Pasión de un joven policía de Cienfuegos

La pasión por “llegar al fondo de las cosas”, resultó el incentivo esencial para que el hoy teniente Dainier Rodríguez López decidiera ingresar a las filas de la Policía Nacional Revolucionaria en la especialidad de Investigación Criminalista.

El traslado desde su natal Granma, y un curso básico en el Centro de Instrucción Provincial del Ministerio del Interior en Cienfuegos, constituyeron el inicio de un recorrido profesional que dura ya seis años.

Con 26 de edad, se erige como uno de los investigadores criminalistas de mejores resultados en la Estación de la PNR del municipio cabecera, donde en el presente año ha sobresalido por el esclarecimiento de delitos de estafa, robos con fuerza o con violencia y hurtos.

Cursante del tercer año de la licenciatura, el teniente Dainier reconoce la importancia del conocimiento técnico aprendido en la academia, mas afirma la necesidad de improvisar y ser creativo en el lugar del hecho, pues aunque existen reglas generales, cada suceso criminal posee características que lo hacen único.

En su trabajo cotidiano se sobrepone a las dificultades en busca de un verdadero resultado. Por eso dedica a su desempeño la mayor parte del tiempo, dejando muy poco —asegura— para otros disfrutes o el descanso.

“La decisión siempre es la de esclarecer, la de sacar el hecho adelante. En eso centro el empeño, la voluntad… Y cuando logro devolver los bienes, la satisfacción del perjudicado me provoca una alegría incomparable”, afirma, y confiesa a la vez, que han sido muchas las noches en que el buró de la oficina ha constituido el único sitio para unas horas de sueño.

Aficionado desde muy joven a la informática, ha tenido la oportunidad de ir especializándose en el enfrentamiento a hechos delictivos vinculados con esta rama, los cuales poseen una relativa novedad e incremento en el panorama provincial, en sintonía con la informatización de la sociedad.

Entre ellos menciona el delito de estafa acontecido mediante el empleo de plataformas digitales, así como otros relacionados con los cajeros automáticos, en cuya solución ha contado con la valiosa asesoría de especialistas del Banco, puesto que requieren un examen minucioso y el dominio de cuestiones muy técnicas.

Como buen policía, en este punto el teniente Dainier convida a la prevención y asegura que en la mayoría de las ocasiones la ingenuidad o el exceso de confianza de los ciudadanos es quien los pone en peligro de convertirse en víctimas de estafadores.

“Tanto en la vida real como en las redes, a veces las personas brindan mucha información personal a individuos desconocidos, sin pensar qué uso harán de ella. Las redes sociales para nada resultan confiables en este sentido, pues cualquiera se puede hacer un correo falso y con él un perfil falso y luego resulta muy difícil, prácticamente imposible, dar con la persona real, pues los servidores de esas plataformas se encuentran en el extranjero”, dice.

“Con el uso de estos perfiles hemos visto la comisión de estafas con el empleo de tarjetas magnéticas, por ejemplo, al transferir dinero de una tarjeta a otra, entre personas que no se conocen y que dicen estar alejados”.

Continuar preparándose en estos temas complejos para lograr mayor eficacia en su labor constituye uno de las metas fundamentales del joven policía. Sabe que de su profesionalidad y dedicación depende también la lucha contra el delito y una mayor tranquilidad para su pueblo.

Reconocido entre sus jefes y compañeros por el compromiso demostrado con el trabajo y otras cualidades humanas, el teniente Dainier es de esos jóvenes que llevan bien adentro la vocación por el traje azul y la condición que implica como servidor público. Para hacerlo cada vez mejor seguirá poniendo pasión y empeño a esa esencia de su personalidad y también de su profesión, que es llegar siempre al final de las cosas.