“Y en el pueblo hubo muchos Camilos”

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En la historia de Cuba han existido hombres cuyas huellas son imperecederas en la memoria y el imaginario popular. Camilo Cienfuegos Gorriarán es uno de esos héroes legendarios inigualables e incondicionales al ideario de la Revolución Cubana.

“Camilo salió del pueblo, tuvo la posibilidad de potenciar y desarrollar sus extraordinarias facultades; pero cuando veo a nuestros jóvenes al pie de un torno, al pie de un horno de fundición, cuando los veo en un laboratorio, cuando los veo trabajando 10, 12, 13 y 14 horas, me confirmo más y más en aquella profunda convicción de que en el pueblo hay muchos Camilos”, sentenció, en una ocasión, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Tras el triunfo del primero de enero de 1959 el entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), General de Ejército Raúl Castro Ruz, promovió la idea de que el Estado se encargara de la educación de los huérfanos que habían perdido a sus padres en la lucha de liberación.

A ese propósito inicial se le agregó la necesidad de la formación de una cantera que nutriera a los centros de enseñanza militar con jóvenes adecuadamente preparados y que vencieran las materias y se forjaran como oficiales de las FAR. Entre las propuestas de nombres para este tipo de enseñanza, el del Señor de la Vanguardia ganó mayor consenso: surgió así la Escuela Militar Camilo Cienfuegos (EMCC).

La primera de esas instituciones quedó inaugurada el 23 de septiembre de 1966 en el local de la antigua Loyola Military Academy, ubicada en la carretera central hacia Pinar del Río. Luego se crearon otras fuera de la capital del país, hasta que después de la división político-administrativa, todas las provincias tuvieron la suya.

Justo, este año la EMCC de Cienfuegos celebra el aniversario 45 de constituida. “Para la fecha de fundación se escogió precisamente el 28 de octubre de 1978, al conmemorarse los 19 años de la desaparición física del Héroe de Yaguajay”, precisa DuniaTartabull González, subdirectora docente del centro cienfueguero.

En estas cuatro décadas y media ya suman más de cuatro mil los egresados de la Escuela, quienes, en su gran mayoría, fueron a nutrir las matrículas de las academias militares en las diferentes especialidades, muchos de los cuales hoy ocupan cargos de oficiales en las unidades del territorio, los diferentes ejércitos o a instancia del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Decenas de anécdotas y momentos inolvidades se agolpan en los recuerdos de Isabel de la Rosa Ferrer desde que llegó por primera vez a impartir la asignatura de idioma Ruso en estas aulas. “Me siento extremadamente orgullosa y agradecida por la oportunidad de haber contribuido a la formación de 45 generaciones de camilitos”, expresa emocionada.

Apenas contaba con 19 años de edad cuando la educadora cienfueguera tuvo delante aquel grupo de estudiantes. Entonces no tenía conciencia de la magnitud de cuánto significaría en lo adelante aquel acto en su vida personal y profesional. La experiencia de los años no solo ayudó a perfeccionar su magisterio en el arte de la pedagogía, sino también a modelar su personalidad.

La Escuela Militar Camilo Cienfuegos está dotada de modernos laboratorios para garantizar la calidad del proceso docente educativo./ Foto: Armando Sáez.
La Escuela Militar Camilo Cienfuegos está dotada de modernos laboratorios para garantizar la calidad del proceso docente educativo./ Foto: Armando Sáez.

Esa huella de humanidad y de crisol de sentimientos, principios y valores, legada por el ejemplo y enseñanzas de Isabel, al igual que los del resto de los colegas, encontró receptividad en aquella avispada alumna que respondía presente cuando oía mencionar en la lista el nombre de Tatiana González Ríos.

“El hecho de haber sido estudiante aquí y regresado a la misma casa como buen hijo al fin, resulta gratificante y emotivo. Hoy me toca a mí, junto al claustro de profesores y trabajadores civiles, la alta responsabilidad de dejar en las generaciones actuales la impronta de patriotismo y consagración, así como sentar la convicción de servir con honor a la Patria socialista”, afirmó la hoy teniente coronel, quien desde 2014 asume la dirección del plantel.

Tatiana refiere que estos centros están diseñados para erigirse como la principal cantera de las universidades militares, y mencionó entre ellas la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo, el Instituto Técnico Militar José Martí, la  Academia Naval Granma y la Universidad de Ciencias Médicas de las FAR, Escuela Militar Superior Comandante Arides Estévez Sánchez, además de otras carreras de perfil civil, en las cuales ingresan como cadetes insertados y luego, una vez graduados, regresan a servir en la institución armada.

Los programas de estudio son simililares a cualquier preuniversitario de la enseñanza media superior. Sin embargo, las particularidades radican en el mayor rigor y en asignaturas nuevas como Preparación ciudadana, con procedimientos de infantería, y Preparación física.

La práctica del deporte, ejercicios en el gimnasio y la educación física constituyen actividades básicas en la preparación de los camilitos./ Foto: Armando Sáez.
La práctica del deporte, ejercicios en el gimnasio y la educación física constituyen actividades básicas en la preparación de los camilitos./ Foto: Armando Sáez.

“Considero que nuestra formación de valores está dirigida a fomentar en el estudiantado fuertes sentimientos de patriotismo, sentido de pertenencia y la voluntad y decisión de servir a la defensa de la Patria dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Sin lugar a dudas, tras el tránsito por la institución devolvemos un joven mejor preparado para cumplir cualquier misión, dentro y fuera de las FAR”, consideró la oficial.

Dos generaciones distintas de camilitas./ Foto: Armando Sáez.
Dos generaciones distintas de camilitas./ Foto: Armando Sáez.

Ese prestigio alcanzado por la EMCC constituye el principal incentivo para optar por este tipo de enseñanza. Tal fue la inspiración de Laura Fidelia García Méndez cuando mostró el deseo de hacerse camilita, una distinción que para ella, más que el calificativo en sí, representa un compromiso y responsabilidad por el deber que entraña con la soberanía e independencia de la nación cubana.

La estudiante de duodécimo grado sostiene que su paso por la escuela le ha permitido ganar una formación general integral, cuya sedimentación le proporciona un horizonte de oportunidades para el futuro de la vida. La joven de Aguada de Pasajeros reitera que siempre ha visto en el pueblo uniformado, como definiera el comandante Camilo Cienfuegos, a los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, un paradigma a seguir.

“¿De dónde proviene el nombre de Fidelia? Pues tuve el privilegio de nacer el 13 de agosto de 2006, cuando el Comandante en Jefe cumplía sus 80 años. Entonces mi mamá y la abuela eligieron mi segundo nombre”, confiesa con orgullo, tal vez recordando en estos momentos la confianza que nuestro máximo líder siempre le tuvo al legendario guerrillero, a tal punto que, según le contaron los padres y abuelos, en un memorable discurso se viró para el entrañable compañero de lucha y le preguntó, “¿Voy bien, Camilo?”.

Luego, la efigie plasmada en el monograma que lleva Laura Fidelia en una de las mangas del uniforme, constituye también motivo de orgullo y compromiso para la muchacha, según afirma.

 

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en ““Y en el pueblo hubo muchos Camilos”

  • el 16 noviembre, 2023 a las 2:18 pm
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    Creo que le titulo no se corresponde; En el pueblo hubo muchos camilos,Camilo es el pueblo
    pues debemos que hay muchos camilos ; por que siempre esta presente, no veo correcto hablar en pasado quien siempre, esta en nuestra vida cotidiana.

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