La reina Margot, formidable exponente del género histórico
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Fue con Julio Verne y Alejandro Dumas (padre) con quienes me inicié en esa costumbre oferente de la cultura liberadora recomendada por Martí que constituye la lectura. De Verne conocí Veinte mil leguas de viaje submarino, Viaje al centro de la Tierra, La vuelta al mundo en ochenta días, entre otros, y de Dumas, luego, El Conde de Montecristo y Los tres mosqueteros, pero no fue hasta toparme con La reina Margot que descubrí mi preferencia por el género histórico, siendo Dumas quien me marcó de por vida.
Escrita en 1845, La reina Margot se ubica en París en agosto de 1572, durante el reinado de Carlos IX (un miembro de la dinastía Valois) y las guerras de religión de Francia. La protagonista de la novela es Margarita (Margot para los suyos), hija de la mal afamada Catalina de Médici y el fallecido rey Enrique II, y se centra en su historia durante la matanza del Día de San Bartolomé, especialmente en su aventura romántica con el protestante La Mole y su matrimonio con Enrique IV.
Aquí se mezclan el misterio, la historia, los sentimientos humanos… entre muchas más cosas, con unas descripciones y un lenguaje tremendamente elegantes, ricos y sabios. Aunque es extensa, no se hace larga, porque la historia absorbe de principio a fin. El episodio de la matanza de los hugonotes es fantástico, haciéndote vibrar debido a la crudeza con la que está escrito.
Esta novela forma parte de la llamada Trilogía de los Valois, junto a La dama de Monsoreau y Los cuarenta y cinco (secuelas cuyas lecturas igualmente disfruté).
Dumas (padre) nació en Villers-Cotterêts en 1802, de padre militar —que murió al poco de nacer el autor— y madre esclava. De formación autodidacta, luchó para estrenar sus obras de teatro. No fue hasta que logró producir Enrique III (1830) que consiguió el suficiente éxito como para dedicarse a la escritura.
Dotado de una fabulosa imaginación y de una increíble capacidad de trabajo, para el escritor es costumbre subyugar al lector y atraparlo en la intriga de sus historias desde las primeras páginas.
En 1910, 1954 y 1994 se realizaron adaptaciones cinematográficas, siendo la del ’54 la de mayor agrado para mí.
La reina Margot es una obra que ha dejado una imagen imborrable de Margarita de Valois, en la que mito, leyenda y realidad son indistinguibles.
*Estudiante de Periodismo de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
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