Rodrigo de la Cadena, el último de los bohemios

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El pasado 16 de junio Rodrigo de la Cadena recibió en Cuba el Premio Internacional Miguel Matamoros, distinción que entrega la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en nuestro país a prestigiosas figuras. Rodrigo es la sexta personalidad internacional y el segundo mexicano, de origen yucateco, en obtener este importante galardón.

Hay que destacar su participación durante 20 años, como figura relevante del Festival Boleros de Oro de La Habana. En cuanto al bolero, nacido de las manos de Pepe Sánchez y acunado primeramente en Santiago de Cuba antes de conquistar el resto de la isla y después el mundo, se debe señalar que encontró en Rodrigo a un promotor y cultor que ha logrado una significativa trayectoria, dedicada al estudio y divulgación de este género musical, con una voz privilegiada que le permite ser un intérprete que ha ganado los corazones y la admiración de un público internacional. Fue su mentor Armando Manzanero, quien lo bautizara como el último de los bohemios. Durante el marco del festival me permitió entregar estas palabras para los lectores de 5 de Septiembre:

-Maestro, hábleme un poco sobre lo que significa para usted el bolero.

-Rodrigo de la Cadena: “Bueno, pues primero que todo un saludo, aquí, desde La Habana, en el marco del Festival Boleros de Oro, donde celebramos la vida, tan longeva, de este género de la música popular romántica. El bolero integra la cultura de nuestros países y de todas las naciones de América Latina, además de Iberoamérica, porque estamos hablando también de España y otros países que procuran el español, aunque no sea su primera lengua, como es el caso de Brasil, por ejemplo, en dónde se han hecho grandes trabajos en cuanto al bolero. Así que ser un representante de este género, un procurador del mismo, pues, enaltece primero mi alma, mi corazón y me permite manifestar todo tipo de expresiones y emociones, así como muchos que se encuentran con este”.

Cuba y México son dos naciones hermanadas por varias vías culturales, entre ellas el bolero. Son muchos los ejemplos que se pueden poner al respecto. Hace un tiempo tuve la oportunidad de hablar sobre estos vínculos cuando llevé a los lectores de 5 de Septiembre varios trabajos sobre la producción que estaba realizando Armando Manzanero con los músicos cubanos del Sexteto Cofradía, que desgraciadamente el maestro no pudo terminar, pero quedó en manos de Rodrigo de la Cadena. En esa ocasión se entrevistaron varios de los músicos, que son del centro del país, como el trompetista cienfueguero Yvez González; el director de la agrupación y guitarrista santaclareño Jesús López; y su voz líder, la cantante camagüeyana Niurka Taupier. Gracias a Rodrigo de la Cadena se une la voz del maestro junto con la de Niurka en un tema, además, compuesto por el padre de Manzanero.

Añade el entrevistado: “Manzanero, mi querido mentor, maestro y amigo, estaba realizando una producción a Cofradía, un grupo de artistas cubanos. Fue un trabajo que yo terminé. El maestro estuvo dirigiendo y produciendo el disco hasta que le ganó la enfermedad de la Covid-19 y quedó todo menos la voz de él. Iba a hacer dúos con ellos, pero lo dejó para el final, lo pospuso y la muerte tirana se apoderó de los planes y truncó esta participación. Como me encargaron a mí seguir ese disco, pues yo tenía grabada en frío la voz de Manzanero en el estudio, en una canción que se llama Flor de azahar, compuesta por Manuel Montes de Oca, el poeta y la música del trovador yucateco, Santiago Manzanero, que era el papá del maestro Armando. Hicimos un arreglo, montamos la canción y quedó muy bonito, sobre todo ese dúo que considero la pieza fundamental del disco. Pienso que les di una sorpresa muy grata, así lo sentí. Niurka Taupier canta precioso y es buenísima. La he tenido en mi programa Noche, Boleros y Son, del Canal 11. Siempre extendemos la mano, sobre todo a los hermanos de Cuba, a quienes saludo con mucho cariño”.

Rodrigo de la Cadena nació en Ciudad de México, el 2 de enero de 1988. Proviene de una familia de origen yucateco, una región de México que se destaca por su cancionística, muy vinculada a la trova, y ha regalado importantes cultores al patrimonio musical. Comenzó a la temprana edad de seis años a realizar estudios de piano. Desde su adolescencia se identificó con el bolero. A partir de 2003 inició su carrera artística, destacando en foros y festivales de México, Cuba, Ecuador, Colombia, entre otros. Desde 2010, es director artístico del centro de espectáculos La Cueva. Fue el primer latinoamericano en ganar el Gran Prix de la Canción Pop del V Festival Internacional Eslavo de las Artes, en Bielorrusia, en 2014.

Posee una extensa obra como promotor, intérprete y compositor de boleros. Crea y dirige, desde agosto de 2016, el Festival Mundial del Bolero en la ciudad de México. Los boleros de mi vida es un álbum doble que produce en 2017 e incluye 12 temas de su autoría. Es director y protagonista del programa Noche, Boleros y Son, del Canal 11, donde ha invitado a varios artistas cubanos y hace gala de sus extensos conocimientos sobre las etapas y los estilos interpretativos del género. Como reconocimiento a su vasta obra, su retrato al óleo ingresará el próximo 25 de noviembre al Museo de la Canción Yucateca.

Su obra de rescate y difusión de boleros de autores cubanos, junto a compositores mexicanos, internacionaliza y perpetua al género. Rodrigo se suma a los cultores que ayudan a inmortalizar lo más selecto del repertorio de ambas naciones. Agradecida por la deferencia de Rodrigo de la Cadena en permitir estas palabras para los lectores del 5 de Septiembre, el Diario digital de Cienfuegos.

Cuba y México están actualmente enfrascadas en un diálogo entre culturas, donde se aúpan experiencias y vivencias para el apoyo necesario al expediente binacional Bolero: identidad, emoción y poesía hecho canción, para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Unesco. Con relación a este tema, en el próximo mes de septiembre se reunirá el Organismo de Evaluación para permitir el criterio definitivo de los expedientes afectados por el proceso de diálogo y se confeccionará el informe con las consideraciones finales sobre esta etapa. Entre noviembre y diciembre de este mismo año en curso, el comité examinará las nominaciones y tomará sus decisiones en la Décimo octava Reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Sin dudas son dos naciones hermanadas por la música, que velan hoy por la protección de un patrimonio que forma parte de la vida y de la cultura de ambas naciones. De esta manera, aquel primer bolero que creo en el año 1883 en Santiago de Cuba, con el nombre de Tristeza, Pepe Sánchez, ha recorrido el mundo creando vínculos indisolubles entre cultores, artistas y países.

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