Sub 23 de béisbol de Cienfuegos: estrenando el cuenta millas
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 40 segundos
Quienes decidieron, por las razones que fueran, comenzar a las tres de la tarde los partidos del Campeonato Nacional de Béisbol Sub 23, no juegan con ninguno de los 16 equipos involucrados en la lid: es un hecho. Nuestra condición de edén tropical muestra por estos días su cara menos paradisíaca y la hora es un crimen–el asesinato de Lola fue pasional; pero perfectamente moriría en la actualidad a causa del clima– y resulta en extremo agotador para los atletas y los pocos aficionados sobre el graderío. Pero así vamos y, por si no bastara, pinta a ponerse más caliente en agosto, mes de inicio de la Serie Nacional…
En cuanto al grupo de los Elefantes, una película bastante parecida se rodó en la temporada previa: Villa Clara arrancó con un paso arrollador, esta vez con siete victorias al hilo, obligando al descuento a los cienfuegueros y anulando prácticamente a Matanzas y Mayabeque. Los sureños, en cambio, no pudieron sacar provecho sobre los dos elencos considerados más débiles, con los cuales dividieron en casa.
Todavía es pronto para sentencias, y el círculo vicioso del sistema de competencias complejiza los pronósticos: cuando enfrentas tres veces al mismo oponente, la costumbre puede ser más fuerte que la técnica. Sin embargo, es Villa Clara el rival a derrotar, sin perder de vista a los eventuales sotaneros, cuya distancia con los perlasureños al término de las dos primeras subseries era mínima.
“Los muchachos están bien, se ven agresivos en el campo, asegura el entrenador Dianny Guedes Medina. Villa Clara comenzó bien, es un rival de nivel; pero igual es otra novena en el terreno. No nos preocupa, nos ocupa nuestro equipo y estamos claros de que debemos hacer bien las cosas para ganar. No hay ningún tipo de presión”.
La ofensiva debe ser el motor de dichas pretensiones, que mostraba un discreto average de .256 antes de enfrentar al segundo mejor pitcheo del país en la categoría, el villaclareño, con un promedio de carreras limpias de 2.22. En cambio, el cuerpo de lanzadores verdinegros, el anunciado flanco débil, había permitido 34 anotaciones, 25 de ellas limpias, para un PCL de 3,13; eso, sin topar aún con los bateadores de más potencia del grupo, también los vecinos villaclareños, con .282.
Con la visita al “Sandino”, los paquidermos iniciaron un periplo de tres compromisos en carretera, pues luego viajarán a tierras yumurinas y mayabequenses. Será ese otro de los retos a afrontar.
“Nos decide mucho, insiste Guedes Medina. Son doce partidos fuera y ya lo hablamos con los muchachos, los preparamos para eso. En años anteriores el equipo jugó bastante bien en esas condiciones; simple y llanamente ir con un poco más de concentración por no estar en el patio propio”.
Con mucho juego de camino y con un estreno un tanto accidentado, para los nuestros al menos, la escalada por la cima de la llave B parece reeditar los matices del año anterior: todos contra uno, que viste de anaranjado, por el único boleto a la siguiente etapa.
Visitas: 54
