Refuerzan apoyo a comunidad rural vulnerable Santana, en Cienfuegos

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La comunidad rural Santana, enclavada a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Aguada de Pasajeros, es uno de los asentamientos vulnerables beneficiados por el Proyecto Hábitat 2 en el territorio más occidental de la provincia de Cienfuegos, con un considerable impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores de la localidad.

Al decir de Francisco Rodríguez López, coordinador de “Hábitat 2” en este municipio, durante la segunda etapa buena parte de las 65 familias asentadas en el lugar, de acuerdo con un diagnóstico integral, recibieron recursos materiales para lograr mayor confort en los domicilios.

El funcionario mencionó, entre los objetos entregados, camas personales con sus respectivos colchones, filtros de agua, techos de viviendas, muebles sanitarios y de cocina, dispositivos y piezas para instalaciones eléctricas e hidráulicas, herramientas para las brigadas de construcción, escaparates y cómodas.

Francisco Rodríguez López, coordinador de “Hábitat 2” en el municipio de Aguada, se refiere al impacto de este proyecto. /Foto: Juan Carlos Dorado

Rodríguez López destacó que resulta apreciable el papel de este proyecto promovido desde 2014 por la Facultad de Construcciones de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, con financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), en la creación y fortalecimiento de capacidades para el progreso de Aguada.

Además de las atenciones a los asentamientos rurales vulnerables, dijo, se ha brindado apoyo al fortalecimiento de oficinas de trámites, todo lo que tiene que ver con el servicio al ciudadano; el Centro Universitario Municipal, las brigadas de Acueducto y Alcantarillado, los centros de producción de materiales de la construcción son de los objetivos sociales y económicos considerados en el proyecto”.

Entre las familias beneficiadas se encuentra la de Leidys Karen Ramirez Fonseca, límitada física y madre de dos niños pequeños. “Estoy muy agradecida tanto de “Hábitat 2”, como del Gobierno municipal. Gracias a eso se nos han facilitado muebles del hogar, pero también ayuda económica, y de modo especial debo mencionar el tratamiento recibido por los trabajadores sociales y su permanente solidaridad e interés, y debo agregar que no solo en mi caso particular”.

De acuerdo con las principales autoridades municipales, Santana es considerado entre los cuatro barrios vulnerables del territorio aguadense. Amén del apoyo de “Hábitat 2” está en marcha aquí, un extenso programa de mayor alcance con vista no solo a mejorar los inmuebles, su interior y los servicios básicos a la población, sino contribuir a un clima de bienestar social con el desarrollo de actividades culturales, deportivas y recreativas, así como una labor profiláctica dirigida a crear una conciencia colectiva gracias a métodos educativos sobre el cuidado del medio ambiente, la higiene del entorno y la salud de los habitantes.

De acuerdo con Midalys Otero Hernández, intendente en Aguada, por lo pronto están en ejecución ocho de las 25 nuevas viviendas a construir en el asentamiento, muchas de ellas con la participación de los propios interesados. Con anterioridad se habían realizado acciones constructivas en la escuela primaria y el círculo social.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en “Refuerzan apoyo a comunidad rural vulnerable Santana, en Cienfuegos

  • el 4 julio, 2022 a las 4:14 pm
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    Soy un cienfueguero convencido de que su barrio tiene todas las características que deben “adornar” a un barrio vulnerable. Mi cuadra dispone de un pavimento severamente afectado desde hace no menos de 10 años, y en todo ese tiempo jamás ha recibido ni una gota de asfalto. He visto con dolor como casi todas las calles aledañas han recibido al menos una capita o un arreglo del algún bache mientras que la cuadra donde vivo sigue en el olvido. Las luminarias no funcionan; durante la noche se apagan y encienden a intervalos más o menos regulares. La falta de un correcto abasto de agua potable afecta a más de la mitad de los residentes de mi cuadra y pese a las 10 mil quejas a las más disímiles instancias, aún no recibimos una solución que haga regresar el agua al barrio. Vivo en Calle 67 entre avenidas 46 y 48. Allí el abandono es mucho mayor del que cuento y le sobran aristas y complejidades que por razones de espacio y tiempo no contaré aquí. Solo espero que un milagro o quizá una etiqueta de “barrio vulnerable” baje algún día a mi cuadra y que cambien las cosas un día cualquiera, así quien quita si también se benefician las cuadras aledañas cuyas condiciones no se alejan mucho de aquella donde resido. Sigo esperando por un cambio.

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