Seductora escasez

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La miseria es exótica. Lo sabía de antemano el turista que, apenas aterrizó en la entrada del Bulevar de San Fernando, de la ciudad de Cienfuegos, enfiló su cámara fotográfica hacia el desierto del mercado Cartoqui para llevarse consigo una prueba irrefutable de la crisis que vivimos los cubanos.

Con él viajó, a otro paraje del mundo, no únicamente el vergonzoso retrato de vidrieras y exhibidores casi vacíos; sino, además, la revelación extrema de nuestra limitada capacidad productiva, al punto de solo disponer de escasos paquetes de galletas para vender a los ciudadanos.

Podría afirmarse que la captura del curioso extranjero fue hecha a imagen y semejanza de la publicada en este periódico a inicios del actual año, cuando expusimos la situación precaria de similares establecimientos del comercio minorista, localizados en el Centro Histórico Urbano, de la Perla del Sur. Creímos entonces —¡tamaña ingenuidad!— que, al paso del tiempo, cambiaría; nunca pensamos que a peor.

Por si no lo leyó, aquí está el trabajo relacionado⇒ Algo más que colorante y pasta de ajo
Foto: Juan Carlos Dorado

Las ofertas de Cartoqui, La Yarda y La Princesa, las tres unidades de la red Ideal, vienen a ser, al día de hoy, una expresión barroca de las carencias en Cuba. Así como expenden vino seco con talco para pies, el cliente, con algo de fortuna, encuentra también fideos, detergente líquido y en polvo, bolsas con jugo de limón, paquetes de pelly, cremita de leche, antibacterial… No más que esta pírrica línea.

Ahora nos embarga cierta nostalgia por los condimentos, el dulce de guayaba y el “imperio del maní” que, a comienzos de 2023, al menos lucían mejor en los mostradores y denotaban que el comercio minorista de Cienfuegos aún no había perdido la razón. Llegarse, por ejemplo, a La Yarda —mercado aledaño al Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba y al Hotel Meliá San Carlos—, genera soberbia: dos jóvenes dependientes para vender “galletitas importadas” en un espacio inmenso, desolado, triste, penoso.

Foto: Juan Carlos Dorado

De ningún modo deberíamos voltear la cara a tales asuntos, más si nos tocan de cerca. Cualquier timbiriche particular, emplazado en menos de un metro cuadrado, supera con creces, en número y variedad de productos, lo que actualmente comercializan los referidos establecimientos, poseedores de una ubicación e infraestructura envidiables que, de por sí, entrañan beneficios. Pero esto, lo dijimos once meses atrás, no obra por arte de magia; exige mayores niveles de gestión, visión empresarial, mentalidad de negocio, ganas de que la gente no solo se alimente con galletas. Pululan en esta ciudad mipymes privadas con tanta abundancia de víveres, que conducen a preguntarnos por qué las entidades estatales ni siquiera pueden equipararlas.

El bloqueo estadounidense y sus medidas asfixiantes golpean a todos, incluso a los emprendedores. Sin embargo, el sector mayorista y minorista del comercio en el país cuenta con un sistema organizado de ministerio, empresas, almacenes, unidades empresariales de base, tiendas, bodegas y mercados, con miles de personas empleadas. ¿Será que son muchas para surtir los estantes?

Regodearse en el cumplimiento de los planes económicos, los ingresos por ventas y otros indicadores que, habitualmente, suelen empuñar los funcionarios para ocultar las ineficiencias o la realidad cuesta abajo que nos sofoca, poco ayuda a salir de los baches, más cuando conocemos que son cifras derivadas del contexto inflacionario. Semejante lisonja conlleva al acomodamiento detrás de los burós, mientras la zozobra se apodera día a día de familias que, a la hora de la cena, no saben qué poner en el plato. La escasez embriaga y sus fotos terminan siendo icónicas.

Foto: Juan Carlos Dorado

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

5 Comentarios en “Seductora escasez

  • el 18 diciembre, 2023 a las 4:57 pm
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    Excelente, sin dudas el periódico de Cuba que mejor trabajo de denuncia y crítica hace.

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  • el 17 diciembre, 2023 a las 1:45 pm
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    Sencillamente, del surtido y calidad de la oferta depende lan las condiciones de vida de los due;os y empleados de los negocios privados. Si no les va bien cierran, como han cerrado muchos, y vienen otros. Sobreviven los mejores, los más ahorrativos, mejor ubicados, los más fuertes, los mejor relacionados o los más tramposos. Pero su éxito personal y colectivo depende de su esfuerzo y resultados.

