¿Adiós al transporte público de pasajeros en Cienfuegos?
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Durante el mes de enero del presente año, en el programa radial El Triángulo de la Confianza se tocó el tema de la transportación arrendada; cuestión polémica en la actualidad que la población continúa sufriendo de manera muy puntual, porque –sin duda alguna– tiene más penas que glorias.
Esta modalidad, que opera bajo una nueva forma de gestión, de acuerdo con la Resolución 207/21 del Ministerio de Transporte, se ha puesto en marcha a raíz de la depresión que viven los talleres automotrices del sector, no solo en Cienfuegos sino en toda Cuba. Según expresó Roberto Fabelo Martínez, director de la Empresa Provincial de Transporte en dicha emisión radial, la provincia cuenta con una flota de 233 vehículos, de los cuales 42 son arrendados; 19 de ellos en funcionamiento, alquilados a trabajadores por cuenta propia.
Pero cómo hacer marchar esta nueva medida por la senda del orden y la legalidad cuando los propios choferes (que son cuentapropistas) colocan los precios a su antojo en cada tramo, y el pueblo desconoce las razones por las cuales se han implementado.
Dos directivos de esa empresa fueron invitados al programa y dialogaron –en ese momento– sobre la puesta en marcha de las tarifas de esta modalidad. Pero al calor de los nuevos precios publicados en este periódico, persiste el descontento y el descontrol. Habría que comenzar, por ejemplo, en la Terminal de Ómnibus Provincial, donde existe una pizarra (des)informativa que cambia todos los días, en la que no figura el precio de ninguna de las rutas. ¿Cómo te enteras? Preguntándole al chofer cuando subes a la guagua. No existe otro modo.
Este Armagedón se vive de manera cotidiana, y la población observa con pesadumbre ya una mayor presencia de ómnibus arrendados que aquellos que ofrecen transportación pública estándar.
Ejemplos fehacientes hay de sobra y resultan chocantes. Mencionemos aquellos carros arrendados que se mueven desde los municipios de Lajas y Cruces hasta la cabecera provincial. Estos comenzaron a cobrar de acuerdo a los nuevos importes establecidos entre 55 y 75 pesos, que antes oscilaban sobre los 40 y 50 CUP. Mientras que un camión de pasajeros particular proveniente de Santa Clara a través de esa misma ruta, cobra 40 desde ese último municipio. ¿Cómo se explican esos 10, 20, 30 pesos por encima en el arrendado? ¿Dónde radica la diferencia, quién establece la tarifa verdadera? ¿Quiénes deben velar por el control?
Los municipios con casos más “benevolentes” tal vez sean Palmira, Lajas y Cruces, pero la cosa es peor desde otros territorios distantes como Aguada de Pasajeros, Abreus, Covadonga, Constancia o Cartagena, donde los montos suben hasta 90 – 100 en el mejor de los casos. No se entiende en cabeza cuerda que una regulación establezca precios más elevados que los que ya había anteriormente, empujando de ese modo al sector privado a subir los suyos en una marea de números con ceros que no cesa de batir y batir en los bolsillos de la gente.
A este periodista le llamó mucho la atención que no se tratara en el mencionado programa absolutamente nada con respecto a la transportación por ferrocarril. Aun cuando no era el núcleo temático, merecía aunque sea un acápite. Pero ni siquiera los radioyentes que llamaron por teléfono lo mencionaron de soslayo. Pareciera que hablar sobre trenes en Cienfuegos es un tema tabú… Mas, no debatir sobre ello resulta vergonzoso.
Así pues, este premonitorio adiós que le estamos dando a la transportación pública de personas, se nota no solo en el “florecimiento” de los arrendados, sino en la exigua presencia de trenes en la provincia. Contradictorio, sabiendo que es el medio para trasladarse más económico, accesible y barato que existe en cualquier parte del mundo. ¿Por qué entonces –como decimos coloquialmente– se le quitó el pie al sector ferroviario, que iba a ser potenciado con nuevas locomotoras y coches? La estación de Cienfuegos, cuya reinauguración flamante ocurrió hace dos años, extraña hoy otras rutas muy necesarias como Cienfuegos-Santa Clara o Cienfuegos Sancti Spíritus. Mencionar La Habana-Cienfuegos a estas alturas es ya querer demasiado, dirían algunos incrédulos.
