Cienfuegos y sus 205 años
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Armonía parece haber sido quien inspiró la construcción de esta ciudad de Cienfuegos, desde que un agrimensor aventurero trazó las calles bajo una vieja majagua hace 205 años, un 22 de abril de 1819.
Las cintas larguísimas de fachadas neoclásicas en su homogeneidad distinguen la antigua Fernandina de Jagua del resto de nuestras ciudades, y le confieren un valor arquitectónico único, subestimado a veces por su relativa modernidad.
Casas de fachadas estrechas y escondida profundidad de habitaciones y patios forman un conjunto urbano estilísticamente a prueba de eclecticismo. Molduras seudoantiguas, columnas y rejas geométricas, onduladas, sinuosas, vagamente vegetales o de liras insinuadas, parecen sobrevivir ante el influjo industrial de la ciudad cabecera provincial.
Su Centro Histórico, ubicado en la Península de Majagua, se encuentra conformado por ese mar que lo envuelve por el norte, sur y prácticamente por el oeste, lo que denota una simbiosis permanente de la imagen urbana con el agua, creando así un paisaje que identifica a la ciudad.
Por su trazado rectilíneo y geométrico, uniformidad constructiva y estilística, deslumbrante tipología arquitectónica, de finales del siglo XIX y principios del XX, está considerado como un caso excepcional del urbanismo cubano de la pasada centuria.
Y es que de manera armoniosa se entrelazan 205 años que destacan por sus cualidades constructivas: el pasado, con el patrón neoclásico y el presente, con el código ecléctico.
Altos valores monumentales poseen edificaciones puntuales como la Santa Iglesia Catedral, el Colegio San Lorenzo, el Palacio de Ferrer, el Casino Español, el Teatro Tomás Terry, la Casa de Gobierno (antiguo Ayuntamiento), los palacios de Blanco y Goitizolo, la Casa de los Leones y otros, con sus fachadas que trasmiten orden y equilibrio, los cuales al integrarse lo cualifican, denotando majestuosidad y belleza.
De ahí que desde el 15 de julio del 2005 se inscribiera en la preciada lista de lugares declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconocimiento de alcance universal que premia el esplendor, conservación y singular arquitectura de esa zona, que abarca 70 manzanas, entre ellas, la que sirvió de punto de partida para la fundación de esta urbe por colonos franceses, la única ciudad cubana que instauraron representantes de la nación gala.
Por Mercedes Caro Nodarse / Máster en Ciencias de la Comunicación Social.
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