Cienfuegos: la amada del sol

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Flama y brisa se imbrican en tibia caricia. Nodriza del crepúsculo, la ciudad aguarda el alba y reverencia el mar que la corteja. Imposible citar a Cienfuegos sin aludir a esa simbiosis de océano y sol, génesis de sus epítetos y suntuosidad, especie de sortilegio de esta ribera caribeña.

La urbe hoy fulgura por su esplendor. Un halo señorial merodea sus calles y forma parte de su magia, recuelo de historias y leyendas que conforman la memoria poética de la Perla del Sur.

Jagua significa en lengua aborigen: riqueza, mina, manantial…, y según las tradiciones de los primeros pobladores, ésta fue la deidad que les enseñó las artes de pesca, la caza y la agricultura. Era también el nombre de un árbol muy abundante en los alrededores de la bahía.

Cuentan que el sitio de esta demarcación es uno de los que tuvo el honor de ser visitado por Cristóbal Colón. Por otra parte, el famoso historiador Enrique Edo agrega que en los escritos del bojeo a Cuba por Sebastián de Ocampo se lee: “…entré por un brazo de mar, en un puerto espacioso y bello, situado en una comarca que sus nativos llamaron Jagua”.

Data pues la historia de este lugar, de la época de los primeros descubrimientos de América.

En 1817, Fernando VII decretó, en Real Orden, que se poblaran las costas de la isla de Cuba, y el francés Don Luis Declouet, enérgico y emprendedor, pidió al Capitán General de la Isla, José Cienfuegos, el permiso y el dinero necesarios para fundar una colonia en el puerto.

Así surgió el 22 de abril de 1819 la villa de Fernandina de Jagua, con colonos que trajo Declouet de Filadelfia y Burdeos, además de americanos y franceses.

El trazado ortogonal para las ciudades es una vieja tradición que España traslada a América a través de las Leyes de Indias, por lo que fue la línea predominante en la Villa, revalidada también por el origen francés de Declouet.

En el plano arquitectónico fraguó un estilo ecléctico, por su fuerte tendencia a la monumentalidad, pero con una indeleble herencia neoclásica. Ese último movimiento reproduce las formas generadas por los griegos y los romanos, pero con diferentes simetrías. De Grecia adopta las columnas dóricas y jónicas, mientras que de los romanos toma cúpulas y bóvedas; en general simplifica las fachadas con dinteles y cornisas.

Desde el punto de vista económico la rama azucarera fue preponderante. Ya en 1840 la comarca producía 30 000 toneladas de azúcar por año y más de dos millones de reales (moneda de entonces) para la Hacienda española.

El desarrollo azucarero fue determinante para la región, tanto en el orden urbano como en la conformación de su identidad. Este auge redundó en la puesta en marcha del ferrocarril y se completan así los eslabones que componen la trilogía: azúcar, puerto y ferrocarril, privilegio único de Cienfuegos y de Cárdenas, que les proporcionó relevancia nacional.

El 7 de febrero de 1881 concedieron a Cienfuegos los honores y el título de ciudad. Fueron creadas aquí en esa fecha diversas sociedades, que una vez finalizada la guerra con España se integraron para conformar la Colonia Española, primera de su tipo en el país.

Según informaciones de la doctora Líliam Martín Brito, historiadora e investigadora, desde esa época se empezó a apodar como la Perla del Sur, pues los lugareños pretendían resaltarla, al emular con Santa Clara para ser la capital de la zona central. Así comenzó entonces la historia de la más joven de las actuales capitales del archipiélago cubano.

La Perla del Sur ha aportado al patrimonio cultural cubano la condición de Monumento Nacional por sus valores arquitectónicos y el hito renovador de ser la primera ciudad iberoamericana del siglo XIX que tiene esa categoría.

Testimonio del quehacer constructivo decimonónico en Cuba, Cienfuegos sumó a sus valores, en su 176 cumpleaños, el hecho de cambiar la visión del otorgamiento de la condición de Monumento Nacional, la cual era más conservadora anteriormente, pues sólo podía ser adquirida por patrones urbanos muy antiguos, como las siete primeras villas fundadas en la Isla por Diego Velásquez y las partes históricas de Guanabacoa y Remedios.

Lo más importante es haber desprejuiciado esa categoría, otrora privativa de conjuntos barrocos y medievales y hacerla extensiva a la arquitectura neoclásica de la antepasada centuria, de la cual nuestra ciudad es prototipo. Esto ha contribuido a su dignificación internacional.

La distinción otorgada el 22 de abril de 1995 es un elemento que la distingue y estuvo avalado por trabajos de rescate y restauración de muchos años. El Equipo Técnico de Monumentos de la provincia, considerado como el mejor del país, agrega a su gestión la celebración bianual de eventos de “Ciudades Iberoamericanas”, que han convertido a esta región en pionera de un gran movimiento de rescate monumental y ambiental.

En el 2002 Cienfuegos vistió sus mejores galas, pues a la cuarta edición de ese encuentro, le sucedió la Trigésima Convención del Patrimonio Mundial, donde se propuso a nuestra ciudad para engrosar el Patrimonio de la Humanidad. Se sugieren las áreas del Casco Histórico, la zona residencial de Punta Gorda y la fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua.

Así la ciudad, con menos de dos siglos, trasciende además de por su belleza, por los aportes innovadores a la arquitectura mundial.

Incólume, favorecida por el tiempo, se yergue la Ciudad del Mar. En sus olas, rayos centelleantes devienen presagios eternos de la magnificencia de su gente, su complexión, su hálito vital y hasta de la premonición aborigen sobre la prosperidad de la tierra de Jagua, perfecta alegoría al simbólico canto: “…por la clara visión de sus hombres, / es Cienfuegos la amada del sol…”.

 

MONUMENTOS LOCALES

Casa natal de las Hermanas Giral; Palacio de Valle; Antiguo ingenio Carolina; Casa de los Leones; Vivienda de General Alemán No. 89 (San Fernando de Camarones); Cueva de Tanteo, en Rodas; Cueva de Palo Liso o Santa Ana, en Congojas, Rodas; Casa de vivienda del antiguo ingenio Soledad; Colegio de Nuestra Señora de Monserrate; Palacio de Blanco; Palacio García de la Noceda; Palacio Goitizilo; y Cueva Solapa del Portal.

 

MONUMENTOS NACIONALES

Distrito Naval del Sur (Cayo Loco); Cueva de Martín Infierno; lugar donde cayó Henry Revee, en Yaguaramas, municipio de Abreus; Parque José Martí y sus alrededores; sitio de la batalla de Mal Tiempo; Jardín Botánico de Cienfuegos; Cementerio de Reina; Castillo de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua; Centro Histórico Urbano de Cienfuegos; zona residencial La Punta; y Cementerio Tomás Acea.

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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