Cultivo de Sacha inchi, proyecto soñado por Fidel

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El líder histórico de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, dedicó los últimos años de su fecunda vida a investigar sobre los beneficios de ciertas plantas, cuyas características y propiedades podían contribuir a la seguridad alimentaria, la salud de la población y el mejoramiento de la alimentación animal. Entre la numerosa variedad de especies vegetales estudiadas y fomentadas por Fidel, a la Sacha inchi le dedicó especial atención.

Se trata de una planta oleaginosa autóctona de la Amazonía peruana, conocida en el mundo como el “maní del inca”, por su enorme importancia durante el esplendor del imperio indoamericano. Entre los múltiples beneficios, este prodigio natural  es una de las fuentes vegetales más grandes de Omega (3,6 y 9), un ácido graso esencial para la vida del ser humano, además de proteínas (33%) y antioxidantes (50%). Su consumo le da energía al cerebro, limpia el torrente sanguíneo, y lleva los nutrientes a las células.

De su ubicación natural

La Sacha Inchi, de nombre científico Plukenetia volubilis, es una planta generalmente trepadora o liana, catalogada por primera vez, en 1753, por el naturalista Carlos Linneo en la Amazonia peruana. Su denominación deriva de dos palabras quechuas: ‘sacha’ que significa silvestre, e ‘inchi’, cuyo término hace referencia al maní que produce. También es conocida como sacha yuchi, sacha yuchiqui, sacha inchik, maní del monte, maní silvestre y maní del inca, entre otras.

El género Plukenetia pertenece a la familia Euforbiáceas y está integrado por 19 especies. En América su presencia se da principalmente en Perú, Bolivia, Antillas Menores, Surinam, Venezuela, Colombia, Ecuador y Brasil, sitios que cumplen sus exigencias óptimas de crecimiento, que incluyen una altitud entre los 30 y 2 000 metros sobre el nivel del mar, clima tropical o sub-tropical, con temperaturas de 10 a 26°C y una humedad relativa del 78%.

La Sacha Inchi, de nombre científico Plukenetia volubilis, es una planta generalmente trepadora o liana, catalogada por primera vez, en 1753, por el naturalista Carlos Linneo en la Amazonia peruana/ Foto: Tomada de Internet

Desde el punto de vista reproductivo es hermafrodita, de crecimiento voluble, abundantes hojas y ramas. Puede llegar hasta de 2 m de altura; hojas alternas y acorazonadas; flores pequeñas, blanquecinas, en racimo; fructificación capsular de 3 a 5 cm de diámetro, dehiscentes (4 – 5 – 7 cápsulas); fruto de color verde, marrón negruzco al madurar; semillas de color marrón oscuro, con notorias nervaduras ovales de 1,5 x 2 cm de diámetro.

A los 3 meses del trasplante aparecen las flores masculinas, luego las femeninas. En un período de 7 a 19 días, las flores masculinas y femeninas completan su diferenciación. Los frutos completan su desarrollo a 4 meses de la floración, luego inician la madurez (de color verde), finalmente se tornan a marrón negro o cobrizo.

El proceso de maduración es de 15 a 20 días. La cosecha se inicia a los 8 meses después de la siembra o trasplante. La producción es continua, realizándose en cosechas quincenales.

Cultivo que vale oro

Se dice que el aceite de Sacha inchi está considerado el mejor del mundo por cualidades de color, sabor, olor y beneficios nutricionales para la salud humana, compuesto, en su mayor parte, por ácidos grasos poliinsaturados. Este producto óleo se obtiene mediante la técnica de prensado en frío.

Estudios sobre el maní del inca dan cuenta de que su contenido de aceites esenciales puede ayudar a contrarrestar problemas de colon irritable, ya que son indispensables para mantener la permeabilidad intestinal. Además, los ácidos grasos omega 3 pueden contribuir a disminuir la cantidad de triglicéridos y otras grasas producidas en el hígado.

