El barco de comida está en la tierra de Cienfuegos

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Un racimo de indicadores productivos cuelga en las paredes de las empresas pecuarias de Cienfuegos, la mayoría de ellos aún sin madurar. Durante un encuentro entre el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca y productores de la provincia se evidenció la lentitud con que se asumen las dinámicas de la tarea ordenamiento para este sector, estrategia gubernamental que viene a desterrar trabas burocráticas e intermediarios en la cadena de comercialización.

“Hay que fortalecer las unidades empresariales de base de la Agricultura bajo sistemas de pago donde el productor esté estimulado, no puede ser que quien produce deba garantizarle el salario a muchas personas que laboran en oficinas y, además, que éstos gane más que ellos (…) No podemos seguir sin sembrar caña y plantas proteicas para la base alimentaria del ganado (…) y con una acumulación de problemáticas que muestra incompetencia”, explicó Tapia Fonseca al auditorio.

La producción animal eficiente se sustenta en cuatro pilares fundamentales: genética, alimentación, manejo y sanidad. Las deficiencias en uno u otro derivan inevitablemente en baja productividad y elevados costos e impide la rentabilidad de los sistemas productivos.

“En nuestra entidad estatal tenemos un 10 por ciento de vacas que hace años no paren y están ahí (…) Cuando hacemos un balance técnico de las rutinas del animal, que incluye lo que debía comer, la cantidad de agua suministrada, la reproducción, los índices de natalidad y otros aspectos, nos damos cuenta que no somos eficaces en el manejo y control de la masa (…) A diferencia de los campesinos, nos falta en la empresa pecuaria socialista sentido de pertenencia y esas motivaciones hay que ganarlas con mejoras salariales (…) También nos afecta la poca asignación de combustibles en los últimos tiempos”, dijo en la reunión Abel Álvarez León, director de la empresa pecuaria El Tablón, la cual tiene bajo su dominio a unas 19 entidades que no avanzan en igual de condiciones.

Actualmente pesa sobre la masa bovina de dominio estatal en Cienfuegos el deterioro del fondo genético, la inestabilidad de la fuerza laboral y técnica que tributa a una pérdida de la cultura ganadera, las limitaciones de infraestructura para el suministro de agua, la acumulación histórica de tierras ociosas, las indisciplinas tecnológicas, el alto índice de mortalidad en terneros, la escasa diversificación de las producciones…, entre otras, que ilustran un escenario a revertir necesariamente.

Más de 41 mil cabezas de ganado menor se contabilizan en la provincia hasta la fecha, la mayoría están en manos particulares. Las nuevas disposiciones de la tarea ordenamiento permiten la comercialización directa del productor a cadenas de tiendas, hoteles, restaurantes…, sin intermediarios e incluye la venta en moneda libremente convertible, ello pone en jaque a las empresas estatales que antiguamente eran las únicas autorizadas a expender esas mercancías.

“A partir del primero de julio quien no tenga dinero para pagar no puede retener las producciones a su favor (…) La ley está clara y con ello se acaba las rutinas de impagos al sector campesino que tanto daño hizo”, agregó Tapia Fonseca, quien anunció que dentro de tres meses volvería para pulsar las estadísticas de los cambios desde el terreno cooperativista.

La producción de leche también centró el debate con las altas autoridades del gobierno cubano, donde se recalcó que aún le queda a la Empresa de Productos Lácteos Escambray nueve días para la recontratación de los productores y todavía faltan por tocar más de seis mil puertas campesinas.

Hoy esa entidad industrial paga a 7.50 pesos cubanos (CUP) el litro, pero si el productor cumple o sobrecumple el plan de entrega del mes, se bonifica con 1.50 CUP por litro entregado. Mientras que en el mercado negro se cotiza a unos 30 CUP, frente a esa realidad las garantías contractuales serán una palanca motivacional.

En la provincia hay 56 mil 922 vacas registradas, de ellas 49 mil 923 constituyen el potencial para la recolección de leche. A partir de las nuevas tarifas, la industria láctea cienfueguera, piensa garantizar para sus elaboraciones unos 20 millones de litros durante este 2021, cifra que trastocaría la actual deteriorada permanencia de sus surtidos en el mercado nacional.

Por otra parte, la generación de masa porcina constituye una zona roja tras la disminución de entrada de maíz a la Isla, algo que no tendrá variación a corto plazo dada la compleja situación financiera por factores internos y externos, incluido en ello el bloqueo económico impuesto a Cuba por los Estados Unidos.

De las 170 bases productivas estatales de la provincia, ninguna tiene hasta la fecha convenios con la Empresa Porcina de Cienfuegos, tampoco poseen masa animal para el consumo interno, conceptos que deben revertirse para lograr eficiencias en la matriz económica de las mismas, pues hasta ahora habían sobrevivido sin autoabastecerse.

El alimento para ganado deviene una preocupación de todo criador en Cuba, por la contracción de las importaciones de piensos en los últimos años. La provincia cuenta con nueve viveros para el sembrado de titonia, morera y moringa en sustitución a ese déficit. Cada una de ellas posee alto contenido proteico, entre 18 y 30 por ciento, con muchísimas aplicaciones desde el punto de vista nutricional para los animales, desde los rumiantes hasta las especies monogástricas.

Sin embargo, esta alternativa no acaba de conseguir la aceptación esperada en no pocos productores, quienes alegan que han constatado una reducción de rendimientos en carne, leche y reproducción cuando la aplican básicamente a su dieta.

Un millón de bolsas con materia orgánica y tres variedades de semillas llegarán a esta región al sur de Cuba para potenciar su cultivo, cuyo fin es sustituir con tales variedades las proteínas que contienen productos como la soya y el maíz importados.

Con un discurso sin medias tintas ni disimulos Jorge Luis Tapia, viceprimer ministro de Cuba, demostró en el propio escenario la diferencia entre los resultados de un campesino y de una entidad estatal, sin embargo, el país ha abierto las mismas posibilidades para ambas actores.

“La única traba que tiene hoy el sistema empresarial es la mentalidad que no está preparada para el cambio (…) No podemos seguir aprobando medidas que no tributan luego en mejoras para los obreros, los jefes están para resolver los problemas y erradicar las trabas. Ahora nuestros empresarios cambian los modos de trabajar o hay que quitarlos de sus puestos.

“No hay barcos de comidas comprados ni habrán en un plazo corto de tiempo. Desde hace dos años se ha dicho reiteradamente que hay que sembrar la base alimentaria de los animales. Un barco de maíz cuesta 10 millones de dólares en el mercado internacional, entonces por qué en vez de pagarlo fuera de la Isla no se le paga al productor cubano, cuándo vamos a despertar (…) El barco de comida está en la tierra de Cienfuegos”, agregó Tapia Fonseca.

Una de las medidas más novedosas incluidas en el paquete normativo del sector agrícola en la Isla es la decisión de liberar la comercialización de la leche fresca de vaca, búfala, cabra y sus derivados, así como la autorización del sacrificio, consumo y comercialización de las carnes de ganado bovino por los productores agropecuarios. Pero la tarea ordenamiento en el país tiene un caudal mucho más amplio, un total de 43 medidas modifican el camino habitual y rutinario de cubanos anclados al sector agrícola… y en ello va la soberanía alimentaria.

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