Educación en Cuba: 62 años después

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 42 segundos

“Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente(…)es ponerlo a nivel de su tiempo(…)es preparar al hombre para la vida”, José Martí.

Y ese es, precisamente, el legado del maestro de maestros para todos los cubanos, sobre todo, para los que se dedican a enseñar. Este es un sector fundamental en cualquier sociedad y la cubana le ha prestado especial atención desde el primero de enero de 1959. Hemos logrado establecer un sistema educativo que proporciona acceso universal a la educación desde el nivel preescolar hasta la educación superior y, por tanto, el desarrollo del capital humano.

Este 22 de diciembre celebramos el Aniversario 62 de la histórica Campaña de Alfabetización y, en consecuencia, el Día del Educador. Algunos hombres y mujeres que nacieron para educar, ofrecen sus consideraciones sobre asuntos imprescindibles, a propósito de la efeméride.

Anareya Álvarez Perdomo, trabaja en el Círculo Infantil “Manzanita” y es responsable de tres años de vida. “Llevo 29 años en el sector y entre las metas esenciales, debemos desarrollar las capacidades de los niños, instruirlos con los aspectos más básicos de la educación formal, potenciar el desarrollo de las habilidades generales, motrices y hábitos que faciliten la apropiación de conocimientos. Pero debemos esforzarnos por convertirlos en  ciudadanos sensibles, responsables y participativos. Como educadora de la  primera infancia enfrento diferentes retos; entre los más difíciles, lograr la cooperación entre la familia y la institución, así como el trabajo con los hogares disfuncionales”, refiere.

Anareya Álvarez Perdomo, educadora de la primera infancia, considera que en esta enseñanza forman los valores esenciales en los niños./ Foto: De la autora
Anareya Álvarez Perdomo, educadora de la primera infancia, considera que en esta enseñanza forman los valores esenciales en los niños.

Por su parte, María del Carmen Broche Quirol, lleva 47 años en el sector y actualmente se desempeña en la Escuela Primaria “Carlos Manuel de Céspedes”. Ella confiesa: “No confío en un docente que no tenga entre sus prioridades la superación constante. José de la Luz y Caballero decía que un maestro debe saber más de lo que enseña. Y el pedagogo también señaló: en cuanto deja de estudiar muere el maestro. Ahí radica uno de los retos esenciales del sector educacional, en la superación. Por otro lado, como mismo cambia el contexto, debe hacerlo esta y el resto de las ramas de la sociedad. Los maestros debemos tener características especiales; no solo la sensibilidad, la paciencia y el amor por la profesión, sino el conocimiento de la historia de Cuba y el patriotismo. Eso está faltando. La sensibilidad y el respeto por los demás también resultan imprescindibles. No todos somos así, pero deberíamos, sobre todo en medio de tantos cambios, de tanta diversidad”.

María del Carmen Broche Quirol, educadora de la enseñanza primaria, confía en la superación para mejorar la calidad de la docencia./Foto: De la autora
María del Carmen Broche Quirol, educadora de la enseñanza primaria, confía en la superación para mejorar la calidad de la docencia.

Mientras, Juan Armando Moroño Guerrero, graduado hace 53 años, se reincorporó luego de su jubilación; entiende la necesidad de profesores existente. Él se desempeña como profesor de la Escuela Secundaria Básica “Frank País García” y considera que si algo no puede faltarle a un maestro son ganas de aprender. “Superarse es actualizarse, adiestrarse y sentirse seguro de que ampliando conocimientos y métodos podemos lograr los objetivos que nos proponemos en la escuela y en la vida. Son tiempos cambiantes, diferentes a cuando comencé a ejercer; enfrentamos retos innegables como sostener los principios de la Educación cubana sobre la base de la construcción del Socialismo; garantizar la formación de profesores en las Escuelas Pedagógicas y en las Universidades, además de las acciones de superación diseñadas para los graduados; incentivar y lograr la permanencia de los maestros en las escuelas, atendiendo adecuadamente sus preocupaciones y necesidades; la lucha contra la colonización cultural y la subversión ideológica. Prestigiar la Educación cubana es sinónimo de defender el Proyecto Social de la Revolución y para ello necesitamos, desde la escuela, propiciar que los docentes conviertan su accionar en voluntad y entrega a su trabajo. Seguro estoy, esto se traducirá en la educación integral de los alumnos”, añade.

