El Madrid destroza al Barça

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El Real Madrid es el campeón de la Supercopa de España 2024. Los merengues se impusieron contundentemente (4-1) al F.C. Barcelona y conquistan por decimotercera vez la competición.  

Los blancos llegaron a la final imparables tras 20 partidos sin conocer la derrota y coronan su gran momento con un nuevo trofeo, el cual les llena de moral de cara a la fase decisiva de la temporada.

El Barça, por otra parte, ahonda en su crisis de resultados e identidad. El tropiezo deja muchos señalados (Koundé y Xavi, los principales), junto a la sensación de que el proyecto no va a ninguna parte: el Madrid jugando a media máquina los bailó. Demasiadas cosas tendrán que cambiar si no quieren un año en blanco.

La gran figura del encuentro fue Vinicius Jr., quien anotó un hat-trick (es el tercer jugador brasileño en hacerlo; el decimosexto en total). Mediante esta hazaña, el del gigante sudamericano entra de lleno en la historia de los Clásicos.

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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 14, 2024

XAVI INMOLA A SU EQUIPO

La forma en la que Xavi planteó el juego solo puede calificarse de suicida. El entrenador español buscó un intercambio constante de golpes, del cual obtuvo la peor parte.

Estrategias así de arriesgadas requieren, sobre todo, pegada, alta efectividad de cara a puerta, algo de lo que carece el Barça 2023/24. Lo anterior, sumado a una línea defensiva en el centro del campo ante el peor rival posible, solo puede traer consecuencias nefastas. Así ocurrió.

El Madrid, explotando al máximo la autopista existente a espaldas de la zaga rival, se dio un auténtico festín. En diez minutos ya mandaban 2-0 en el marcador, producto del doblete de Vinicius (7’, 10’). Pudo haber sido 3-0, si Iñaki Peña no llega a detener un disparo de Rodrygo al 9’.

Era tal la superioridad merengue, llegaron a sentirse tan cómodos con el desarrollo del cotejo, que se relajaron en exceso: situación aprovechada por el polaco Robert Lewandowski para descontar con una volea desde la frontal del área (33’).

El 2-1 despertó a los de la capital española, quienes pusieron el pie en el acelerador. Seis minutos después, Ronald Araújo le cometía un polémico penal a Vinicius. El propio ‘7’ madridista se encargó de transformarlo en gol. Ahí terminó la final.

UNA PLÁCIDA SEGUNDA MITAD

Ni jugando una semana seguida habría sido capaz el conjunto de catalán de descontar. Su fútbol era plano, sin ideas, como intentar derrumbar una muralla con avioncitos de papel.

Los merengues, replegados atrás con la intención de salir a la contra, ni se inmutaron ante las acometidas rivales. Rodrygo se encargó de poner cifras definitivas al 64’; Araújo, de dejar a su equipo con diez, siete minutos más tarde.

El Madrid no quiso ir en busca de una humillación histórica, por más que el Barça le brindara todas las facilidades para hacerlo. El pitido final del árbitro Martínez Munuera concluyó uno de los Clásicos más disparejos de los últimos años.

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