En el barrio, un paraíso para Evelio Oropesa

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 44 segundos

A sus 89 años, Evelio Oropesa Leandro vive convencido de que la tierra produce para quien la trabaja con amor. Por eso no repara en si su pedacito, ubicado en la barriada de Junco Sur, cuenta o no con la mejor tierra. Luego de cuatro años incursionando en la siembra para el abastecimiento de su hogar y vecinos, insiste en que cuando se quiere, se puede.

“Yo vivo en el quinto piso y a las seis de la mañana bajo hasta el costado del edificio para atender mis plantas. Ese espacio estaba perdido con la maleza y lo inicié como un jardín, del cual aún conservo algunas maticas ornamentales. Para limpiarlo agarré pico y guataca, que son mis herramientas de oro. Luego empecé sembrando plantas medicinales y al final terminé con cosas para la comida. Aquí el boniato se da muy malo, pero no desisto; ahora sembré un lote a ver cómo sale. Ya con la yuca he tenido mis cosechas, y este año que terminó comimos de esa en la Nochebuena y el 31 de diciembre. Cuando ves que compro algo, siempre guardo para sembrar”.

Por muchos años Oropesa trabajó en la cooperativa Frank País, de Espartaco, experiencia que no olvida, y lugar donde aprendió todo lo que sabe sobre siembras, producciones y cosechas.

A sus 89 años, Evelio vive convencido de que la tierra produce para quien la trabaja con amor. /Foto: de la autora

El movimiento Cultiva tu Pedacito ha impulsado el trabajo en las pequeñas parcelas, lo cual contribuye al apoyo del desarrollo local y la agricultura familiar.Y así lo corrobora el octogenario. “Yo nací en la tierra y me crié en la tierra, pero es importante que todos se sumen en cualquier lugarcito, por pequeño que parezca. Eso ayuda a la economía de la casa. No es mucho, pero contribuye, porque una mano de plátanos cuesta 60 o más. Por lo menos en mi casa lo agradecen y de esa forma me siento útil. Eso ayuda también para que la gente que impone el bloqueo sepa que el que lucha tiene”.

Aún con problemas de salud, su finquita, como le gusta decirle al cultivo, no queda desatendida.

¿Cómo se las arregla usted entre los achaques de la edad y las enfermedades?

“Cuando yo estoy regando es porque me gusta, lo mismo pasa con cualquier otra labor; lo hago todo de corazón y con mucha fe. Me levanto, me acomodo la sonda que tengo por problemas en la próstata y bajo. Me cuido mucho, pero esto es una manía, no puedo dejarlo. Si no lo hiciera, estuviera volviéndome loco en el quinto piso. Este es mi pedacito de paraíso en el barrio”.

Entonces, ¿aún le quedan muchos años por trabajar?

“¡Y lo que me falta! Mi hermano murió con 105 años y yo pienso llegar por lo menos a 100, y hasta esa edad voy a estar aquí, en mi pedacito de tierra, mientras tenga vida”.

El sudor del trabajo no se siente, o al menos eso asegura Evelio. Así transcurren los días de un hombre que en los próximos meses cumplirá 90 años, pero que con amor hace producir la tierra.

Visitas: 7

Un Comentario en “En el barrio, un paraíso para Evelio Oropesa

  • el 24 febrero, 2023 a las 2:19 pm
    Permalink

    Ese guajiro fue ideológico de la ANAP en Palmira durante los años 80 y sabe del campo y de cómo atender a los que producen en él. Felicidades y larga vida.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *