Apto para romeros de mayo: ¡Qué se escuche alto la “Oda a la alegría”!
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Por Jorge Suñol Robles
Es distinto cuando ya no vives en la ciudad que vio nacer, crecer y no ha dejado morir la mayor fiesta del arte joven en Cuba. Volver a Romerías de Mayo es como revolcarse entre recuerdos, par de fotos que te dicen que has crecido, que ya no somos los adolescentes de antes, que muchos ya no están, que es otra generación la que está al mando, que Holguín ha cambiado demasiado en estos casi 30 años. Pero vuelves, vuelves siempre a ese lugar donde fuiste feliz, a esos días de Mayo que se guardan con nostalgia.
Afortunadamente, hay algo que aquí no ha cambiado y es la esencia, una esencia multicultural, necesaria, y sobre todo, resistente ante los obstáculos del camino, que ha sido largo y nada fácil.
Antes de llegar, viajas 12 horas. El día anterior no duermes nada. Será que se vuelve una manía desvelarse cuando vas a viajar, a pesar de que sabes que el trayecto es largo, de casi 800 km.
En la yutong, vienen artistas de todo tipo, desde el Dj que calentará las noches en ElectroRomerías hasta el vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz, al mando. Invitados y periodistas que cubrirán el evento se suman a la aventura, que extrañábamos luego de dos años de suspenso físico por la pandemia.
Y ese vacío puede que haya afectado el espíritu de antes. Este año, en la primera noche, no hubo multitudes. Algunos dicen que es como comenzar de nuevo, lo importante es no perder el impulso. Recomenzar y levantarse nunca ha sido fácil.
Es la 29 edición de esta fiesta. Justo cuando se cumplen 65 años del asesinato de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca. La fecha se recuerda, como casi siempre.
A pesar de la humedad que dejó el primer aguacero de mayo, las calles de Holguín respiran otro movimiento. Aún es pronto para sentir la algarabía, pero es probable que lo que suceda, será otro tatuaje que marcará la historia de esta ciudad.
En el día 1 de estas Romerías se inauguró el espacio del Festival Internacional de Fotografía Autodidacta en su 11na edición, hubo pequeñas presentaciones de artistas y compañías teatrales de la ciudad. En la jornada nocturna, en la sede la filial holguinera de la AHS, se recibieron a los delegados e invitados.
Pero nosotros estábamos inquietos, porque esperábamos con ansias el tradicional desfile de coches que va justo hasta el Bosque de los Héroes. Fueron pocos, pero con un entusiasmo multiplicado.
Recorrimos gran parte de la ciudad en coche: con banderas latinoamericanas y ofrendas para cada de uno de los mártires que tiene un monumento en la Avenida de los Libertadores.
La noche se juntó con la madrugada. Y cantaba Ivette Cepeda. Fue ella la invitada al concierto Pre-Romerías. Fue ella la del desgarro y la emoción. La del bolero sincero. Cerramos los ojos y cantamos con ella. Y sí, no pudimos resistirnos a hacerle varios retratos.
Ivette tenía ganas de volver a Holguín y esas mismas ganas las demostró en un concierto, donde pasó por gran parte de su repertorio hasta llegar a su más reciente producción discográfica La Rosa de Jericó.
La Capital del Arte Joven no se apagó ayer. Y no lo hará hasta el 8 de mayo. Dice la frase clásica de Romerías de Mayo que “no hay hoy, sin ayer”, pero nosotros y todos los romeros, queremos que haya un mañana, para contar, otra vez, la historia.
Tomado de Cubadebate
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