Juan Armando Moroño Guerrero, con más de 50 años en el sector educacional, considera que prestigiar la Educación cubana es sinónimo de defender el Proyecto Social de la Revolución.
Juan Armando Moroño Guerrero, con más de 50 años en el sector educacional, considera que prestigiar la Educación cubana es sinónimo de defender el Proyecto Social de la Revolución.

A lo que Oramis Isabel Hernández Padrón, licenciada en Educación Logopedia hace tres años, agrega que las principales características que debe tener un docente son el deseo constante de superación propia y de sus educandos. Su objetivo esencial es lograr que todos sus niños sobrepasen su diagnóstico y transiten a una escuela general. La joven profesional de la Escuela Especial “José Luis de las Muñecas”, afirma: “la Educación cubana merece reconocimiento a nivel internacional por la sabiduría de sus profesionales, por la entrega, por el humanismo y la inclusividad; nos toca a los de hoy sostener y engrandecer ese legado”.

Oramis Isabel Hernández Padrón, de la Educación Logopedia, refiere que la educación cubana es reconocida a nivel internacional por la sensibilidad y el vínculo estrecho con los niños y la familia./ Foto: De la autora
Oramis Isabel Hernández Padrón, de la Educación Logopedia, refiere que la educación cubana es reconocida a nivel internacional por la sensibilidad y el vínculo estrecho con los niños y la familia.

Los profesionales de la Educación a todos los niveles en Cienfuegos coinciden en la importancia de la superación. Gisela Bravo López, coordinadora de la Maestría en Educación en la Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez” lleva 41 años en el sector y expone que la superación de los docentes juega un papel fundamental. A mayor preparación de los profesores, mayor contribución al desarrollo personal y profesional de sus educandos.

Asimismo, Bravo López hace referencia a los retos de la Educación Superior en Cuba: “hoy estos están orientados entre otros aspectos, a la generación de conocimientos que permitan la  formación de profesionales integrales; la vinculación de la docencia con la investigación; el fortalecimiento del proceso de internacionalización y del vínculo universidad-sociedad; al desarrollo de las tecnologías de la información, potenciando aprendizajes híbridos; así como a estimular la  participación de la comunidad universitaria en la gestión institucional”.

Gisela Bravo López, de la Educación Superior, hace énfasis en los retos que tienen los preprofesionales y en la importancia de la superación, tanto de profesores como de estudiantes./Foto: De la autora
Gisela Bravo López, de la Educación Superior, hace énfasis en los retos que tienen los preprofesionales y en la importancia de la superación, tanto de profesores como de estudiantes.

Otra fémina con más de 50 años al servicio de la enseñanza es María del Carmen Varela Piloto, profesora de Historia en la Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, quien ha transitado por casi todos los niveles educativos y “eso me ha hecho ver la importancia de la superación. Investigar y conocer los resultados de otros docentes cubanos y foráneos contribuye, definitivamente, a perfeccionar nuestros métodos, nuestras habilidades, y por tanto, a dejar una huella más profunda en nuestros muchachos”, refiere.

Ella suma el criterio de que hoy competimos con la internet, con la tecnología, y no podemos quedar detrás de esos avances. Debemos estar a tono con los nuevos tiempos, renovar métodos y costumbres. Ahí radica uno de los principales retos de la Educación cubana, ir a tono con las tendencias positivas a nivel internacional; pero también tenemos el reto de incentivar el amor por Cuba, el sentido de pertenencia y el arraigo por lo autóctono.

María del Carmen Varela Piloto, profesora en la Universidad de Cienfuegos "Carlos Rafael Rodríguez", otorga especial importancia a la enseñanza de la Historia de Cuba en todos los niveles educativos./ Foto: De la Autora
María del Carmen Varela Piloto, profesora en la Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, otorga especial importancia a la enseñanza de la Historia de Cuba en todos los niveles educativos.

“Soy profesora de Historia, eso me toca más que a los que enseñan Matemáticas o Biología, lo sé, pero es una tarea de todos. Son tiempos difíciles, en los que persisten la cultura de la banalidad, pero tenemos que insistir en los privilegios que tenemos como cubanos y entre ellos, la educación para todos”, termina Varela Piloto.

Por personas como estas es que el mérito de la educación en esta Isla trasciende fronteras, por la contribución al desarrollo integral de los individuos, su énfasis en la equidad y la universalidad, su impacto en la colaboración internacional, y su influencia positiva en el progreso científico y social del país. Felicidades y gracias a todos por permanecer en las aulas, formando a profesionales competentes y humanos.

“Instruir puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”, José de la Luz y Caballero.

 

Visitas: 90

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *