Robert, cronista natural

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Mucho han debatido los teóricos sobre los linderos de la crónica entre el periodismo y la literatura. Empero, amén de la polémica, en lo que sí toman partido los estudiosos es en que, más allá del suceso noticioso, el género está permeado de emoción, sentimiento y sensibilidad humana.

A Roberto Alfonso Lara la crónica le sale de manera natural: los tropos e ideas fluyen cual torrente de río en primavera. Ganador del premio en la categoría de prensa escrita y mención en la digital de la XIV edición del Taller Nacional de la Crónica Miguel Ángel de la Torre, el Robert, para los colegas del 5 de Septiembre, no admite ser cronista, sino periodista que escribe crónicas.

¿Cuál es tu concepto de la crónica?

“La veo como un género superior dentro del periodismo, por lo difícil que resulta al escribirla. Luego, precisa de una alta dosis de sensibilidad y de inspiración, que es decir estar motivado.

“Sin embargo, también considero que es el que más posibilita acercarse a las historias de la gente, tocar sus sentimientos, emociones, conflictos…; justo es señalar que igualmente lo hace el reportaje; pero el lenguaje y estilo de la primera dota al texto periodístico de todas esas cualidades emocionales antes señaladas.

¿El cronista nace o se hace en la academia?

“Existe un balance, pues en la academia uno aprende la técnica, y eso resulta fundamental para desarrollar el don y el talento natural. Sostengo que se precisa de un aprendizaje, comoquiera que el cronista, al final, es el resultado de la ruptura de sus emociones, de sus conocimientos, de su cotidianidad y de su ejercicio profesional.

“Para considerarse un cronista, a mi juicio, debe tenerse un cúmulo de experiencia para llegar a ese estadio. En mi caso, por ejemplo, aún me falta aprender mucho, por eso digo que yo soy un periodista que escribe crónicas de vez en cuando”.

¿Cuánta salud tiene el género en Cuba?

“Ha sido muy lastimado en la prensa cubana y de alguna manera despreciado en los medios nacionales. Paradójicamente no es al que acudimos para contar las historias de la gente, muchas veces apelamos a los más fáciles, como la entrevista o la nota informativa, donde han estado descritos los conflictos, pero no las emociones de las personas.

“Hoy, en América Latina y en buena parte del periodismo hispano, todo gira en torno a la crónica, incluso confundida con reportajes, crónica mayor que pasa de la pantalla y va prácticamente al relato y esa es la tendencia por donde anda el periodismo en estas regiones, y a la cual Cuba debe irse sumando”.

 ¿ Paradigmas…?

“Son muchos nombres, pero por mencionar algunos ahí están Jesús Arencibia, José Alejandro Rodríguez (Pepe), Luis Sexto, Miriam Rodríguez, Michel Contreras… en el patio, Francisco González Navarro (Cholo); en tanto, de los foráneos no puedo dejar de citar a Gabriel García Márquez y Martín Caparrós, excelente cronista, cuyos trabajos he leído en varias publicaciones extranjeras”.

¿Crees que el “Miguel Ángel de la Torre” es un buen espacio para la promoción?

“Pienso que ha representado un impulso para el género en el país. Cada año así se demuestra con la presencia de caras nuevas y, por otro lado, descubre plumas nuevas, que cultivan con acierto la crónica, y de los cuales uno también va aprendiendo, toda vez que posibilita el intercambio de experiencia, permite conocer otros estilos, otras perspectivas; entonces, todo ello va enriqueciendo y aportando a que se fortalezca y fomente su creación”.

¿Qué de especial tiene para ti Sí, mamá, te ves bien, la crónica premiada?

“Cuando la concebí venía del trabajo y comencé a recordar varios cuentos que mi mamá había contado en diversas ocasiones. Casi todos los relatos tenían que ver con la necesidad de zapatos de ella en algún momento de su vida, por cuestiones de carencias económicas, sobre todo en el llamado Período Especial.

“Con esos antecedentes ideé una historia con todos los elementos para redactar una crónica. Para mí tiene un significado muy especial porque a la hora de escribirla quería hacer un texto que emocionara a la gente, pero que también se divirtieran con ella…, reírnos de nuestras desgracias, una costumbre innata del cubano, pero siempre con un matiz optimista.

“…Y lo mejor de todo fue inspirarme y hacerla en torno a mi mamá, que de alguna manera, son los zapatos que yo calzo. ¿Entiendes, entonces, que fue para mí muy emocionante contar la historia de mi mamá, que es la de muchas madres en Cuba y también la de muchos hijos como yo?”.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

2 Comentarios en “Robert, cronista natural

  • el 13 noviembre, 2018 a las 2:40 pm
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    Ay Robe!!! Qué grande te estás volviendo hijo!!! Increíble que los otros días compartíamos cuarto en la UCLV y nos dedicábamos a criticarlo todo con nuestro afán de ser los más “hipercríticos y revisionistas”…. Se va rápido el tiempo, pero bueno, siempre supimos que ibas a despuntar porque fuistes de los más inteligentes del grupo, de los más sensibles también. Me alegro de que más gente pueda leer las cosas que escribes, te quedan muy bien los géneros de opinión. Es verdad que la crónica es perfecta para retratar emociones y sensaciones y empatizar con el lector. Por desgracia este género está quedando para la descripción sin mucho nervio de las marchas y para conmemorar a figuras históricas y del arte sin mucho arte la verdad….. No se me olvida nunca las enseñanzas de Abel Falcón sobre el interés humano y su importancia a la hora de escribir cualquier género periodístico, así fuese una información. Creo que estamos muy faltos de eso, y que a pesar de que se criticó la focalización sobre los recorridos de dirigentes y asambleas en que participan en la prensa cubana, continuamos repitiendo las mismas cosas, cifras frías, exhortaciones a trabajar y producir más, etc. ¿Dónde quedan las alegrías, frustraciones, dolores y placeres de los cubanos? ¿Dónde se ponen sus anhelos y sus esperanzas? Muchas veces me miro en ese espejo, y no logro verme en él… Nada Robe, que es bueno ver que escribas de estas cosas “sencillas”, de esos temas tan del día a día del cubano. Lo haces muy muy bien, y sólo estás empezando. Un abrazo muy fuerte para ti, cuídate mucho y sé feliz, si?

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