Melba y Haydée, mujeres que hicieron historia en el Moncada

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 59 segundos

El 26 de Julio de 1953 marcó un antes y un después en la historia de Cuba. Ese día, un grupo de revolucionarios liderados por el Comandante en Jefe; asaltó el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, iniciando la lucha definitiva contra la dictadura de Batista. Entre los combatientes, dos mujeres se destacaron por su valentía y compromiso: Melba Hernández Rodríguez del Rey y Haydée Santamaría Cuadrado. Conocidas como *Las Muchachas del Moncada*, fueron las únicas mujeres que participaron activamente en esta acción heroica, dejando una huella imborrable en la historia revolucionaria cubana.

Melba y Haydée nacieron en la antigua provincia de Las Villas. Melba, en Cruces, el 28 de julio de 1921 y Haydée, en Encrucijada, el 30 de diciembre de 1922. Ambas compartían un profundo amor por la justicia social y una firme convicción revolucionaria que las llevó a unirse a la causa liderada por Fidel. Su participación en el asalto al Moncada no solo desafió los límites impuestos por una sociedad machista, sino que también demostró el papel fundamental de la mujer en la lucha por la libertad y la dignidad de Cuba.

Tras el fracaso del asalto, Melba y Haydée fueron capturadas, juzgadas y condenadas a prisión en el Reclusorio para Mujeres de Guanajay, donde permanecieron siete meses. A pesar de las adversidades y la represión, nunca renunciaron a sus ideales. Al salir de prisión, asumieron un papel decisivo en la reorganización del movimiento revolucionario. Juntas recopilaron y editaron clandestinamente el alegato de autodefensa, que luego se publicó bajo el título La historia me absolverá.

La historia de Melba y Haydée está marcada por una hermandad profunda y una entrega absoluta a la lucha. No solo compartieron el combate en el Moncada y la cárcel, sino que continuaron juntas en la clandestinidad, en la Sierra Maestra y en la construcción de la Revolución Cubana. Melba acompañó a Fidel en el exilio en México y participó en la expedición del Granma, mientras Haydée organizaba el levantamiento armado en Santiago de Cuba y, tras el triunfo revolucionario, fundó la Casa de las Américas, convirtiéndose en un símbolo cultural y político hasta su fallecimiento el 28 de julio de 1980.

El destino, con su poética paradoja, quiso unirlas también en la fecha del 28 de julio: un día que marca el nacimiento de Melba y, años después, el adiós de Haydée. Así, entre el 26 y el 28 de julio, se teje un hilo invisible que enlaza el inicio de la lucha con el ciclo de la vida y la muerte, como un eco que resuena en el alma de Cuba.

Melba y Haydée, nacidas para la historia, unieron sus vidas en la batalla, en la prisión, en la clandestinidad y en la construcción de un sueño colectivo. Su entrega y valentía florecieron en esas fechas, que hoy son símbolo de coraje, amistad y fidelidad a los ideales que defendieron con pasión.

Entre el asalto y el nacimiento, entre la vida y la despedida, Melba y Haydée permanecen eternas guardianas del 26 y el 28 de julio, fechas que no solo marcan el calendario, sino el latido de una Revolución que ellas ayudaron a forjar con sus manos y su espíritu indomable.

Estas dos mujeres no solo hicieron historia por su participación en el asalto al Moncada, sino por su compromiso incansable con la Revolución y su pueblo. Su vida es testimonio del valor femenino en la lucha por un mundo mejor, y su memoria debe permanecer viva como símbolo de coraje, solidaridad y amor a la Patria.

*Miembro del Secretariado Provincial de la FMC.

Visitas: 15

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *