Aymée García Bebe, educadora de raíz
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Aymée García Bebe es profesora de geografía con 17 años en la profesión de preceptora, y por 14 consecutivos trabaja en la Escuela Pedagógica Octavio García, que antes fuera la de Instructores de Arte:
“Comencé a trabajar con los muchachos de la última graduación de Instructores de Arte”.
Son muchas las anécdotas que atesora de este centro, en el que ha visto crecer a muchachos de varias generaciones:
“Sin dudas es una profesión de sacrificio, pero también de mucho orgullo, enseñar es un arte y no siempre se logra a la primera.
“Transmitimos conocimientos pero también valores, por eso el Maestro debe reunir muchas cualidades. Ahora me desempeño como Coordinadora de Área de Ciencias Naturales.
“Son tiempos difíciles para este oficio de mucha responsabilidad”, dice al tiempo que ve pasar, ya crecidos, en tamaño y conocimientos, a sus estudiantes que se gradúan como maestros primarios, tras cuatro largos cursos, signados por la epidemia de Covid-19.
Al preguntar por la familia, y cómo lleva las dos cosas, responde:
“Nos apoyamos mutuamente, tengo dos hijas, una de ellas también maestra, y una nieta, sin ellos no sería posible el trabajo y la entrega, al llegar a casa también soy profesora.
“Esta es una profesión muy hermosa, cada vez que alguien te llama profe en la calle se siente un orgullo enorme, trabajar con jóvenes y adolescentes es difícil, pero son más los momentos gratificantes que los malos y eso reconforta, sin dudas la volvería a escoger”.
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