Un Ulises cubano y aventurero
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La etapa veraniega es idónea para saldar deudas con la lectura, esa que nos permite igualmente viajar en el tiempo y el espacio sin necesidad de salir de casa. Por eso, durante cada semana la sección Oficio de Leer tendrá al menos una propuesta con obras nacionales o extranjeras, siempre lanzadas por editoriales cubanas, donde el movimiento, la acción y el conocimiento sean protagonistas.
El primero de estos libros seleccionados es Aventuras en los Cayos de Piedra, publicado en 2013 por la Casa Editora Abril, cuyo autor, José Eusebio Chirino Camacho (Jarahueca, 1950) ha dedicado su vida a la divulgación de la ciencia y que al día de hoy se mantiene activo en los ámbitos de la historia, arqueología aborigen y la geografía.
Con Aventuras… el escritor ha pretendido no solo dar a conocer uno de los territorios más bellos e intrincados del archipiélago cubano, sino que busca asimismo encomiar a otros narradores que, como él, han defendido este género literario y lo imbrican con la sapiencia acumulada.
Ulises, el protagonista, se parece mucho al Guille de la primera novela para niños y adolescentes realizada por la Premio Nacional de Literatura 1988, Dora Alonso, descollante no solo como prosista y dramaturga, sino también devota de la naturaleza y fiel admiradora de los mitos y las leyendas que pueblan el Caribe insular.

Chirino Camacho trata de emular los rasgos presentes en el texto de la matancera durante el desarrollo de los 12 capítulos del relato, en el que afloran —como hizo Alonso en la década de los 60 en Aventuras de Guille— los valores educativos en distintos niveles. Desde el plano emocional, por ejemplo, Ulises no abandona nunca la curiosidad por el viaje que tiene por delante, así como por visitar a su abuelo y que este le enseñe las maravillas de la zona donde este último ha trabajado largos años al norte de la región central.
El escritor enfrenta al jovencito a pequeños desafíos que demandan resiliencia y trabajo en equipo, una vez que aborda la embarcación conocida como El Manatí, para surcar una parte de lo que se conoce como el Parque Nacional Caguanes, donde existen importantes humedales, mangles y un complejo sistema de cayos que hacen único aquellos parajes.
Acompañado por el abuelo y un lobo de mar nombrado Matojo, los lectores irán conociendo la extensa área de la bahía de Buenavista, una de las más densamente pobladas con sitios arqueológicos en el país, sobrepasando la treintena. Casi todos, ubicados allí en numerosas cuevas, despiertan el asombro de Ulises con cada paso, como cuando llega a la Cueva de las Conchas y al sitio arqueológico del Limonar, y es testigo del enigmático arte rupestre con atractivas pictografías representadas en murales. “Ulises observa todo y ante su atónita mirada los caprichos de las rocas se hacían más diversos y hermosos”, narra el autor en el Capítulo X.
Además del guiño realizado a las peripecias en la fábula de D. Alonso, Chirino Camacho también sugiere otras referencias literarias evidentes, que se aprecian en el propio nombre del protagónico o las que se viven también en El viejo y el mar, del norteamericano Ernest Hemingway, ya finalizando la narración. A su vez, le rinde respetos a Antonio Núñez Jiménez, Carlos de la Torre y Huerta, René Herrera Fritot, Manuel Rivero de la Calle y a los europeos Carlos Linneo y Alejandro de Humboldt; combo de prestigiosos investigadores y científicos que de una u otra forma dejaron su impronta en los anales de la ciencia cubana, en distintos períodos de tiempo.
Es innegable el sentido de pertenencia del escritor espirituano por aquel pedazo de archipiélago, y así lo destaca un colega suyo, Abel Hernández Muñoz al afirmar: “¡Qué derroche de humanismo, sensibilidad y amor al terruño! Esa patria menor que nos conecta con la cosmovisión de los primeros habitantes, con el imaginario popular del cubano de ayer y de hoy. Son historias, aunque saturadas por la brisa yodada del litoral norte de Sancti Spíritus, pudieran ser parecidas a las de cualquier porción costera de Cuba”.
Aventuras en los Cayos de Piedra se encuentra a la venta en la red de librerías provinciales, además de que ha estado presente en varias ediciones anteriores de la Feria Internacional del Libro, a pesar de que lleva años publicada. En tanto, otras obras de este escritor se pueden adquirir de manera online en el sitio web Ruth Tienda, entre ellas hay dos de especial interés, Tras la huella del Pelú de Mayajigua y Estebanico, un negro en la conquista de la Florida.

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