El andar severo hacia el X Congreso de la UNEAC

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Un sistema de relaciones entre los representantes de los creadores literarios y artísticos de obra de calidad reconocida que integran la UNEAC y las instituciones culturales, estatales y políticas cada vez más abierto al debate, el intercambio y el análisis reflexivo caracterizó las sesiones de trabajo de la Presidencia y el Consejo Nacional de la organización fundada el 22 de agosto de 1961. En momentos de preparación del X Congreso de la UNEAC -a realizarse a finales de junio del 2024-, la reunión de su Presidencia contó con la presencia de Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central del PCC; Roberto Polanco, miembro del Secretariado CC-PCC; Inés María Chapman, Vice Primera Ministra y Alpidio Alonso, Ministro De Cultura, entre otras personalidades invitadas.

En sus palabras iniciales Luis Morlote, Presidente de la UNEAC, resaltó la importancia de discutir las bases conceptuales del X Congreso y los elementos esenciales del proceso eleccionario de las Filiales y Secciones de las Asociaciones Nacionales a iniciarse a fines de enero y que definirán democráticamente la designación de los directivos de la organización en los próximos cinco años. Arguyó coçómo se inicia el abordaje de las elecciones en los territorios con un conocimiento profundo por parte de las autoridades políticas y gubernamentales de los temas, aspectos y problemas que preocupan a los artistas y creadores. Favorecido por el establecimiento de un sistema de trabajo que involucra en encuentros mensuales a los principales actores culturales, estatales y políticos. Y resaltó los encuentro con el presidente Miguel Díaz Canel y las principales autoridades en provincias. Por cierto, en Cienfuegos fueron frecuentes los intercambios con los primeros secretarios del PCC y el Gobernador para impulsar el debate plural y responsable  de ideas, puntos de vistas y actitudes sobre la auténtica libertad de creación en el arte y la literatura buscando los consensos que hacen fluir el pensamiento y fortalecen la unidad desde la diversidad.

Corrieron años, manifestó Magda Resick,  en que el “capital simbólico” de la UNEAC resulto muy importante para la población que vio recrudecer el bloqueo económico y sufrió de manera simultánea la terrible pandemia de Covid-19. Todo esto ocurrió, a decir de Morlote, en un contexto de incorporación de más de mil nuevos afiliados y de una mayor participación, en líneas generales, de los miembros de la UNEAC en la toma de decisiones culturales, cuestión que todavía tiene grandes potencialidades para ampliarse con un enfoque sistémico del trabajo cultural, que erradique esa discontinuidad en el “día a día” del quehacer artístico y literario dirigido a los diferentes públicos.

La intervención de Morales Ojeda reafirmo lo antes apuntado y alcanzó un giro inesperado, sorprendente y emotivo, para los miembros de la Presidencia de esta organización de la sociedad civil revolucionaria del país, al expresarle que la capacidad de convocatoria y organización de esta estructura de gobierno de la UNEAC había quedado demostrada por el trabajo colectivo a lo largo de estos últimos años y en virtud de lo anterior la Comisión de Cuadros del Estado, a solicitud del Buro Político del PCC, traía la propuesta de promover por su labor destacada a Luis Morlote Rivas para integrar profesionalmente el Departamento Ideológico del CC-PCC.

La manera respetuosa de someter a consulta de los representantes de artistas y escritores esa decisión de carácter político, que responde a la política de Cuadros del PCC, indicaba que no era un nombramiento mecánico y circunstancial. La mayoría aplaudía el hecho del reconocimiento al carismático intelectual entregado a la obra colectiva de la Nación y tenía ciertas reservas acerca de la pertinencia del momento previo al X Congreso aunque pareciera alentador que el PCC se nutriera con cuadros intelectuales de reconocida capacidad de convocatoria. Morlote explicó su disposición a encarar el trabajo partidista y mantener su vínculo con la UNEAC en la batalla por defender nuestra cultura. Lo cierto es que la Presidencia y luego el Consejo Nacional sometió a debate y aprobó por absoluta mayoría la decisión con reguroso respeto a los Estatutos y Reglamentos. En consecuencia, la musicóloga Marta Bonet de la Cruz pasó a desempeñarse como Presidenta de la UNEAC.

Volviendo a las sesiones de trabajo quedó evidenciado como la UNEAC propicia, según lo discutido colectivamente, una mejor proyección del trabajo cultural que en las provincias, incluida Cienfuegos, debe impedir un retroceso en los logros de la democratización de la cultura inherentes a la aplicación correcta de la política cultural revolucionaria con la certeza expresada por el sabio cubano Fernando Ortiz de que “la Cultura es la Patria”. La búsqueda de rentabilidad, capacidad financiera y altas ganancias en los espacios destinados al consumo cultural tienen que estar en correspondencia con las políticas públicas en la defensa de los principios de igualdad y justicia social conquistados por el pueblo cubano el 1ro de enero de 1959.

En el amplio debate muchos resaltaron el desarrollo de la labor creativa en el campo artístico y literario con el apoyo del sistema institucional de la cultura que mejoró la promoción e incremento la programación, aunque sin alcanzar el impacto deseado por la falta de coherencia y jerarquización, a nivel nacional. Sin embargo, lo anterior, a juicio de los intelectuales Víctor Fowler y Eduardo Torres Cuevas, está acompañado de la ausencia de una estrategia de promoción internacional de lo mejor del arte y la literatura cubana, de la destacada producción historiográfica nacional y de lo actualmente relevante del pensamiento cultural del país.

Otros asuntos de debate fueron: la defensa de la relación entre la Arquitectura y las Artes Plásticas en los espacios urbanos que en Cienfuegos no debemos descuidar y ponerlo entre las prioridades del trabajo cultural comunitario; la necesidad de promover cuadros y funcionarios con los conocimientos artísticos y literarios necesarios en  las direcciones municipales de cultura por el rol decisivo que tiene en la programación cultural y la defensa del patrimonio cultural; la publicación de los libros pendientes por carencia de papel; la mejor aplicación de la Ley del Derecho de Autor; la recuperación de los espacios literarios en la TV;  el diálogo permanente sobre los cambios de políticas y nuevos enfoque al abordar la producción cinematográfica y audiovisual; el apoyo a la enseñanza artística en las diversas manifestaciones; el mejoramiento de las condiciones de trabajo y creación en el teatro y la danza; el impacto negativo sobre la creación y promoción en las artes plásticas de la falta de suministros por el FCBC; el mantenimiento de las insatisfacciones de los músicos, tanto por la insuficiente transformación del sistema empresarial y presupuestado de la esfera musical y los espectáculos, como por la inestabilidad en el acceso a las fuentes de empleo, el pago del servicio de comercialización y retribución salarial.

Urge encarar, según el criterio de la mayoría de los participantes en el Consejo Nacional de la UNEAC, una valoración crítica del estado de la creación literaria y artística en la compleja situación económica del país que posibiliten la adecuada aplicación de la política cultural en todo el país y haga posible la idea de Fidel de que: “La Cultura es lo primero que hay que salvar”.

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Orlando García Martínez

Escritor, historiador y presidente de la filial cienfueguera de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)

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