Una marea de jacintos (+Fotos)

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 46 segundos

Las lluvias arreciaron en Cienfuegos de manera fuerte y continua este fin de semana, y entre sus efectos fue la crecida de los ríos principales, entre ellos el Arimao, que desemboca en la ensenada del mismo nombre, muy cerca de la playa de Rancho Luna. Quienes asomaron sus cabezas por allí este 12 de octubre para disfrutar el poco sol que se colaba entre las nubes, vieron con asombro un paisaje transformado por la arribazón del llamado jacinto de agua (Eichhornia crassipes) en grandes cantidades, abarcando varios kilómetros de litoral.

Las plantas, a ojos vistas, fueron arrastradas durante la noche desde el interior del río hacia el mar Caribe, y luego el oleaje se encargó de llevarlas hasta la costa en forma de islas vegetales flotantes. Si bien no es raro desde hace años su presencia allí, en esta ocasión fue sorprendente por su tamaño y la alta concentración del arrastre.

Según la Lista nacional de plantas invasoras y potencialmente invasoras en la República de Cuba, confeccionada en 2015, los jacintos (también llamados malanguetas o camalotes), están ubicados en el ranking de las 100 especies más nocivas y de mayor preocupación para los ecosistemas cubanos, en esencia, porque es prácticamente imposible de erradicar.

La tempestad arrastró altas concentraciones de la especie invasora hacia el litoral./Foto: Del autor

Procedente de Brasil, este vegetal acuático se ha esparcido por el mundo a una velocidad extraordinaria, por sus características vegetales y adaptativas, más la ausencia de un enfoque integral para su manejo en los lugares donde prolifera.

Según los expertos, el exceso de nutrientes por la actividad negligente del hombre, principalmente de nitrógeno y fósforo, produce el fenómeno llamado eutrofización, el cual ocurre cuando cuencas como la del río Arimao, alcanzan elevadas cantidades de basura, excrementos y todo tipo de desechos en sus márgenes. Ello ocasiona tal proliferación de plantas, las cuales crecen sin parar y provocan una disminución en la penetración de luz en las aguas, impidiendo el desarrollo y crecimiento del fitoplancton. La ausencia de este último reduce la densidad poblacional de zooplancton y se afecta la cadena alimenticia, disminuyendo al unísono de modo notable la concentración de oxígeno en estos lugares.

Los jacintos abarrotaron áreas adyacentes al Delfinario y el Hotel Faro Luna (al fondo). /Foto: Del autor

Sin embargo, “no hay jacinto que por bien no venga”, ya que podrían aprovecharse de manera óptima ─ahora, cuando es oportuna su recogida para mejorar la estética arruinada de las playas circundantes─, en las empresas porcinas o cochiqueras, pues está demostrado científicamente su eficacia para la producción de biomasa y la alimentación de esos animales. Por otro lado, no se puede dejar de mencionar a quienes también, en Cuba y en el mundo, emplean a la especie como elemento principal para confeccionar sombreros artesanales y otras manufacturas en la decoración de establecimientos y hogares.

Mezclada con las plantas, también arribó la basura; plástico, sobre todo./Foto: Del autor
La Eichhornia crassipes es considerada una especie nociva para los ecosistemas cubanos. / Foto: Del Autor.

Visitas: 0

Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *