Cienfuegos celebró declaración del bolero en lista del patrimonio mundial
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La emoción del bolero dominó la noche de este viernes en la Sala Ateneo del teatro Tomás Terry, de la ciudad de Cienfuegos, donde varios intérpretes del territorio, junto a la cantante invitada Yaima Sáez Bejarano, celebraron la reciente declaración del popular género como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Un espectáculo dirigido por la actriz cienfueguera Cary Macías Velázquez trajo a escena a consagradas y noveles figuras de la canción en la Perla del Sur, entre ellos: Nelson Ramírez, Ingrid Rodríguez, Ained Marín, Acelia Blake, Brayan Barreiro, el Dúo Así Son y el Trío Los Bohemios.
“Esta ciudad posee una gran tradición musical, con excelsos e inmortales boleristas que forman parte de nuestra historia como el propio Benny Moré. Por eso, guardamos inmensa alegría al concretarse la inclusión del bolero en la lista del patrimonio mundial. Se trata de un género que llega al corazón y habla de los sentimientos, del amor, del desamor”, expresó Macías Velázquez.
Temas como Tristezas —el primer bolero impreso, compuesto por Pepe Sánchez en 1883—, junto a otros de la autoría de Miguel Matamoros, Isolina Carrillo, Adolfo Guzmán y Juan Formell deleitaron al público, en un espacio ambientado a manera de cabaret, con ofertas gastronómicas y el aliento de las buenas descargas.
Entre los momentos de lujo, sobresalió la potente voz de Yaima Sáez Bejarano, quien regaló piezas de su última producción discográfica, Doce joyas, bajo el sello Bis Music. “Es un fonograma sobre la obra del maestro Roberto Valera, Premio Nacional de Música 2006, y resulta una defensa a la canción en todas sus aristas”, comentó.
La intérprete agradeció la invitación a participar en el homenaje de Cienfuegos al bolero, pues “hacía tiempo que no venía y fue hermoso compartir con la gente, ver cómo disfrutaron cada canción”, agregó.
Durante la gala, el teatro Tomás Terry y la Empresa de la Música en la provincia reconocieron la trayectoria del guitarrista Dagosbelt Quesada Álvarez, tras más de seis décadas de vida artística.
A ritmo de Lágrimas negras cerró el espectáculo, concebido —dijo Macías Velázquez— “para darle también un poco de felicidad al pueblo cienfueguero. El que vino dejó las penas ahí”.
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