Rememoran vil asesinato en la Base Náutica de Tarará
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El General de División Lázaro Alberto Álvarez Casas, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y ministro del Interior (MININT), encabezó el acto por el aniversario 30 del horrendo crimen en la Base Náutica de Tarará.
Asistieron, además, familiares de los jóvenes asesinados aquel día, Mayra Arevich Marín, integrante del Comité Central del PCC y ministra de Comunicaciones, así como otros jefes principales y oficiales del MININT, de acuerdo con una información oficial del organismo.
Un grupo de 10 combatientes recibió la distinción Rolando Pérez Quintosa por resultados sobresalientes en sus misiones, y también obtuvieron reconocimientos representantes del personal que laboró en la remodelación del Museo Mártires de Tarará.
El Mayor Kenny Vicente de León, jefe del Departamento Unión de Jóvenes Comunistas, del MININT, pronunció el discurso resumen del encuentro, donde tras su conclusión hubo una cancelación de un sello postal alegórico a la fecha.
En su libro La madrugada de los perros, de Julio A. Martí, se relatan fielmente los hechos ocurridos la madrugada del nueve de enero de 1992, cuando elementos contrarrevolucionarios penetraron en la base náutica de Tarará, con el propósito de robar una embarcación y abandonar el país rumbo a Estados Unidos, al amparo de la llamada Ley de Ajuste Cubano.
Luis Miguel Almeida Pérez, uno de los asaltantes, había trabajado allí hasta los primeros días de diciembre de 1991 y sus conocimientos sirvieron para violentar la seguridad de la instalación.
Mientras este antisocial conversaba con el CVP Rafael Guevara Borges y el soldado Orosmán Dueñas Valero, el resto de los delincuentes esperaba para atacarlos por sorpresa, y pese a la resistencia de los jóvenes, los golpearon, ataron de pies y manos y más tarde los despojaron de sus armas.
Al llegar al lugar, a los combatientes del Ministerio del Interior Yuri Gómez Reynoso y Rolando Pérez Quintosa los atacaron con ráfagas de fusil AKM arrebatado a sus compañeros.
Estos serían los primeros instantes de uno de los crímenes que con más dolor recuerdan los cubanos, cuando cuatro combatientes revolucionarios que defendían de ataques terroristas las costas cubanas cayeron vilmente asesinados.
Yuri Orosmán, Rafael y Rolando pasaron a engrosar la lista de patriotas caídos en el cumplimiento de su deber.
Aunque Pérez Quintosa estaba gravemente herido, pudo denunciar al principal cabecilla y aproximadamente en 24 horas se logró capturar a los asaltantes y a sus cómplices, a todos los cuales los juzgó posteriormente el Tribunal Provincial de La Habana.
Tomado de ACN
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