La paz del día a día, la que tanto le duele al enemigo
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Sin importar los vaticinios ilusos de los agoreros que mandan a los incautos por las redes sociales a cometer fechorías, aunque ellos no se apartan de sus cómodos butacones a muchos kilómetros de la Isla, los cubanos amanecimos hoy 11 de julio con el mismo ímpetu y deseos de vivir de siempre. Como es costumbre en horas tempranas de la mañana, muchos encendieron la tele para conocer las novedades noticiosas de la jornada en el primer informativo de la TV Buenos Días, tal vez en busca, también, del pronóstico del tiempo o del comportamiento del sistema electroenergético nacional para la hora pico.
Nada, la cotidianidad de los compatriotas a todo lo largo y ancho del Verde Caimán siguió su rumbo este jueves. Las expresiones populares más recurrentes en las paradas o puntos de embarques, o aquellos que se arriesgaban por alguna “botella” que los llevara a su destino, tuvieron que ver con el sofocante calor de la víspera, los partidos de futbol de la Eurocopa o de la Copa de las Américas, sin que faltara, por supuesto, la situación epidemiológica y la lucha anti vectorial contra el dengue u Oropouche.
Cada cual se aferró a sus propios planes personales. Algunos, junto a la familia, aprovecharon los días de vacaciones para complacer a los pequeños de la casa en las múltiples opciones de la etapa estival y se sumaron al ajetreo de estos días ante el pegajoso Modo Verano.
Las embarazadas en los hogares maternos siguieron tejiendo los sueños con el bebé por nacer. Los de la tercera edad de las casas de abuelos o asilos de ancianos continuaron su rutina contando anécdotas de su juventud o en la disputa de la reñida partida de dominó, parchís o cualquier otro juego de mesa.
Fueron muchos los que tuvieron que incorporarse a su puesto de trabajo y rendir así la jornada productiva en la fábrica, el taller, las labores agrícolas o el establecimiento de servicios. En tanto, los profesionales de batas blancas estuvieron allí, como los fieles guardianes de la salud pública que son.
Este jueves transcurre como un día más de batallar contra las vicisitudes del cubano, con sus carencias y necesidades, la inmensa mayoría provocada por el bloqueo genocida del gobierno de los Estados Unidos, pero con la fe en un futuro mejor, el mismo que sabremos construir con nuestra filosofía de lucha y resistencia, a pesar de los pesares.
Hoy salimos a la calle o permanecimos en casa convencidos de que solo con nuestros esfuerzos podemos salir adelante, por mucho que los odiadores y enemigos se la Patria de Fidel y Martí se empeñen en desviarnos de nuestro rumbo y pretendan arrebatarles a este pueblo conquistas tan sagradas como la soberanía, la independencia y la dignidad.
Y a quienes piensen destruir nuestros sueños se estrellarán, una y otra vez, con la unidad y voluntad de los cubanos. Aún está muy reciente el último fiasco de la contrarrevolución y los falsos patriotas. El pueblo uniformado, una vez más, no solo frustró el intento de subvertir el orden con macabras intensiones, sino que, además, puso al descubierto y en la palestra pública a los autores de los planes asesinos y a los verdaderos instigadores del terrorismo.
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