Verónica Reyes Toscaeva, en busca de la cubanía en la enseñanza del violín (I)

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A partir de la fundación de las Escuelas Vocacionales de Arte junto a la creación del Sistema de Enseñanza Especializado de la Enseñanza Artística en nuestro país, se institucionalizan y se unifican los planes de estudios. Como aclaración, no significa el comienzo, porque antiguamente había ya una tradición en los conservatorios, y grandes músicos nuestros habían alcanzado fama internacional. Pero, desde hace 60 años, comienza otra etapa dentro de la pedagogía musical.

Cuba contó con el asesoramiento del antiguo campo socialista y se adaptaron los diferentes perfiles por los programas de estudio de estos países euroasiáticos, tomándolos como modelo dentro de la enseñanza artística cubana. Si bien esto llevó a un crecimiento técnico profesional, también se descuidó la identidad cubana dentro del repertorio a interpretar. Actualmente, varios profesores han tratado de incorporar, a la par de las exigencias técnicas y del amplio repertorio internacional de los planes de estudio, obras escritas por nuestros compositores.

Verónica Reyes Toscaeva. /Foto: Cortesía de la entrevistada

En esta ocasión muestro a los lectores la obra de la excelente violinista y docente cubana Verónica Reyes Toscaeva, motivada por los aportes de su trabajo investigativo y pedagógico en cuanto al desarrollo de un repertorio autóctono cubano para ser interpretado desde los primeros años del aprendizaje del instrumento. Crea el Festival de Música Cubana para Cuerdas Frotadas (que son aquellos instrumentos que llevan arco en su ejecución, como el violín, la viola, el violoncello y el contrabajo); que tuvo su primera edición de manera online durante la pandemia de Covid-19. La experiencia fue muy positiva. En el caso de Verónica, su inquietud nace a partir de vivencias personales, que llevó además, a su tesis de maestría, donde realizó un profundo estudio sobre estos temas. Al respecto, ella comentó:

“Fue primero una deuda conmigo misma, porque mi mamá es rusa y mi papá cubano y crecí escuchando música clásica, que era lo que mi mama ponía: Tchaikovsky, Rachmaninov. La música cubana prácticamente no se oía en mi casa. Cuando empecé a estudiar en la Escuela Alejandro García Caturla, nosotros chiquiticos, tratábamos de tocar, pero no nos dejaban hacer tumbaos en el piano. Era una época en la que te regañaban si te veían haciendo algo de música cubana, porque te decían que se afectaba la técnica del instrumento, entre otras cosas. Y crecí con eso por dentro.

Interpreté por primera vez a la música cubana como tal cuando me uno a las integrantes de la Camerata Romeu, que fue una gran escuela para mí. Antes la había tocado, pero piezas sueltas, sin complejidad. En la enseñanza no te daban casi nada de música cubana. Me sentía súper orgullosa de pertenecer a la Camerata Romeu y además estaba aprendiendo muchísimo de nuestra música, con ese repertorio que tiene la camerata que es precioso y se tocaba en cada concierto. Por eso te digo que para mí estar en la Camerata Romeu fue una escuela grandísima que le agradezco a Zenaida.

Verónica Reyes, Camerata Romeu, año 2001, junto a Aurelio de la Vega y Frank Emilio. Verónica segunda fila derecha. /Foto: Cortesía de la entrevistada

Luego, ya como docente, permanecía esa interrogante: ¿por qué no incluirla en el repertorio de los niños? Cuando matriculé para hacer la maestría en Música, Educación y Sociedad, en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, estuve conversando con mi tutora, la Doctora Paula Sánchez y le dije que había crecido con esa incomodidad de no haber podido tocar música cubana prácticamente en todo el nivel elemental. Realicé una investigación y por supuesto ella me fue guiando, en la que hice varias encuestas a estudiantes. Todos los que seleccioné mostraron la misma inquietud que tuve yo cuando estudié en ‘Caturla’: estaban ansiosos por tocar música cubana. El repertorio de las escuelas es ruso, prácticamente el 90 por ciento, y querían que se hiciera algo donde ellos pudieran interpretar nuestra música, sobre todo los que están en primaria. Fue lo que me impulsó para hacer la tesis encaminada, precisamente, a la importancia de la inclusión de la música cubana en el nivel elemental.

El año pasado creé el primer Festival de Música Cubana para Cuerdas Frotadas, que tiene como objetivo potenciar el amor a la música que nos identifica, el conocimiento de los géneros musicales cubanos y sus valores. A través de este festival, los estudiantes, en este caso los niños que participaron, tuvieron la oportunidad de conocer desde edades tempranas la música cubana escrita para los instrumentos de cuerdas frotadas. Participaron estudiantes de violín, viola, violoncello y contrabajo.

Tenemos que destacar la labor del violinista y compositor Jorge Amado. Lo llamé cuando estaba haciendo la investigación y volví a convocarlo para el festival. Él escribió varias obras para violín, violoncello y viola, todas con acompañamiento de piano, que fueron estrenadas casi en su totalidad durante la primera edición. Los niños estaban contentísimos porque, además, cuando los profesores les decían que iban a defender una pieza que por primera vez se interpretaba, se sentían muy contentos. Imagínate tan chiquiticos estrenando una obra.

