A 32 años del repugnante crimen de Tarará

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Apenas hace unos días, en camino hacia La Habana, transité por Tarará. Imposible olvidar aquellas imágenes y recuentos de los sucesos del 9 de enero de 1992 en la Base Náutica, ubicada al este de la capital.

A lo lejos, mirando al mar, recordaba las lecturas de “La madrugada de los perros“ escrito por Julio Martí Lambert, libro que narra detalladamente la historia del atroz hecho. Pensaba en Orosmán Dueñas Valero, aquel joven de Guasimal, asentamiento rural de Abreus, en Cienfuegos, que concluía su paso por el Servicio Militar y fuera asesinado por aquellos asaltantes quienes pretendían robar una embarcación y salir de Cuba por esa vía.

Orosmán Dueñas Valero joven revolucionario cubano, asesinado por elementos contrarrevolucionarios que intentaban robar una embarcación en la base náutica de Tarará./ Foto: De internet.
Orosmán Dueñas Valero joven revolucionario cubano, asesinado por elementos contrarrevolucionarios, en la base náutica de Tarará./ Foto: Tomada de Internet.

Evidencia que demuestra la incitación del gobierno norteamericano en salidas ilegales del país, bajo el amparo de la Ley Helms Burton y Torricelli, quienes eran recibidos con “bombos y platillos” en Estados Unidos, sin importar escabechar vidas inocentes.

Junto a Dueñas Valero, fueron ametrallados Rafael Guevara Borges, agente del Cuerpo de Vigilancia y Protección, y los sargentos de la Policía Nacional Revolucionaria Yuri Gómez Reinoso y Rolando Pérez Quintosa, este último, único sobreviviente que a pocos días murió.

El Comandante en Jefe Fidel Castro, en la despedida de duelo del Héroe de la República Pérez Quintosa, en febrero de 1992, expresó: «Asesinar es repugnante. Asesinar a hombres desarmados y amarrados es sencillamente monstruoso. Y da idea de lo que podría esperar nuestro pueblo, de lo que podrían esperar nuestros jóvenes, nuestros estudiantes, nuestras madres, nuestros combatientes, de la contrarrevolución, de la reacción y del imperialismo si lograra imponer sus designios en esta tierra, si lograran aplastar la heróica resistencia de nuestro pueblo»

La madre de Orosmán, aún llora la ausencia de su hijo, un revolucionario que fue víctima de aquel “infierno de los plomos en la ciudad de los sueños” (1). Mártir que en los días actuales, su ejemplo de valentía se multiplica en cada cubano que lucha por un mejor país. En tiempos donde la injusta asfixia del bloqueo económico, comercial y financiero perjudica una nación y los imperialistas no cejan su empeño en destruir los 65 años de independencia y soberanía.

• A tres décadas del monstruoso crimen de Tarará

(1) autor : Francisco Arias Fernández

 

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Miguel Adrián Rodríguez Pérez

Comunicador de Abreus

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