En tanto, el subproducto de la extracción del aceite, genera una torta que ha sido utilizada para la alimentación de especies domésticas, en especial la ganadería. Por ejemplo, experimentos alimentando juveniles de tilapia roja Oreochromis sp., mostraron que puede ser adicionada en la dieta hasta en un 10% de inclusión, sin afectar el desempeño productivo ni la sobrevivencia en esta especie acuícola.

Aunque reiterativo, vale mencionar que las semillas de este superalimento poseen alta dosis de omega 3,6 y 9 que, además de los aportes mencionados, ayuda a controlar y prevenir problemas cardiacos, disminuye el riesgo de padecer una enfermad oncológica, principalmente el cáncer de colón, próstata y mama, al tiempo de reducir los niveles de colesterol en el organismo.

Se dice que el aceite de Sacha inchi está considerado el mejor del mundo por cualidades de color, sabor, olor y beneficios nutricionales para la salud humana/ Foto: Tomada de Internet

En otro orden, resulta un rico antioxidante que protege a las células de la piel de daños provocados por los radicales libres, presentes en los rayos ultravioleta. También refuerza el sistema inmunológico del consumidor, lo cual evita que contraiga alguna enfermedad viral, lo que podría incidir en proporcionar al organismo de armas defensivas contra la Covid-19.

En la Sacha inchi, por su parte, está la presencia de vitamina E, que cumple la función de dilatar los vasos sanguíneos, lo que previene algún problema arterial. Además, este nutriente es ideal para restaurar y mantener una óptima apariencia, desde la raíz hasta la punta del cabello. Asimismo, mantiene la piel sana e hidratada, por ello, es ideal para quienes sufren de afecciones dermatológicas como sensibilidad o resequedad.

Y como si fuera poco la lista de bondades, la Plukenetia es rica en vitamina A, la que a su vez se encarga de mejorar la visión, además de la vitamina D, responsable de estimular y fortalecer la formación de los huesos,  de modo que previene enfermedades como la osteoporosis y el raquitismo, sin dejar de mencionar su influencia en el buen funcionamiento del sistema nervioso.

A este abanico de ventajas para la vida humana, no podía faltar la fibra de la Sacha, nutriente que brinda al organismo una sensación de saciedad –de ahí el consejo del consumo en las dietas para bajar de peso, además de regular el buen desempeño del sistema digestivo.

De hecho, la mayor cantidad de estudios sobre la Sacha inchi se han desarrollado en Perú, en modelos animales y en humanos, los que han permitido demostrar que su consumo es seguro y confiable, lo que también se deduce por constituir un alimento de uso ancestral. Evidencias hay muchas de que numerosas tribus indígenas americanas lo utilizaban para recuperar fuerzas o aprovechaban el uso de su aceite y harina, a manera de ungüento para dolores musculares y con acciones cosméticas.

La Sacha inchi en Cuba

“Esta planta se introdujo en Cuba a finales del 2015 y de inmediato  comenzamos su desarrollo agrícola, mientras, entre los años 2016 y 2017 empezamos el proceso de extracción del aceite y durante el 2018 realizamos el registro sanitario y las pruebas en conjunto con el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC)”, precisó María del Carmen Pérez Hernández, directora general de la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación (ECTI) Sierra Maestra, unidad que se dedica a la integración de los proyectos experimentales y las unidades agrícolas que continúan las investigaciones del Comandante en Jefe, Fidel Castro.

Según el propio reporte de la emisora cubana Radio Rebelde (RR), a partir de la extracción del aceite queda una torta residual, que tiene un alto contenido, más de un 60%, de proteína libre de gluten, que serviría también para el desarrollo de futuros productos para celíacos y también para formulación de alimentos dirigidos a poblaciones vulnerables, como malnutridos, ancianos y deportistas de alto rendimiento.

El trabajo periodístico refería, además, que la inauguración de una planta de cápsulas blandas perteneciente CNIC de la empresa de BioCubafarma se encargaría de producir las tabletas de Sacha inchi, luego de obtener la licencia por parte de las autoridades regulatorias.

En entrevista de Radio Rebelde, Rafael Gámez, director Comercial y de Negocios del CNIC, declaró, entonces, que tan pronto se certificaran las buenas prácticas de producción de la planta, comenzaría la fabricación de los primeros lotes.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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