Cooperación Rusia-África en la consolidación del mundo multipolar

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 17 segundos

En los últimos tiempos, Rusia ha aumentado considerablemente sus contactos diplomáticos y comerciales con África. Tales lazos con el continente africano demostraron que el aislamiento de Moscú no es más que propaganda occidental.

Con este telón de fondo, la II Cumbre Rusia-África, celebrada los días 27 y 28 de julio, fue testigo de una serie de encuentros empresariales, así como de nuevos contornos en las relaciones políticas entre ambas partes.
No por casualidad, en su reciente artículo escrito en vísperas del evento, el presidente ruso, Vladímir Putin, mencionó que “Rusia acoge con satisfacción la creciente autoridad internacional de África“, así como “su deseo de hacer oír su voz y de tomar en sus manos los problemas del continente”.
Moscú ha apoyado continuamente a los países africanos en su búsqueda de un lugar destacado en las estructuras de gobernanza mundial, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, y también en la reforma de instituciones financieras como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
También subraya que “África siente la carga de los desafíos globales como ninguna otra parte del mundo”, lo que ayuda a explicar el deseo africano de garantizar la continuidad del pacto alimentario y su preocupación por la seguridad alimentaria en el continente.

Los atuendos más destacados de los participantes en la Cumbre Rusia-África
Ahora, aunque el acuerdo de granos no se renovó el pasado 18 de julio, Rusia (que posee por sí sola el 20% del mercado mundial de trigo) prometió suministrar por su cuenta la cantidad de grano que necesita África.
En los seis primeros meses de 2023, por ejemplo, Rusia ya exportó 10 millones de toneladas de grano a África. Sin embargo, incluso en 2023, el comercio de productos agrícolas entre Rusia y el continente africano creció alrededor de un 60%.
Como volvió a subrayar Putin, Rusia comprende “la importancia del suministro ininterrumpido de alimentos para el desarrollo socioeconómico y la estabilidad política de los Estados africanos”. Por ello, “a pesar de las sanciones, Rusia seguirá esforzándose enérgicamente por suministrar grano, productos alimentarios, fertilizantes y otros bienes a África”.
En el frente político, Putin mostró en junio a los líderes africanos los términos de las negociaciones entre Moscú y Kiev que servirían de base para poner fin a las hostilidades. El mandatario ruso destacó que Ucrania ya había aceptado prácticamente las condiciones generales del documento, que implicaban principalmente la neutralidad permanente de Kiev respecto a la OTAN.
Sin embargo, el final del conflicto, tan anhelado por el sur global, acabó siendo saboteado por Occidente, que vio en el suministro de armas y ayuda financiera a Kiev una oportunidad para librar indirectamente una guerra contra Rusia.
Putin: Rusia es capaz de sustituir el grano ucraniano para países africanos
Además, como varios países africanos se preparan para entrar en la industria de la energía nuclear, Moscú ya ha puesto a disposición su experiencia para ayudar al continente en este empeño. De momento, solo hay una central nuclear en funcionamiento en África, la de Sudáfrica. La segunda sigue en construcción en Egipto, a cargo de la empresa estatal rusa Rosatom. En medio de las actuales divisiones que invaden el mundo, como entre norte y sur, entre los ejes euroatlántico y euroasiático, entre unipolaridad y multipolaridad, la cooperación Rusia-África se refuerza y amplía.
Al mismo tiempo, en función de sus intereses nacionales, encarnados en el desarrollo económico y social de sus poblaciones, así como en la defensa de la pluralidad de las civilizaciones del planeta, rusos y africanos se han acercado cada vez más, incluso frente a los drásticos cambios de la coyuntura internacional.
Washington y Europa quisieron romper estas relaciones, pero fracasaron estrepitosamente. Surgieron nuevos polos de poder en el sistema, desplazando la preeminencia hasta ahora confinada a los países occidentales. Todo ello se debe a la toma de conciencia por parte de los países de América Latina, África y Asia de que comparten un deseo común de participar activamente en la dirección de los asuntos mundiales.
El momento no podría ser más favorable para que los nuevos contornos de esta asociación entre Rusia y África para la consolidación de un mundo verdaderamente multipolar den sus frutos.

Visitas: 24

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *