Osmel Sánchez, el Charro Sureño

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En la campiña cubana se ama y canta la música de México, en tierra azteca sucede algo parecido con nuestra música, lo cual es un signo más de lo que une a ambos pueblos.

Potrerillo es un poblado perteneciente al municipio de Cruces en la provincia de Cienfuegos. Allá se combinan la música campesina y la mexicana. Sus tierras son fértiles en la agricultura, pero también en lo musical.

Allá nació un artista, quien creció viendo cantar rancheras y corridos a un primo suyo, que recorrió toda Cuba para dejar sus interpretaciones en la memoria. Con el paso del tiempo, crecía, se trata de Osmel Sánchez Rodríguez, quien se identificó con la música de México; tanto, que a los 16 años iba al Guateque Campesino de Radio Ciudad del Mar y allá interpretó y grabó sus primeras canciones.

Pronto se evidenció la calidad vocal de aquel jovencito, que aprovechaba cuanta ocasión se le presentaba de cantar y participar en concursos de música mexicana, como el que se celebraba cada año en el municipio de Rodas.

Con empeño se ganó la admiración del público. Un momento importante en su carrera aconteció en septiembre de 1998. Durante el Carnaval de la Imagen, aquel año dedicado a la cultura de México, el intérprete Oscar Rey, entonces Coordinador de la Escuela de la Música Mexicana del Estado de Durango, obsequió a Osmel con un traje de charro. Al hacerlo reconoció públicamente sus condiciones como intérprete.

Han transcurrido 25 años y Osmel continúa su quehacer como intérprete de música mexicana. Sus grabaciones enriquecen las fonotecas de radioemisoras provinciales y nacionales, frecuenta peñas y espectáculos comunitarios adonde lleva, desde su cubanía, el aire musical de México.

Al referirse a la música mexicana en Cuba, es necesario mencionar a Osmel Sánchez Rodríguez, mejor conocido como “El Charro Sureño”. Junto a su condición de intérprete, está la de compositor. Con musicalidad mexicana crea rancheras, corridos, boleros y norteñas.Una de ellas se titula Mi Potrerillo, dedicada al lugar que lo vio nacer. También se ha inspirado en pueblos vecinos como en los casos de Canto a San Fernando de Camarones y Paseando por Ranchuelo.

Además de su voz bien modulada y excelente tesitura, lo más interesante de este artista cienfueguero radica en su capacidad de amalgamar el espíritu musical mexicano y el cubano, a través de la música creada por él mismo.

Existen muchos cantantes en Cuba que interpretan la música de México, y consiguen hacerlo con maestría y singularidad. Lo que define al Charro Sureño es que logra todo al compartir con su público en peñas y comunidades. Despliega un estilo auténticamente mexicano sin renunciar a la estirpe cubana de la que siente orgullo.

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