La primera edición la hicimos online, por el coronavirus no podía ser presencial. El CNEArt (Centro Nacional de Escuelas de Arte) me apoyó muchísimo; en el canal están todos los videos de los estudiantes que participaron. Tuvieron que grabar desde sus casas y algunos pudieron hacerlo en otros lugares, pero todos enviaron sus videos. La organización se hizo a través de los profesores, que eligieron a los estudiantes y los apoyaron. Para mí fue súper importante, quedó precioso.

Me encantaría, para 2023, volver a organizar lo que sería la segunda edición del Festival de Música Cubana para Cuerdas Frotadas, hacerlo de manera nacional, una parte presencial y otra online para estar acorde con lo que está sucediendo en el mundo, a través de las redes, que han tomado mucha fuerza después de la pandemia. Esto da también la oportunidad para que los estudiantes de cuerdas frotadas de todo el país puedan participar, que para mí sería un privilegio. Vamos a enviar las bases del festival a todas las escuelas, a fin de que los maestros preparen a los estudiantes que ellos elijan y entren en contacto con los compositores y arreglistas de cada provincia, para seleccionar piezas pensadas en el nivel elemental. Abunda un repertorio para los más avanzados, de nivel medio y superior, pero música cubana para los alumnos que cursan el primer nivel de la enseñanza artística, hay muy poca. Sería fenomenal que los compositores se motivaran a escribir obras para estos instrumentos, dedicadas a ser interpretadas por los niños”.

Excelente experiencia sumar a los alumnos de todas las escuelas del país a este festival que convoca la intérprete y pedagoga Verónica Reyes, a través de la Escuela Elemental de Música Alejandro García Caturla y el CENArt. Brinda la posibilidad de socializar y de unificar aún más criterios técnico- metodológicos. También ampliar el repertorio y dar a conocer obras de compositores de otras regiones de la Isla, que aún no son conocidas y esperan por la oportunidad. Al apelar también a compositores cubanos de toda nuestra geografía, gana siempre el desarrollo de nuestro repertorio autóctono.

Verónica Reyes durante la grabación de Al Mediodía, junto al quinteto Suite Amina (2018). /Foto: Cortesia de la entrevistada

Cuando hablamos de música cubana, existe el erróneo concepto de pensar solo en el flanco popular. Sin embargo, tenemos el privilegio de contar con obras de Alejandro García Caturla, Amadeo Roldán, que llevaron ritmos y melodías criollas al plano de la música de concierto. Podemos sentirnos, además, orgullosos de compositores como Carlos Fariñas, Alfredo Diez Nieto, Roberto Valera, Guido López Gavilán, Jorge López Marín, Juan Piñera, Magalys Ruiz, José Loyola, entre una constelación de excelencia, que enriquecen el repertorio de nuestro patrimonio musical. Para que estas obras lleguen al repertorio de los futuros intérpretes, deben estar preparados desde edades tempranas tanto técnicamente como en su formación cultural integral. Solo así estaremos salvando la obra que simboliza nuestra cubanidad.

Cuando tengamos más información sobre las bases de la segunda edición del Festival de Música Cubana para Cuerdas Frotadas, las haremos llegar. Es una oportunidad para estudiantes y compositores de toda la Isla.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

3 Comentarios en “Verónica Reyes Toscaeva, en busca de la cubanía en la enseñanza del violín (I)

  • el 16 mayo, 2023 a las 3:26 pm
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    Muchas felicidades a Verónica. La profesora Rusa Alla Taran, quien radicó en Cuba por muchísimos años, realizó un trabajo exitoso con el reconocido Conjunto de violines. Primero en la Escuela Elemental de Música en Cienfuegos y posteriormente en La Habana. Después de su fallecimiento esta agrupación fue desapareciendo paulatinamente a pesar del esfuerzo de algunos de sus alumnos que quisieron tratar de perpetuar ese legado. En el repertorio se incluía música Cubana: danzón, chachachá y otros géneros. Sería interesante ampliar la base de este Festival a la presentación de diferentes formatos instrumentales de formación específicamente de cuerdas frotadas. Esta sugerencia depende de si ya esto está incluido o no,por supuesto. Me llena de una gran satisfacción y orgullo que profesores jóvenes como Verónica estén tan sensibilizados por el desarrollo de la enseñanza de los instrumentos de cuerdas frotadas en nuestro país. Bravo Verónica, muchas felicidades.

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  • el 16 septiembre, 2022 a las 9:22 pm
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    Debo señalar que el trabajo con los estudiantes ha sido meritorio pues no solo la enseñanza de la música cubana sino la práctica de conjunto en los primeros años de estudios, la participación en eventos internacionales con resultados positivos han sido logros que sobresalen en la labor docente de la Máster e intérprete Verónica Reyes, temáticas que también se mantienen con cierta reticencia y rechazo en la escuela pedagógica musical.
    Cada plan de estudios permite mejoras continúas que contribuyen al perfeccionamiento del trabajo docente educativo y en ese empeño ha estado trabajando en este último periodo la entrevistada a quien la acompañan además carisma y entrega hacia sus educandos.
    Toda la isla ya la recuerda con agrado por ser la profesora de las teleclases, experiencia a la que nos llevó la pandemia y que con entrega absoluta nos ofrecieron varios educadores y ella fue de las primeras.

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  • el 16 septiembre, 2022 a las 8:53 pm
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    Muchas felicitaciones ciudades a Verónica la conozco desde prácticamente un adolescente cuando estaba en la Camerata y la he visto crecer y madurar como profesional saludos y muchos éxitos y espero verla pronto por Cienfuegos

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