Alicia Martínez Lecuona: confesiones en Café con arte
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El agradecimiento es un deber placentero. Así correspondió Alicia Martínez Lecuona a quienes años atrás la secundaron en su tesis de maestría sobre la narrativa del escritor cubano Samuel Feijóo. A esa frase volvió otra vez la directora del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) en Cienfuegos, tras ser invitada al espacio Café con arte, conducido por Miguel Cañellas Sueiras, director del Teatro Tomás Terry.
Casi dos décadas frente a núcleos importantes de la cultura local revivió Alicia en el transcurso de la conversación que, de tan amena y desenfadada, parecía la de esos amigos que se reúnen una tarde cualquiera, mientras degustan de un buen café.
Cañellas Sueiras la presentó como una mujer “discreta, pero imprescindible, por su vínculo con los escritores y artistas del territorio”; y ella misma —despojada de la timidez de sus primeras palabras— confesó vivir enamorada del trabajo que realiza como gestora cultural, más allá de cargos y responsabilidades.
“La mayor satisfacción es cuando publicamos un libro, o logramos sacar adelante cualquier otro proyecto. Disfruto involucrarme en la cultura, y sangro por ella”, afirmó.
Alicia dirigió por más de diez años la Biblioteca Provincial Roberto García Valdés, sita en el Paseo del Prado, de la ciudad de Cienfuegos, para luego ser promovida a la dirección del CPLL, donde cada día asume el reto de no dejar morir la literatura cienfueguera, de escuchar a los escritores, y leerlos, para atender mejor sus preocupaciones e intereses.
De todo eso, y hasta de mucho más, conoció el público asistente a Café con arte, en la Sala Ateneo del “Terry”, un espacio concebido para intimar con personalidades de la cultura en la Perla del Sur: saber qué hacen, cuáles son sus pasiones, o qué piensan del amor. Alicia, por ejemplo, comparó este sentimiento con las flores: dijo que necesita luz y aire para florecer.
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