Dos lobos descifrando la oscuridad
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¿Un accidente cómico? Los accidentes de tránsito no tienen nada de cómicos. Sin embargo, Jon Watts director y guionista de Wolfs (2024) consigue recrearlo en una secuencia a cámara lenta y con movimientos acrobáticos del afectado.
Es la última película de Watts una comedia negra que tiene como protagónicos a dos cleaners profesionales quienes, pese a sus hábitos de solitarios, se ven forzados a trabajar en pareja.
Están los códigos usuales en el género: la criminalidad representada mediante el homicidio involuntario, e espionaje ilegal, el robo de heroína pura, las guerras entre mafiosos y la persecución. En esto último destaca como acerto humorístico, que el perseguido es un joven “gigoló” que corre por su vida en una noche lluviosa, aún saturado de droga, en calzoncillos, y emitiendo gruñidos de bebé, a través de tiendas, azoteas y entrecalles de Chinatown.
Por sobre estos condimentos del género criminal, sobresalen los diálogos entre Jack (George Clooney) y Nick (Brad Pitt); pareja obligada que empieza su relación desentendiéndose y ocultándose entre sí esas mañas del oficio que han adoptado en años de experiencia profesional.
Además, la generosa utilización que hace el guionista y director de las “coincidencias” de comportamiento, las casualidades, teatralidades y mentiras cómplices, (sostenidas dentro de una tonalidad nada ruidosa), confieren a la trama la ironia dramática precisa que te lleva a sonreír a cada rato.
Confieso que a medida que avanzaba el filme (por esa manía de intentar adivinar los finales), pensé que se trataría de una variante de El Club de la pelea. Pero nada de eso. Los partners resuelven sus conflictos mediante otro tipo de habilidad delictiva y buen humor, salvo el último problema que…
Donde se embrolla un tilín el desarrollo dramático es cuando los protagonistas asumen roles detectivescos, realizando deducciones que hacen referencia a personajes que no aparecen en la historia. Aunque, claro, no se trata de una película de detectives, sino más bien de una vertiginosa amistad, surgida durante una sola noche y consolidada mediante un inicio abrupto y un final explosivo.
Las actuaciones de Pitt y Clooney están bien, como suelen; pero las palmas se las concedo al veinteañero Austin Abrams. Da la impresión de que la película fue escrita para su lucimiento como actor: interpreta a un estudiante universitario siempre amedrentado, y al mismo tiempo, deseoso de emociones fuertes.
Este parece ser el año de los dúos en las comedias negras:
Pitt-Clooney, Wolfs
Damon-Affleck, The instigators
Qualley-Viswanathan, Drive-Away Dolls.
Reynolds-Jackman, Deadpool y Wolverine
Hay muy buena competencia.
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