Lilia Santaella en el alma de Cuba

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Son incontables las muestras de afecto entre los pueblos de Cuba y México. Una de ellas ha sido la presencia de Lilia Santaella, quien a partir de 1998 nos visitó en varias ocasiones.

Lilia fundó en 1992 la Escuela de la Música Mexicana del Gobierno del Estado de Durango, adscrita entonces a la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte. Desde su creación, la escuela contribuye al rescate y difusión de la cultura durangueña y mexicana en general, y toma como punto de partida a niños y jóvenes. Ella es una maestra normalista dedicada a la enseñanza artística, convencida de su importancia para el conocimiento y salvaguarda de la identidad cultural.

La escuela cuenta con un significativo currículo de manifestaciones,entre las que se incluyen el canto, la ejecución de instrumentos, la formación de grupos tradicionales y de bailes folclóricos de todas las regiones de México.

Tres décadas han dado grandes frutos. Muchos alumnos egresados de ellahoy, sonreconocidos artistas; otros se desempeñan como profesionales en diversas ramas y dan lo mejor de sí, imbuidos de los valores recibidos en la Esmumex.

Cada curso ha producido intérpretes y agrupaciones que hoy se presentan en público, y otros que dejaron su impronta a través de los discos. Cuentan entre esos resultados el grupo Voces de Durango, el Mariachi Infantil y Juvenil, el grupo vocal Las Calandrias, el dueto de Lauro y Esteban y el grupo de danzas Ometochtli, entre muchos más. Toda una tradición continuada con creces por el licenciado Lauro Arce, actual director de la escuela,que una vez fue su alumno y defiende los valores que inspiraron la creación del plantel.

Lilia hizo de la Esmumex la gran pasión de su vida, y el resultado de su esfuerzo perdura. Tanta ha sido su entrega, que desde hace años rebasó las fronteras de México y se dio a conocer con sus alumnos en países latinoamericanos, entre ellos Cuba, así como de Europa y los Estados Unidos.

Entre las muchas actividades que la escuela proyecta, sobresalen las llamadas callejoneadas dominicales, cuando en horas de la tarde el pueblo se congrega en el Cerrito del Calvario y su anfiteatro viste galas con el colorido del arte y la música de los alumnos.

Lilia Santaella Abud y alumnos de su escuela han visitado Cuba en varias ocasiones, una de ellas para presentarse en las Fiestas Patrias auspiciadas por la embajada de México en Cuba. Cada vez ha estado en Cienfuegos para cantar en teatros, la radio y comunidades campesinas. Por gestos como esos se ha ganado la admiración y el cariño de cubanos y de cienfuegueros en particular, afecto que se patentó con la entrega del Escudo de la Ciudad, durante una de sus presentaciones en el teatro Tomás Terry.

Mujer, maestra, artista y mexicana de pura cepa, es un referente que da cuenta de la solidez y profundidad de los lazos fraternos entre Cuba y México.

Ella sueña regresar para darnos más de todo lo bueno y noble que posee como artista y ser humano. Más temprano que tarde, su anhelo se hará realidad. Desde aquí, para ella,una muestra de respeto y cariño: desde la Luna Cienfueguera, hasta la Estrella del Cielo de Durango.

Vino en representación de México al Carnaval de la Imagen, organizado por la dirección provincial de Cultura y el Centro Provincial de Cine. La celebración se realizaba en el contexto de las Fiestas Patrias de México, y con ellas se honraba la gesta independentista del que fue otrora virreinato de la Nueva España. Fue la ocasión para recordar a Miguel Hidalgo y José María Morelos, quienes iniciaron una lucha que continuó en la primera década del siglo XX con la Revolución Mexicana encabezada por próceres como Emiliano Zapata y Pancho Villa.

De la tierra de Villa, precisamente, vino Lilia con un mensaje de arte, amor y solidaridad. En aquel tiempo dirigía la Escuela de la Música Mexicana del Gobierno del Estado de Durango, que ella misma había fundado, y le acompañaba el intérprete Oscar Porfirio Sánchez, a la sazón coordinador de la institución mencionada.

Fueron tres noches en que el teatro Luisa de la Perla del Sur se mantuvo lleno para presenciar a la delegación mexicana, que estuvo acompañada por el Mariachi.

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