20 de octubre: cuando la cultura cubana canta su identidad
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Hace 157 años, Cuba encontró su voz. El 20 de octubre de 1868, en pleno inicio de las luchas independentistas, nació en Bayamo lo que hoy conocemos como nuestro Himno Nacional. Esta fecha, que marcó el nacimiento de la canción patria, fue instituida con el triunfo de la Revolución en 1959 como Día de la Cultura Cubana.
La historia recuerda a Perucho Figueredo montado a caballo, delineando los primeros compases de “La Bayamesa” mientras la ciudad se envolvía en el fervor revolucionario. Aquella composición no surgió como una simple melodía, sino como un canto de combate destinado a unificar y fortalecer el espíritu independentista.
La letra que escribió Perucho es un llamado directo a la lucha y a la libertad:
¡Al combate corred, bayameses! / Que la patria os contempla orgullosa; / No temáis una muerte gloriosa, / Que morir por la patria es vivir.
En cadenas vivir es vivir / En afrenta y oprobio sumido; / Del clarín escuchad el sonido: ¡A las armas, valientes, corred!
La primera entonación del Himno de Bayamo representa el punto donde la lucha armada y la identidad cultural se fusionaron para siempre, dando origen a la conciencia de un pueblo que se definía como libre y soberano.
Lo extraordinario de este himno fue su instantánea incorporación al imaginario popular. Desde sus primeras ejecuciones, los bayameses adoptaron la marcha como símbolo de su rebeldía, cantándola con una convicción que trascendía lo musical para convertirse en proclama política.
La letra, escrita en pleno asedio a la ciudad, resume la esencia del pensamiento mambí: “Morir por la Patria es vivir”. Estos versos, cargados de patriotismo y sacrificio, se convirtieron en el lema no solo de aquella gesta, sino de las generaciones venideras.
La fecha reconoce que en aquel acto fundacional de 1868 late el origen de una identidad cultural forjada entre la lucha y la creación.
Hoy, el Himno de Bayamo sigue resonando con la misma fuerza en escuelas, actos oficiales y competencias deportivas. Sus notas representan la continuidad histórica de un pueblo que se reconoce en sus tradiciones patrióticas.
Esta conmemoración invita a reflexionar sobre la cultura como espacio donde se funden el arte y la nación. El himno nacional permanece como testimonio de que las expresiones culturales más auténticas surgen cuando el arte se pone al servicio de las causas justas.
Al celebrar este aniversario, Cuba renueva su compromiso con una cultura profundamente revolucionaria y popular, heredera de aquellos primeros versos que, desde Bayamo, se convirtieron en el canto de libertad de toda una nación.
La composición de Perucho Figueredo encapsulaba perfectamente el espíritu del momento: el llamado a las armas, el desprecio a la opresión colonial (“vivir en cadenas es vivir en afrenta”) y la disposición a morir por la libertad de la patria.
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