Incendios en motos eléctricas: ni impredecibles ni inevitables

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Adrián Reyes Figueroa cree que la buena suerte conjugó varios factores para que la explosión de su motorina no resultara una tragedia familiar. “Fue de día, alrededor de las nueve de la mañana. Mi mamá estaba enferma en cama y mi niño y yo también dormíamos, pero los muchachos que trabajan conmigo ya habían llegado y me avisaron. También ayudó mucho la cercanía del Comando de Bomberos del parque Martí.

“Se escuchaba un sonido similar a cuando se le va el aire a una goma… Varias veces… Era que las pilas estaban explotando… Pude haber sacado la motorina de la casa, pero solo atiné a salir corriendo y buscar a los bomberos. Cuando regresé ya estaba muy prendida, la candela llegó hasta el techo… y eso que el puntal de mi casa es muy alto, como de seis metros. Los bomberos estaban cerca y actuaron rápido y yo me fui con mi familia para la parte de atrás, donde no corríamos peligro”.

Tras el paso del tiempo el hollín negro en paredes y techo constituyen la huella visible del siniestro, en el que no se lamentaron daños humanos y los materiales pudieron ser mucho mayores.

Por la necesidad de continuar transportándose hasta largas distancias dentro de la ciudad, Adrián adquirió otra motorina, pero dice que se lo pensará mejor antes de decidir si la repara o no. Igualmente, asegura que permanece más pendiente del tiempo de carga, para evitar el exceso de esta, y que creará condiciones para realizar tal proceso en el exterior de la vivienda.

Lo vivido por este cienfueguero no constituye un caso único. En 2023 el doce por ciento de los servicios brindados por el Cuerpo de Bomberos de Cuba (CBC) acá, corresponde a incendios en motos eléctricas, con ocurrencia en toda la provincia, pero mayor concentración en los consejos populares La Juanita y Junco Sur, del municipio cabecera.

Más causas que azares

Asegura el mayor Antonio Puerto Sorio, primer oficial de Extinción, del CBC, que la mayor parte de los hechos ha ocurrido en el interior de las viviendas y en el horario nocturno, asociado a la despreocupación de los moradores con el proceso de carga. Ello los convierte en eventos muy peligrosos para la vida y la salud de quienes estén dentro, pues los incendios de este tipo generan altas temperaturas, se desarrollan muy rápido y se propagan con la cercanía de otros objetos; además de generar un humo negro altamente tóxico, que puede resultar mortal.

“Siempre recomendamos que la carga se realice durante la noche, pues la temperatura ambiente resulta más favorable, pero tiene que ser bajo un control eficiente, para observar los posibles cambios en el cargador y poder accionar a tiempo. Lo ideal también es que se haga fuera de la vivienda”.

Según el mayor Puerto Sorio, “la ocurrencia de la mayor parte de los incendios en ciclomotores eléctricos guarda relación directa con el proceso de carga, y a su vez muy vinculados con las reparaciones o adaptaciones realizadas al interior de los componentes electrónicos, en particular de la tarjeta de control BMS, la cual regula en el proceso de carga las condiciones de presión y temperatura, por lo que no debe retirarse.

“Las reparaciones también pueden conllevar modificaciones en la batería, y cambios en el amperaje y el voltaje con respecto a las descripciones del fabricante, lo que resulta otra causa de incendio.

“Los tomacorrientes defectuosos —que provocan cortocircuitos— y extensiones eléctricas carentes de la capacidad de carga y el amperaje requeridos, también resultan origen a los siniestros. Lo mismo sucede con el exceso de humedad, debido a lavados muy profusos, lo que puede devenir en cortocircuitos y de ahí, provocar incendios”.

Puerto Sorio recalca la importancia de darle a las baterías el tiempo de reposo necesario, antes y después de la carga, según indique su fabricante.

Ante un incendio, siempre llamar al 105

Alerta el mayor Antonio que en 2023 cuatro cienfuegueros resultaron lesionados en hechos como los que nos ocupan: uno de ellos intentando extinguir las llamas y otros tres mientras trataban de evacuarse con ayuda de la población.

Recalca que ante un hecho de este tipo resulta vital contactar cuanto antes con el 105, número de emergencias del Cuerpo de Bomberos, que cuenta con el personal y los medios necesarios para efectuar el servicio, de lo contrario se pueden correr riesgos mayores.

“Resulta muy peligroso, por ejemplo, arrojarle agua a una motorina incendiada, porque si aún se encuentra conectada a la corriente, esta puede transmitirse a la persona y provocarle un daño impredecible.

“En ese caso lleva el enfriamiento con sustancias inhibidoras, también pueden emplearse extintores y la arena puede resultar efectiva, pero siempre insistimos en la llamada ágil al Cuerpo de Bomberos”.

Ante la necesidad de acudir a este tipo de transporte con innegables ventajas individuales, familiares y sociales, urge también la toma de conciencia en el cumplimiento de medidas, generalmente sencillas, indicadas para salvar la vida y evitar daños materiales. Como todo tipo de accidentes, los incendios en ciclomotores eléctricos tampoco son tan impredecibles ni tan inevitables.

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Marian Cabrera Ruiz

Periodista graduada en la UCLV Marta Abreu, de Las Villas. Capitana del Ministerio del Interior.

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