Quien suscribe, mantiene el criterio de que es un error garrafal mercantilizar los servicios públicos, al margen de que exista una crisis automotriz. A pasos agigantados se percibe la dejadez paulatina hacia el tema de marras, que podría desembocar en la estandarización del abuso y la corrupción, algo ya bastante común ahora mismo.
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Felicidades por tener una sección en que se exponen los problemas, sin tapujos como va siendo costumbre en nuestros medios de comunicación nacional. En mi caso he leído con anterioridad este periódico digital y me ha gustado mucho. Debería en este país que de vez en cuando se establecen referencias, que este fuera una referencia nacional de trabajo de la verdad en favor de su pueblo. Mi admiración y respeto desde Ciego de Ávila.
Gracias por su lectura y opinión. Sin dudas hacen mejor nuestro trabajo.
No quiero comparar a Cuba con otros países, pero si lo voy a hacer; Le voy a poner como ejemplo Venezuela donde estuve trabajando por un periodo de 3 años y medios, allá en Venezuela todo el transporte público desde el local hasta el nacional es “PRIVADO” tiene dueño porqué al dueño le duele,y créanme que funciona como un reloj, dónde está el problema, en qué el estado es quién regula la política de precios, al menos allá funciona así, en Caracas la capital usted la camina de una punta a la otra en buzeta por tan solo 6 bolívares (un cuarto de dólar al cambio), en nuestro país se puede hacer igual, ahhh pero el gobierno tiene que tener al toro bien amarrado por los cuernos, y aquí no es así porque no hay correlación entre el salario de un trabajador medio con el costo del pasaje, de la comida, etc que son dos cosas elementales para el cubano, ejemplo un médico que viva en cartagena y trabaje en cienfuegos en solo 20 días de trabajo gasta unos 4000 pesos en pasaje, que le queda para comer y mantener a la familia, saquen ustedes sus propias conclusiones como diría Taladrid.
Felicidades de nuevo al peroodico 5 septiembre y sus periodistas x hacer bien el trabajo. Extraño eso en artículos de la prensa habanera o nacional. Lo q más duele y molesta no es q ocurran las cosas sino q la estructura estatal no de respuestas sea en la prensa plana o radial o televisiva dando la impresión de huir le al problema. Creo q tenemos demasiados tecnocratas viviendo del burocracia y demasiadas y repetidas estructuras de mando orientación y control.
Así es.
Ejemplo de ello son estos precios que nadie conoce. A corto y largo plazo nadie los respetará. Las autoridades pertinentes, tanto del Gobierno y las empresas implicadas tienen el deber de colocarlos, al menos, en los puntos de recogida y las terminales. Pero no sucede así.
Y ni hablar del quehacer de los inspectores o de las respuestas que ofrecen ciertos directivos. Una desvergüenza.
Gracias a usted por su lectura y opinión.
Usted tiene toda la razón. Muy certeros sus ejemplos.
No es posible que se sostenga una sociedad con la debacle actual en torno a los precios. Precios que además no están en ningún lado, no se ven, nadie los conoce ni cómo se concibieron.
Tiene que dejar al privado actuar, desgraciadamente así funciona, porque cuidan sus equipos ya que las piezas y los mantenimientos corren a su cuenta. Es por eso, hasta que el privado no recupere su inversión no pueden topar precios, porque sino, no les da la cuenta, son equipos viejos y maltratados, bastante hace el privado. Yo no tengo que ver en ese sector, pero desde fuera, lo veo asi
Si se le sigue “dejando actuar” al privado tendremos que salir sin calzoncillos a la calle, para que se sirvan. Ya más de lo que se les deja, imposible. Eso no pasa ni en los países de más privatización del mundo.
Hacer más con menos, ese es lema de hoy de la economía, pero en el sentido de hacer más dinero con menos transporte, menos viajes, menos comida, encarecer todo a raíz de la crisis, el problema es global, no hay incentivo a trabajar más cuando las deformaciones económicas sumisan año más vulnerables, en resumen de tanto apretar la tuerca se puede ir de rosca el tornillo.
Saludos en mi opinión cienfuegos es la provincia menos favorecida por el gobierno no sé si es un fatalismo geográfico pero si pueden comparar a cienfuegos con el resto de las provincias ( ferrocarriles apagónes distribución de gasolina etcétera
Parece que usted no conoce a nadie en Pinar del Río, pregúntele a un pinareño. Pero con respecto al artículo, allá, entre municipios dicen que cobran 90 o 100 pesos, aquí en La Habana, por una distancia de 4 km, con más exactitud desde la parada del otrora restaurant El Pedregal hasta el Reparto Juan de Dios Fraga, más o menos 4 km100 pesos.
