Mujeres en Cienfuegos: defender siempre a la Revolución
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La voz de las mujeres cienfuegueras se hizo escuchar. El Emblemático Teatro Tomás Terry acogió a 150 delegadas a la asamblea provincial de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la cual lejos de significar el final de un proceso orgánico, representa el comienzo de una nueva etapa de intensa labor en pos de continuar fortaleciendo la organización y al proceso revolucionario cubano.
No faltó pasión y ternura, pero también firmeza para abordar asuntos inherentes al quehacer femenino en la región centro-sureña; por eso Genara Padilla Jiménez, enfatizó en que “estamos en el momento en el que debemos continuar todo lo aportado en los encuentros desarrollados en bloques y delegaciones y mantener el compromiso con quienes nos antecedieron y las más jóvenes generaciones”.
Justo una joven de estos tiempos, Elianny Mesa González, quien cumple su servicio militar voluntario femenino (SMVF) en la Brigada de la Frontera, en Guantánamo, primera trinchera antimperialista, abogó por el continuo acercamiento a las más nuevas y conminó a que no falte el diálogo con las familias que muchas veces persuaden a las jóvenes para que no pasen el SMVF. “Es un honor cuidar el sueño de millones de cubanos”, dijo y esa expresión encierra cuán útil y aportadora se siente, cuando está próxima a estudiar la carrera de Relaciones Internacionales.
En ese punto Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político y secretaria general de la organización, definió como un orgullo y deber servir a la defensa de la Patria y en tal sentido, dijo, debemos acercar a las unidades militares a las familias en intercambios coordinados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias en pos de que haya un conocimiento amplio, cabal y luego las muchachas puedan tomar sus decisiones.
A las legislaciones aprobadas en el país en los últimos años se refirió Naysa María Díaz León, fiscal, quien reconoció los nexos entre los órganos judiciales y la FMC, sobre todo para continuar la capacitación y esclarecimiento de los contenidos de dichos documentos legales desde las casas de orientación a la mujer y la familia; también con los trabajadores sociales.
A propósito de este tema, y de la preocupación de una de las delegadas en torno a cómo proteger a las mujeres víctimas de violencia, una vez formulada la denuncia, Julio César García Rodríguez, Jefe de la oficina de atención a las organizaciones sociales del Comité Central, reafirmó la decisión del país de tolerancia cero con las manifestaciones de violencia, un tema que está patente en El Código de las Familias, el Código de Proceso y el Código Penal, tres de las leyes que con muestra de cuánto se respalda la protección a las mujeres y las familias.
“La organización tiene que continuar siendo útil a las mujeres y a la Revolución”, expresó y llamó a continuar trabajando con creatividad para continuar con el protagonismo y la representación de las compañeras desde el barrio hasta el más alto nivel.
Betty Ponce Mora, campesina y madre de un hijo con discapacidad, federada destacada, alzó su voz para reafirmar que “somos un puntal en la Revolución y que la FMC es la madre no biológica de las mujeres cubanas por todas las oportunidades que ha proclamado y defendido a lo largo de los años. Insistió en lo impostergable de llegar a cada lugar, “de tocar con las manos aquellas que todavía no se incorporan”. Con todo orgullo mencionó que muy pronto en su finca Santa Bárbara, en Lajas, tendrán una minidustria en la que se empleará una decena de compañeras y tres jóvenes con discapacidad, los cuales se integran así a la vida laboral.
No faltó en el análisis lo materializado en cuanto al Programa para el Adelanto de las Mujeres (PAM), sobre todo lo concerniente a la creación del consejo técnico-asesor, cuya integración multidisciplinaria posibilita un abordaje integral de cada una de las áreas que comprende esta política de estado para el bienestar de las compañeras. De echar luz sobre ese aspecto, sin pizca de conformismo de encargó la Dra. Laura Magda López Angulo, profesora de la Universidad médica cienfueguera.
Diversos temas, diferentes voces, pero idénticos propósitos: mantener la unidad en torno a la Revolución y perfeccionar, con acciones concretas el quehacer de la FMC.
“La unidad no la lograremos por decreto o por solo desearlo, afirmó Amarelle Boué. Hay que motivar, exigir, desplegar todo ese humanismo que nos caracteriza cundo se visitan a los enfermos, se atienden a las familias y personas en situación de vulnerabilidad o en situaciones de violencia. La unidad se logra cuando reconocemos a mujeres destacadas con una amplia hoja de servicio, pero también a las más jóvenes que, en mayoría, están dando la batalla donde se les necesita y que son prioridad en el trabajo de la organización”, puntualizó.
La asamblea provincial Onceno Congreso de la FMC eligió al nuevo comité y secretariado, encabezados por Ana Ivis Gómez Hernández, quien fue ratificada como secretaria general. De igual modo se eligieron las 13 delegadas al Congreso Nacional y las candidatas a integral el Comité a ese nivel.
En las conclusiones Marydé Fernández López, integrante del Comité Central y primera secretaria del Partido transmitió un reconocimiento a las cienfuegueras, recordó a aquellas que nos han legado un historial de prestigio y aportes a la Patria, conminó a continuar el camino de más de seis décadas de intenso hacer femenino y llamó al fortalecimiento de las estructuras en la base como parte del funcionamiento de la organización, así como a hacerle frente a la violencia de género, y mantener el trabajo constante con adolescentes y jóvenes, la prevención para la salud, los conversatorios sobre el embarazo en la adolescencia y sus consecuencias futuras, y el consumo de alcohol.
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