    En el caso estatal, las condiciones de vida de los cuadros no dependen del surtido, ni de la calidad de la oferta, ni de la satisfacción de la demanda o de las necesidades de pueblo. Y es difícil que una persona atienda bien algo, si su salario y medios de vida no tienen que ver con lo bien que lo atienda.

    De hecho, no tengo claro qué indicadores son los que se utilizan para evaluar la calidad de su gestión, ya que el plan de ventas (azúcar, viviendas, etc…) lo elaboran ellos mismos, los suben o bajan, lo rellenan con ofertas caras convoyadas si están apretados, o con opciones baratas en fechas previas a movilizaciones o procesos electorales para apoyar el proceso”, piden créditos a los bancos, deciden no pagar a productores del agro o demorar el pago a servicios técnicos de privados… He visto los mismos productos a diversos precios, tanto en MN como en MLC, en entidades estatales. Y nada.
    Pero cuando hay un congreso, acto o “candela”, aparece de todo y “cumplen”con el nivel superior.

    En el sector comercial privado los convenios, pagos y motivaciones son crudas, claras y sencillas. Los parámetros de calidad del proceso son concretos y bien resumidos. No tienen oficinas ni sectoriales ni OSDEs ni RRHH, ni economía, ni OTS ni ATM, ni sindicato o forum, ni energético o recepcionista. Pero están más motivados, y dejan empleos estatales por éstos,supuestamente más inestables, lo que nos lleva lógicamente a cuestionar la pertinencia hoy de todo lo anterior. En el sector comercial estatal hay todo un entramado parásito y los pagos, acuerdos y demás son complejos y opacos, hay opinólogos en muchos burós, estudios científicos rebuscados y etéreos, pero que generan eventos y viajes, y los salarios de los dependientes son tan bajos y no vinculados a su destreza personal porque se asume que van a robar (y se les va a permitir un poquito), no tiene otra explicación lógica.
    Por eso solo verá galleticas (revendidas de particulares) condimentos (revendidos de particulares) y drogas legales como alcohol o cigarros. Porque si llega algo bueno esos mismos empleados malpagados y sin sentido de pertenencia creado, por la falta de ejemplaridad en sus jefes, avisarán a los privados para que lo acaparen. Y al final botaremos el sofá privatizando todo, como ocurre poco a poco con cafeterías y restaurantes, en vez de ir a la raíz no socialista de nuestros problemas internos (corrupción administrativa, impunidad y falta de participación real de los obreros en los procesos económicos y vinculación justa a sus resultados, el cuadro al servicio de sí mismo y no del pueblo) y luchar por más socialismo. Si a alguien le molesta este comentario, que cambie la realidad.

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  • el 17 diciembre, 2023 a las 8:23 am
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    Dada su población actual a Cuba le hacen falta no menos de 200 mil pequenas empresas con socio en el extranjero y una politica de Aduana flexible a la importacion por propios, bajo impuesto al ingreso. La politica actual del gobierno es lenta y precaria dada la inmovilidad de la economia interna y los desafios de la economia mundial. No se debe esperar a que los americanos levanten el bloqueo. Se debe actuar en consecuencia y abrir la economia.

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  • el 16 diciembre, 2023 a las 6:26 pm
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    Periodista, interesante su trabajo, mientras lo leía recordaba la noticia “a bombo y platillo” por el NTV estelar, relacionada con la celebración en la Habana de una “Convención de Comercio”, y como el cerebro funciona casi a la velocidad de la luz, pensaba y me preguntaba – sobre estas dos noticias aparentemente no relacionadas – que tendremos que disertar sobre comercio si no somos capaces de tener una oferta medianamente decente en los establecimientos comerciales estatales?…hace rato que tengo la impresión de un divorcio entre nuestra superestructura y la base, (estado – pueblo, sociedad) pues allá arriba y en “la capital de todos los cubanos” se la pasan de evento en evento, congresos, ferias, talleres, convenciones, etc, que no resuelven nada al final, como no sea permitir vivir de tales prebendas a los funcionarios de los ministerios e institutos correspondientes, valdría la pena “cuquear” a ese “mono” a ver qué pasa…

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  • el 16 diciembre, 2023 a las 4:03 pm
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    Muy bueno este trabajo de opinión de mi colega.
    Es vergonzoso que en el Mercado de Cartoqui tengamos que comprar (de manera obligada) el vino seco junto al talco para pies, como si esto último fuese un condimento de cocina. Nadie entiende nada.
    Los turistas foráneos que llegan a esta ciudad deben partir hacia sus países muertos de la risa con semejante espectáculo. Medidas tan arbitrarias como esta solo conducen a las burlas por parte de quienes odian al Gobierno de nuestro país. Y con toda razón.

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