezar a cambiar en los días finales de agosto.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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