Ñico Rojas, un merecido homenaje

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Por Oni Acosta Llerena*

El reconocido músico Ñico Rojas hubiera cumplido 100 años de vida el pasado año 2021. Por razones obvias a causa de la Covid-19 y que repercutieron negativamente en nuestro entorno musical, los homenajes pensados para recordarle fueron pospuestos o cancelados.

Como consecuencia del extraordinario esfuerzo de nuestros científicos en la creación de las vacunas cubanas, además del esquema de inmunización llevado a cabo en un breve lapso de tiempo, los teatros y salas de concierto han ido retomando sus carteleras, aun cuando han debido reprogramarse eventos que por su hondo significado musical tuvieron que ser pausados. Y uno de esos conciertos, desde la visión conceptual de una gala, fue precisamente el agasajo que talentosos artistas brindaron al maestro Ñico Rojas por su legado en la música cubana hace pocos días en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, bajo la dirección artística del guitarrista y compositor Eduardo Martín.

Nacido el 3 de agosto de 1921, José Antonio Rojas se adentra en la música de forma autodidacta, pero a pesar de ello y de haber estudiado y ejercido la profesión de ingeniero hidráulico, es considerado uno de los autores más difíciles para la guitarra y la cancionística cubanas del siglo XX. Por eso, y por sus contactos sonoros con la rumba, el jazz o el feeling, recordarle en su centenario era una cuestión de inaplazable compromiso generacional gracias al Centro Nacional de Música de Concierto, entidad que confió en el maestro Martín para la gestación del proyecto.

Creo que es loable destacar el elenco participante, y su eclecticismo musical. Fueron ellos la cantante Niurka Reyes, los pianistas Emilio Morales, Yadasny Portillo y Rolando Luna; el saxofonista y flautista Javier Zalba; las guitarristas Yalit González, Ariadna Cuéllar y Mabel González; la joven tresera Olivia Soler y los guitarristas Eduardo Martín y el carismático Guajiro Miranda. Con esos nombres, el recorrido sonoro por la compleja obra autoral de Ñico fue sencillamente un extraordinario bálsamo con ribetes de buen gusto, rigor y entrega desde —y hacia— uno de los referentes obligatorios en nuestro entorno musical.

Las obras escogidas por los diversos invitados rozaban un variopinto abanico composicional que no solo brindaron una mirada cabal para comprender el mundo interior de Ñico, sino que también fue muy visible el virtuosismo de cada intérprete desde las apropiaciones y aportaciones a cada tema. El magnífico dueto entre Niurka Reyes y Emilio Morales en Mi ayer, quizás la canción más versionada del centenario autor, se tradujo en una perfecta simbiosis entre voz y piano, tal vez de ensueño. Y de esa manera se descubrían ante un público eminentemente joven, los matices que permearon a Ñico durante su madurez autoral. Desde mi visión personal agradecí y disfruté en demasía a los diversos guitarristas ya mencionados, por mantener en sus programas piezas que exigen por parte de quienes las asumen un altísimo dominio no solo técnico del instrumento, sino la comprensión e interiorización del lenguaje utilizado por Ñico en cada una de ellas. Y esa mistura podríamos sintetizarla en dos direcciones muy bien definidas en casi toda su obra: una sorprendente dificultad técnica para el ejecutante, así como el pleno abordaje de temáticas populares en ellas. Y recalco y pondero esta dualidad, pues tristemente ha sido una zona bastante huérfana desde la proyección y concreción de la arista popular de nuestra música; algunos han confundido la matriz de diversidad sonora en circuitos heterogéneos de audiencias con el facilismo y la pereza. Con Ñico nos adentramos en aguas muy turbulentas donde la simpleza compositiva apenas existe, y el caudal riguroso de la exigencia interpretativa es vital.

Ojalá que conciertos y homenajes a su grandeza autoral se repitan y que, como resultado de esas mezclas e intencionalidades intermusicales, podamos reverenciarle en lo que resta de año.

(*) Musicólogo. Realiza programas de crítica y promoción musical en la TV, la radio y medios impresos cubanos.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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