Gracias por sus criterios, son muy valiosos.
En el caso de La Habana, allí el “mambo se baila a otro ritmo”.
Si bien en la Capital hay un mar de oportunistas (y doy fe de ello porque voy con frecuencia), allá sí hay una mejor cobertura del transporte público de pasajeros en el caso de los ómnibus locales. Menciónese la A40, A65, A62, A27…, son rutas muy populares y utilizadas, y con alta frecuencia de circulación. Por otro lado están los P, que aunque son muy impuntuales, resuelven el problema de la cantidad de personas en la calle porque son carros largos. En tanto, están las Gacelas, que si bien tampoco dan a-basto por la cantidad de gente que se mueve de manera cotidiana, sí son factibles por las grandes distancias que recorren y sus precios asequibles (al menos en el horario diurno).
En fin, que el caso de La Habana es incomparable con lo que viven otras provincias como Cienfuegos, con una densidad poblacional mucho menor.
Así mismo es.
El tornillo de la economía nuestra hace rato está a punto de perderla. Y mucho más rápido ocurrirá con estos “truenos”.
Saludos, gracias por su lectura y opinión.
Es preocupante, y mucho, la situación del transporte público local hacia los repartos de la ciudad, como Caonao. ¿El transporte de ómnibus arrendados cubre regular y oportunamente esta ruta? Creo que no es así. Solo funciona una guagua que da alrededor tres viajes por la mañana y luego se desaparece hasta la tarde, si es que sigue trabajando. Entiendo el problema del petróleo, pero se debe satisfacer al ciudadano ya sea con lo básico imprescindible. La situación del petróleo ha agudizado la disponibilidad y precios de las motonetas, cuyos choferes haca buen tiempo huyen al viaje al lejano reparto y si los quieres abordar se debe pagar alto precio, ya sea alquilado o no. Las motonetas amarillas arrendadas, las que supuestamente en un inicio resolverían medianamente esta situación, son una utopía en la trayectoria Villuendas-Caonao desde la propia salida a la carretera. Lo peor que a un viajante o trabajador cualquiera le puede ocurrir es llegar casi a mediodía o muy tarde a una parada o punto de recogida. La estabilidad y buen servicio es cuando mucho, esporádica. Ha de haber soluciones prácticas y oportunas, además de ocupación, no solo preocupación.
Muchas gracias por su lectura y opiniones.
Doy fe de que la Calzada Real de Dolores es la vía menos favorecida en este sentido. No pocas veces yo mismo la he tenido que caminar completa desde el parque hasta la salida de Cumanayagua, porque no te pasa por el lado ni siquiera un coche que te cobre un precio razonable.
buen artículo, lo de los ómnibus es lo mismo de siempre, pero es preocupante que si los arrendas “semi privatizas” sea para mejorar, no para la misma kk. El tema de los trenes es vergonzoso como dices, tremenda inversión en la terminal por gusto. No tenemos funcionando ni aunque sea al tren de siempre de cienfuegos – santa clara. Y nadie entiende el por qué. Ojalá profundicen en el tema y exijan explicaciones, ahora que la nueva ley de medios les respalda para hacerlo y exigir respuestas…
El tema de los trenes, como usted bien nos comenta, es el cuento de la Buena Pipa. Desde mucho antes de la Covid-19 no se ve la luz al final del túnel con este asunto. Ya no pueden colocar la excusa de la falta de locomotoras por culpa de la zafra, porque esta ya se acabó. Entonces…
Recemos porque en los venideros meses de julio-agosto coloquen el tren de Sancti Spíritus-Cienfuegos en las mañanas y tardes, como se hizo el verano del año pasado.
Otra de las dificultades que presentamos en Cuba con el nuevo método de transportación, es la falta de ética para ejercer como empresario creyendo que pueden maltratar al pueblo, haciéndolo en variadas y reiterativas modalidades desde lo verbal hasta lo sonoro.
Tiene usted toda la razón. Los directivos de transporte en este país encabezan esa lista. Es probable que ninguno de ellos tenga que hacer una cola para montarse en una guagua o coger botella para llegar a sus trabajos.
Cuando tengan la suficiente empatía para ponerse en el lugar del pueblo, entonces dejarán de sentirse ofendidos con este tipo de texto periodístico.
Saludos del autor, y gracias por su lectura.