Pequeño diálogo de inteligencias, y unas ganas asesinadas

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El ChatGPT es el último grito de la moda en la inteligencia artificial (IA). O casi. Que a la velocidad hipersónica que van las cosas cualquiera sabe si cuando usted lea estas líneas ya está siendo superado en el hit parade de la tecnología de punta.

La criatura que apenas tiene poco más de dos meses y medio de nacida, a los cuatro días de inscrita ya alcanzaba el millón de abonados.

Un amigo de la querida adolescencia nuestra, la de pizarrón y libros, mucho libro y redes solo para pescar, reconocido desde entonces por su Inteligencia Natural (IN) dialogó hace unos días con el también llamado chatbot desde una ciudad amurallada allá al fondo del Caribe, donde hace años profesa su fe en la Ciencia desde el altar sagrado de la docencia.

Y me envía la “transcripción” de la plática, entiendo con la idea de que este servidor intente socializar la novedosa herramienta.

Lo primero que llama la atención es la capacidad de ChatGPT para reconocer sus (actuales) limitaciones. Por ejemplo, dice sin que se le sonrojen sus mejillas binarias, que incluso en sus mejores áreas, las respuestas a preguntas y las conversaciones, su precisión “puede variar y no siempre será exacta”.

El robot cuenta de que dispone de la capacidad requerida para escribir un cuento (por encargo). Pero vuelve a ser honesto cuando confiesa que la calidad y estilo de la piececilla literaria cibernética puede dejar que desear. De manera que quienes estén pensando en ganar concursos, no se afilen los dientes.

En la segunda parte del diálogo con “la herramienta”, mi amigo, como ya les anticipaba dotado de IN en un laboratorio campestre del barrio de Ramírez, decidió meterse en el terreno de las preguntas personales.

Y ChatGPT salió airoso en un tema crucial de la historia patria, la voladura del crucero Maine (15 de febrero de 1898, en la bahía de La Habana). Y cuando el interlocutor lo aprieta, diciéndole que su respuesta es la visión desde el prisma estadounidense, la expresión mimada de la IA recoge cordeles, considera correcta esa apreciación y amplía: “La visión de la voladura del Maine como un pretexto para la intervención de Estados Unidos en la guerra entre España y Cuba ha sido defendida por algunos historiadores y analistas políticos.

“Es importante tener en cuenta que la historia es compleja y que diferentes perspectivas y enfoques pueden dar lugar a interpretaciones diferentes de los acontecimientos. En última instancia, la verdad sobre la voladura del Maine y su papel en la historia de Estados Unidos y de las relaciones entre Estados Unidos y España probablemente siga siendo objeto de debate y discusión”, se las arregla para despejar el balón en área chica.

¿Y ChatGPT no cree que el primer presidente de Cuba tras esos sucesos fue una imposición del gobierno de Estados Unidos?, pregunta el preguntador, un especialista en ciencias exactas que prefiere habitar también más allá de la burbuja de ecuaciones y algoritmos.

Pero cuando se pone buena la cosa es cuando mi amigo trata de descolocar al ingenio y le espeta: “¿Conoces a Francisco González Navarro, de Cienfuegos, Cuba?”.

Y la respuesta es cuando menos sabrosa: “Lo siento, no puedo identificar a una persona especifica llamada Francisco González Navarro, de Cienfuegos, Cuba. Sin más información o contexto no puedo decir con certeza quién es o si es conocido en un ámbito específico. Pero, Cienfuegos, es una ciudad en Cuba, situada en la costa sur de la isla, famosa por su hermoso patrimonio arquitectónico colonial y su puerto natural”.

A continuación, mi condiscípulo de los años mozos trata de ayudar al último grito de la moda y le menciona dos medios de comunicación en los que suele publicar el aludido. A uno dice conocerlo, al otro, lamentablemente, no.

Luego de exponer en par de párrafos una apretada síntesis biográfica del fotógrafo Alberto Korda, de quien especifica que sus apellidos en el Registro Civil rezan como Díaz Gutiérrez, el ingenio contesta el último requerimiento. La última prueba de conocimiento, podría ser.

¿Y sobre Moisés Quintana Álvarez, profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar?

“Lo siento, no tengo información detallada o verificable sobre Moisés Quintana Álvarez como profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar. La Universidad Tecnológica de Bolívar es una institución educativa en Colombia, ubicada en Cartagena de Indias …”.

Nota de contraportada (para lectores nacionales)

No se embullen. Si usted se encuentra con la dirección https://chat.openai.com ni pierda el tiempo. Con solo una docena de palabras-disparos le asesinarán las ganas: “No disponible. Los servicios de OpenAI no están disponibles en su país”.

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Francisco G. Navarro

Periodista de Cienfuegos. Corresponsal de la agencia Prensa Latina.

Un Comentario en “Pequeño diálogo de inteligencias, y unas ganas asesinadas

  • el 23 febrero, 2023 a las 11:03 am
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    Hola Francisco.
    Interesante el artículo que publicas sobre ChatGPT y es lógico que hayan “búsquedas” sin respuestas precisas porque la herramienta está casi en sus inicios y está basada en un modelo que utiliza el “Aprendizaje por refuerzo” a partir de retroalimentación humana.
    Hace muchos años, se empleaba la técnica del “silogismo” para la simulación de consultas tipo expertos, recuerdas, y también mostraba fallas o ambigüedades en sus respuestas o “conclusiones”. Incluso, en la década de los años 70 se inicio el entrenamiento (competición) del ajedrez utilizando “máquinas” que traducían o jugaban los pasos que iban aprendiendo.
    En fin, el desarrollo tecnológico y el crecimiento acelerado de la sociedad del conocimiento es parte de la vida humana, y como tal, tendremos que seguir evaluando cualquier AI que vaya apareciendo y colocarlas en función de la sociedad y no solo con el objetivo de comprobar si se equivoca o no. Ojalá no las mezclen o utilicen en aspectos políticos de tan difícil entendimiento en estos tiempos.
    Saludos.

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